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sábado, 31 de diciembre de 2011

Feliz Año 2012

Habida cuenta de que el final del 2011 no ha sido el mejor de todos, solo puedo desear que el 2012 sirva en cierta forma para paliarlo. Sobre todo en lo personal porque parece que en lo general las predicciones no son demasiado halagüeñas. Esperemos que se equivoquen y que la recuperación se adelante un poquito. Por falta de deseos no será; de hecho, el nombre del blog para el 2012 ya está elegido:
Domingo's Blog (2012 ¡¡¡Feliz Año!!!).

Pues con esto y un bizcocho, cerramos el blog por este año. Que todo el mundo lo pase bien esta noche y tenga cuidado con todo lo que rima con noche, en particular el coche y la ingesta de alcohol a troche y moche.

Un saludo, Domingo.

martes, 27 de diciembre de 2011

Android Vs Apple

Hoy he sido destinatario de una picarona andanada hacia el sistema operativo que se ejecuta tanto en mi móvil como en mi tablet. La andanada, ejemplo puntual de una serie periódica, proviene de un apologeta del software propietario, antes de Microsoft y ahora de Apple. Al igual que en otras ocasiones, tenía como objetivo el barco insignia del movimiento del software libre, antes linux en general y ahora Android.

Pues bien, resulta que tenía precisamente apuntado en la lista de cosas sobre las que escribir, la analogía del ecosistema Android en particular y Google en General con el liberalismo y la de los productos Apple con el comunismo. De hecho, lo que tenía previsto no era tanto Android/iOS sino las cúpulas de las diferentes empresas. Más concretamente lo que me pregunté fue si Steve Jobs habría conseguido ser un buen presidente de gobierno. No solo eso, me planteé hacer algo que seguro que se ha hecho ya, al menos se ha hecho con McDonalds. http://www.euribor.com.es/2011/12/08/mc-donalds-2/

En concreto sería interesante ver cuántos países tienen un PIB inferior al presupuesto o a la facturación anuales de los dos grandes colosos del mundo de la informática, es decir, del mundo, con el permiso quizás de Amazon y alguno más. Sería interesante también ver cuál es el sueldo medio de un empleado de Google o de Apple y la distribución, si el reparto es más o menos justo o injusto, si hay más clase media o se basa en empleados "mileuristas" en relación con los sueldos de la empresa o del país en el que trabajen.

Sería también interesante ver cómo eran estas cifras cuando Jobs cogió las riendas de un Apple, en quiebra técnica, que diría José María García. Y todavía más interesante saber el sistema de gestión empresarial que tienen la compañía de la manzana o la del buscador. Desde fuera pareciera que en Google promueven la iniciativa privada con el famoso 20% del tiempo de cada trabajador para proyectos propios que, de ser interesantes, la compañía puede acabar incentivando y hasta haciendo una joint venture. También desde fuera, pareciera que Apple mantenía un férreo control sobre todos los procesos y que no se hacía nada sin la supervisión y aprobación del propio Jobs.

Una vez establecidos los cimientos, las deducciones no tienen mucho recorrido. Google se podría asemejar a un sistema capitalista basado principalmente en el liberalismo, pongamos EEUU por ejemplo. Apple se podría asemejar a un sistema capitalista/socialista, pongamos China, por ejemplo, donde se hace lo que el líder dice y nadie osa contradecirlo.

Lo que sí tiene más recorrido son las interpretaciones sobre las deducciones. En concreto puede tener más o menos sentido ver a las empresas como países o puede tener más o menos sentido asemejar los funcionamientos internos a sistemas políticos tan distintos. Pero lo que, a mi juicio, no tiene sentido es el partidismo de si uno es mejor que otro porque uno es el Madrid, otro el Barcelona y yo soy del Madrid o del Barcelona. La verdad es que no encuentro sentido a los "fans" de uno u otro lado que cual rivales deportivos de toda la vida se dedican a lanzarse puyas en vez de analizar fríamente qués es mejor, qué es peor y reconocer que para conseguir una meta no hay necesariamente una única forma de conseguirlo. Yo tengo Android porque es el que más se adaptaba a mis necesidades, va razonablemente bien y a un precio que me pareció suficientemente bueno. Dicho de otra forma, mis necesidades eran de gama media o, a ser posible, media/alta y solo Android me proporcionaba acceso a esta gama. Si mis necesidades hubieran sido otras pues me hubiera planteado elegir entre la gama alta de Android y la única gama de Apple y posiblemente me hubiera decantado por Apple y ahora mismo estaría igual de contento que estoy con mis dispositivos Android.

Y también tiene recorrido el preguntarse si Jobs hubiera sido un buen presidente del gobierno. Eso, afortunada o desgraciadamente, ya no lo sabremos.

Un saludo, Domingo.

viernes, 23 de diciembre de 2011

Me apreciaba ... y yo a él

No solo hay momentos buenos; también los hay malos. Y dice el acervo popular que hay más de uno y además tienden a coincidir en el tiempo. En este caso, se han concentrado en una serie de pérdidas de las cuales solo una ha sido realmente importante. Las otras, más accesorias, pero también pérdidas por eso de no quitarle la razón al refranero popular.


En la parte accesoria, hace menos de un mes tenía tres gatos. En un solo día desaparecieron dos de ellos para siempre. Un par de semanas después el tercero desapareció y ahora mismo hay pocas esperanzas de que vuelva a aparecer. Ojalá que nos lleve la contraria, que no estaría mal, nada mal.

En la parte importante, mi suegro. Hace un mes estaba perfectamente, o así lo parecía. Desgraciadamente no era cierto y todos éramos ajenos al profundo mal que le afectaba y que en unas semanas acabaría con su vida. No es ni el momento ni el lugar de dar detalles y, evidentemente, no los daré, pero el martes pasado se produjo el luctuoso hecho. Pasada la una de la tarde, mi mujer me llamó comunicándomelo. Había querido llamarla por la mañana pero primero una reunión de trabajo y luego el trabajo en sí lo había impedido. Terminé lo poco que tenía que terminar, le comenté la situación a mis responsables y me dirigí al hospital.

Al llegar allí me encontré con mi cuñado, subimos y allí estaban mi mujer, mi suegra y algunos familiares más. Tras los iniciales momentos de emoción, terminamos de recoger los efectos personales y bajamos. Mi hermano apareció por allí y empezó a agilizar los trámites burocráticos. La verdad es que solo puedo agradecerle cómo se ha portado.

Algo menos de un par de horas después partió el coche fúnebre para el tanatorio y nosotros para la casa a cambiarnos. Nada más llegar a la casa, me encontré con el destrozo que había causado el perro en la jardinera. Eso era ya lo que faltaba, pero bueno, nada en comparación con lo importante. Tras adecentarnos fuimos al tanatorio de donde la familia de primer grado no saldría hasta el día siguiente y yo igual excepto por una escapada a la tienda para hacer una compra que el destino había precipitado.

Hasta ahora había acudido a velatorios pero nunca había pasado la noche en una tanatosala. El caso donde hubiera sido más probable que lo hiciera me pilló a dos vuelos y dos taxis de distancia: el fallecimiento de mi tío Fali hace ya dos años. Esta vez fui testigo, en primer lugar de cómo se hacen estas cosas en los pueblos (ignoro si en Málaga se hace igual). Esto incluyó que parte de la familia se acercó al Mercadona de rigor para comprar alguna que otra cosa que sirviera de tentempié y/o permitiera esquivar el sueño. No sé si fue por eso, muy probablemente no, pero el sueño me fue esquivo. El único momento en que parecía que iba a dar una cabezada me sorprendió soñando con mi perro mordiendo un cable eléctrico y me desperté sobresaltado acordándome de los ancestros del perro hasta, posiblemente, tiempos de Ludovico.

Sobre las 9, habida cuenta que la ceremonia religiosa sería a las 12:30, regresamos a la casa para tomar una ducha y vestirnos apropiadamente. Aprovechamos también para dejar a mi suegra en su casa y que procediera a hacer lo propio y para pasarnos por el campo a dar de comer a los animales, que los pobres no tenían culpa de nada. Una vez con el deber cumplido y con algo de agua por encima, aproveché que mi forma física actual es prácticamente similar a la de mi hermano hace diez años para vestirme de negro, tal como mi suegra deseaba. Todos los yernos lo hicimos y también mi cuñado. Posiblemente se trata de algo que hoy en día no tiene mucho sentido pero también es cierto que hay que entender que nuestras costumbres no son las costumbres de nuestros padres y que no costaba trabajo hacerlo.

Volvimos al tanatorio y poco después tuvo lugar la ceremonia. Una ceremonia completamente diferente a cualquier otra en la que haya participado. Creo que cualquier hecho diferencial puede ser destacado.
En primer lugar los yernos y el hermano de una nuera porque mi cuñado estaba, lógicamente, muy afectado, llevamos el féretro.Al día siguiente me dolería la zona del hombro donde la madera se apoyó estaba ligeramente adolorida pero en el momento la verdad es que se llevaba bien aún sin estar acostumbrado.
En segundo lugar, en el pueblo pasa todo el mundo tras la misa dando el pésame a la familia. Serían unos diez minutos en los que yo, pegado a la escalera de la salida, tuve que ayudar a no menos de tres o cuatro personas mayores que se tropezaban o trababan al subirlas.
En tercer lugar porque aguanté aceptablemente bien las emociones hasta después del entierro. Sin embargo, cuando miré al empleado público que se encargaba de sellar el nicho con su palustre y su yeso, y descubrí que llevaba un reloj como el que mi suegro siempre había llevado, incluso hasta dentro del hospital, no pude evitarlo y romí a llorar. Imagino que cada uno tendrá su resorte que le hace traspasar ese umbral variable que define cuándo las emociones pueden contigo o tú con ellas. El mío fue ese.

En fin, se nos ha ido mi suegro, un buen hombre. Recuerdo ahora algunas de las palabras que dediqué a mi abuelo cuando escribí sobre su muerte. Creo que dije fundamentalmente eso, que fue un buen hombre. A mi suegro lo conocí mucho menos pero quizás mi edad me ha permitido sacar más enseñanzas del poco tiempo que lo traté. Se trataba de un hombre con una sola palabra de valor superior al de la firma. De esos que puede tardar en darla, pero si la da es para cumplirla. Ya lo dice el refranero: los últimos en prometer son los primeros en cumplir. El trato áspero que ha podido dedicar a otras personas y que era característico de su personalidad nunca lo he percibido cuando hablaba conmigo. Creo poder decir que me apreciaba ... y yo a él. Personas con sus pocas cosas malas nos quedan muchas, con las muchas buenas, nos quedan muy pocos, diría yo. Esperemos que alguna vez vuelvan, si no esos tiempos que los vieron nacer, sí ese tipo de personas.

Un saludo, Domingo.

Feliz Navidad

Aprovecho que este año no voy a enviar felicitaciones personalizadas para enviar una genérica. El martes, poco antes de tener que salir antes de lo previsto del trabajo, me pidieron que hiciera alguna rima de Navidad. Así la hice ... y así la reutilizo.

Me llenan de orgullo y satisfacción,
En estas entrañables fechas,
Abrir con esfuerzo la botella,
Acompañar con la vista el tapón.

Mirando la marca aquella,
Donde acorchado quedó el techo,
Alzo la copa, del cava, lecho.
Un brindis la noche sella.

Nos queda ya poco trecho,
Unos días de emoción,
Comidas, juguetes, ¿carbón?
Y el 2012 ya está hecho.

Un año Nuevo que nos traiga,
Y que todos seamos testigos,
Todos nosotros, queridos amigos,
Salud, Amor, dinero … y lo que caiga.

Un saludo, Domingo.

sábado, 17 de diciembre de 2011

Viviendo

Estas últimas semanas han sido bastante ajetreadas, "hectic" que dicen los ingleses, y lamentablemente no del todo para bien. En estos momentos se alegra uno por estar sano y le gustaría que todos los miembros de la familia lo estuvieran. Es cierto que son etapas de la vida, en concreto la última. Ahora cobran todavía más sentidos las lágrimas de Jose. Mucho me tempo que pronto seré testigo de algo similar y probablemente colabore.

En fin, por lo demás todo bien. Alguna que otra cosilla pendiente para escribir en el blog y también alguna que otra consideración sobre mi propia persona. En particular, a diferencia del año pasado esta vez sí que me he puesto en serio con la tarea de bajar de los 80 kilos. Ya estoy en esa fase a la que no llegué el año pasado según la cual durante el día voy cambiando varias veces de pesar más de 80 kilos a pesar menos. Mi físico lo agradece y mi juego los sábados (ahora no estoy yendo los jueves por mor del primer párrafo) también. Corro más rápido, aguanto más y sigo teniendo la misma pésima puntería que siempre.

No sé si decir que me sorprende la falta de voluntad de algunas personas para luchar contra su metabolismo porque, al igual que las otras veces, no me está costando trabajo comer menos. Sí que es cierto que a la voluntad hay que ayudarle. Me explico; tardé años en comprender que, aunque supuestamente en mi casa yo no comía tanto, realmente sí que lo hacía. Además la forma habitual de "poner la mesa" con platos variados de los que vas picando no ayudaba mucho. En primer lugar porque estaban ahí, no tenías que hacer ningún esfuerzo para que aparecieran. En segundo lugar porque te da cosa que quede comida en el plato ... en cualquiera de ellos. En cambio, cuando he vivido solo, no he tenido ese problema porque yo decidía qué y cuánto comer. Y normalmente eran cosas más ligeras y en menor cantidad.

Lo anterior es aplicable sobre todo a la cena, porque la comida, desde hace casi 12 años, la hago en algún restaurante de los del trabajo. Y es en este punto donde se sitúa el probablemente segundo gran foco de atención. Desde hace unos años, sobre todo cuando descubrí que sí que comía mucho, nunca pido dos platos, siempre pido uno ... o casi siempre. No solo eso, también procuro  no pasarme con el pan y elegir comidas de no demasiado contenido calórico. Mis 4 comidas semanales en el trabajo suelen incluir pescadito a la plancha, ensalada, ensaladilla de pimientos o incluso, esporádicamente, ensalada de salsa rosa, algún filete de carne, pisto, pollo a la plancha, ensalada de pollo ... y de postre, normalmente, fruta o, ahora, un zumito de naranja.

Con comida y cena balanceadas (incluyendo salir a comer fuera o pedir comida), alguna que otra infusión durante el día y poco más, no paso hambre y suelo mantenerme o incluso perder peso. Eso sí, a veces es fundamental dejar comida en el plato, aunque suponga luchar contra más de 30 años de costumbre.

Y lo de los 30 años me sirve para enlazar con otra cosa que quería comentar: me siento bien. Como todo el mundo voy sintiendo el paso de los años, las rodillas, la acidez, etc. Sin embargo, gracias a que hace 1 años pesaba 30 kilos más, ahora a los 30 y tantos pareciera que voy rejuveneciendo. Eso sí, llegará un momento en que eso se acabe ... esperemos y si no mal asunto. Con todas sus cosas malas, la vida aquí donde vivimos nosotros es algo apasionante. Estoy razonablemente satisfecho, si no muy satisfecho, de las cosas que he vivido, aún siendo consciente de que podían haber sido muchas más y solo espero que el resto del viaje, iniciado hace 35 años y acabado dentro de muchos, vaya por el mismo camino.

Un saludo, Domingo.

sábado, 3 de diciembre de 2011

Ya estamos en diciembre

Ya estamos en diciembre, estamos agotando el último de los de los doce 8,33% (más o menos) de año. Probablemente es pronto para hacer balance aunque tampoco es que sea excesivamente tarde. A pesar de todo creo que por ahora no voy a abrir el melón. A ver si me espero al último 4% o así. Por ahora probablemente me limitaré a dar alguna que otra pincelada de las últimas semanas y de las venideras.

A ver, por un lado sigo con mi intención de bajar definitivamente de los 80 kilos, algo que no conseguí, al menos no de forma definitiva, el año pasado. Este lo llevo mejor, ya estoy casi en los 80 y yo creo que cuidándome hasta Navidad lo conseguiré. Luego en Navidad el objetivo será el mantenimiento para posteriormente intentar un segundo objetivo que serían los 75. Aunque eso se parece mucho a las cuentas de la lechera así que por ahora nos quedaremos en que hay que seguir cuidándose, empezando por la semana próxima con sus dos días de fiesta.

Por otro lado, ya casi ha tomado posesión el nuevo administrador de la comunidad y no puedo sino decir que la primera impresión ha sido bastante positiva. A ver cómo sale todo pero al menos he de reconocer que la entrevista me tranquilizó bastante. Otra cosa es lo que quieran los que están moviendo el árbol. Todo puede ser, hasta que de tanto sacudirlo las manzanas de la justicia les sacudan en toda la cocorota.

Por último, el trabajo, bien, no podemos quejarnos y eso ya es positivo.

Un saludo, Domingo.

sábado, 26 de noviembre de 2011

Qué pechá más tonta

Pues sí, qué pechá de llorar más tonta el otro día. La verdad es que la segunda mitad de noviembre no está siendo particularmente buena. Hay cosas serias, aunque afortunadamente no me toquen de lleno, como la muerte del padre de un amigo. Hay cosas secundarias como que se te rompa una cerradura y tengas que cambiarla. Bueno yo no, porque a la hora que llego a casa no es cuestión de ponerse a armar ruido taladrando. Así que hay que pedir ayuda a la familia. Y hay otras que simplemente demuestran lo cruel que es, en la mayoría de casos, la existencia y cuán artificial es nuestra vida actual.

Hace unos años murió atropellado Kite, un gato de poco más de un año. Dos años después, la vida sigue sin ser sencilla y los gatos siguen naciendo y muriendo. Uno de ellos Dexter, un gatito callejero,de uno o dos meses, que ha formado parte, muy brevemente, de nuestra familia. Llegó lleno de pulgas y enfermo, aunque con la vitalidad que le daba el tener que tener que vivir en la calle. Lo adoptamos con la intención de salvarlo de una muerte segura y al par de días parecía que lo habíamos conseguido pues si bien durante el primer y segundo día estuvo muy apagado, poco a poco empezó a coger confianza, a moverse y hasta a ir a su caja de arena para hacer sus cosas.

Sin embargo, su debilidad, los parásitos que tenía y quién sabe si algo que hubiéramos hecho mal, aunque tampoco lo veo muy probable, hicieron que recayera. Este lunes pasado mi mujer lo llevó al veterinario y le dijeron que estaba muy mal, sus heces infestadas de huevos de lombrices y con una temperatura que no llegaba ni a los 35º cuando lo normal en en un gato son 38º. Le suministraron antibióticos y vitaminas con la esperanza de que pudiera llegar hasta el día siguiente y, si estaba algo mejor, intentar desparasitarlo.

Lo pusimos en el salón, en una camita, tapado y con una bolsa de gel calentito para que le diera algo del calor que él no parecía ser capaz de generar. Por la mañana, mi mujer lo encontró, quién sabe guiado por qué motivación, fuera de su camita, en la alfombra, aterido de frío, agonizando. Lo volvió a poner, a calentar la bolsa, a intentar darle algo de suero ... pero en vano. Cuando bajé yo, todavía respiraba, con esfuerzo pero respiraba. Sin embargo, cada minuto que pasaba, la frecuencia bajaba. Creo que lo vi morir.

Como le dije a mis compañeros de trabajo cuando se lo conté y dando título a esta entrada ... qué pechá de llorar tan tonta. Y eso que yo no había tratado tanto con él como mi mujer, apenas lo había cogido o acariciado un par de veces, pero sí que le había puesto el nombre y, por supuesto, le había cogido cariño. Y además de eso uno está acostumbrado a un mundo en el que las mascotas viven muchos años, nosotros apenas enfermamos y cuando lo hacemos nos dan tres pastillas y listos, pareciera que vamos a vivir cien años en pleno uso de nuestras facultades y todo ello no es sino una parte muy pequeña de lo que pasa en este planeta nuestro. Aquí, a unos cuantos miles, si no cientos de kilómetros, la vida es como la de los gatos y las personas rara vez lloran porque se muere un gatito. Primum vivere, deinde filosofare. En esos sitios, las personas son los "gatos".

Eso, por supuesto, no quita para que la muerte de Dexter me diera mucha pena.

Un saludo, Domingo.

Elecciones II

Una mini entrada para valorar el resultado de las elecciones. Más o menos lo que esperaba. Si acaso, un castigo al PSOE mayor de lo esperado y la transfusión de votos hacia casa y otros partidos mayor de lo que esperaba. Los del PP más o menos igual que lo esperado. Quizás esperaba alguno más, en torno a los 190 y al final se han quedado a 4 pero bueno, no creo que les importe. Y la alegría y la decepción del día fueron los 5 concejales de UPyD pero "solo" con un 4,7% del voto, lo cual no le da directamente grupo parlamentario. El hecho de que otros partidos, en particular el PP, querrán mostrar su cara amable, imagino que hará que le den el tan traído y llevado grupo parlamentario.

Como reflexión final, UPyD está recogiendo firmas para que se modifique la ley electoral y todos los votos cuenten exactamente lo mismo. Con la cuarta parte de votos, los filoterroristas han sacado dos parlamentarios más, que manda ... Sin embargo, yo no la he firmado. Creo que hay que modificar la ley electoral pero no necesariamente a "un hombre-un voto". Posiblemente sí que habría que redefinir las circunscripciones. El motivo es que el injusto sistema actual tiene una bondad y es la de facilitar la formación de mayorías. Actualmente es relativamente fácil que un partido consiga mayoría absoluta o que quede a un par de pactos de conseguirla. Un reparto impolutamente proporcional haría que, bien PP, bien PSOE, necesitaran pactar con una pléyadede partidos menores que intentarían imponer cada uno sus condiciones. Es difícil de imaginar pero podría ser hasta más nocivo que la actual extorsión soberanista.

Una última pincelada. En Twitter alguien comentó que ya había votado y que ya podría decir con tranquilidad que el gobierno resultante no le representaría. Eso no es así, ¿si te conviene sí te representa y si no te conviene no?. Pues no, te representarán igualmente, al igual que a mí me ha representado Rodríguez Zapatero durante los últimos casi ocho años, por más que yo no estuviera de acuerdo con muchas de sus decisiones. Lo que está claro es que si voy a Merkel y le digo en alemán que me trate mejor porque Zapatero no me representaba, probablemente se quedaría de piedra porque yo no hablo alemán.

Perdón, la anterior no era la última pincelada sino la penúltima, aprovechando que el Pisuerga pasa por Alemania. Hasta hace unos meses la idea de los eurobonos me seducía. Sin embargo, tras ver cómo han mentido todos (o la mayoría de) los gobiernos mediterráneos, de eurobonos nada hasta que cada país haya puesto orden dentro. Una vez todos tratemos nuestras finanzas nacionales tal como haríamos (o deberíamos hacer) con las de nuestra casa, entonces hablamos de eurobonos.

Un saludo, Domingo.

domingo, 20 de noviembre de 2011

Pérez Reverte

Conocí a Pérez Reverte, imagino que como casi todos, como corresponsal de guerra. Tras eso, llegó el programa Código Uno, hace ya casi 20 años. Tras eso, leí algún que otro libro, aunque no se puede decir que sea muy fan porque solo habrán sido tres o cuatro. Creo que cuatro. La tabla de Flandes, La piel del Tambor, uno de Alatriste, creo, y la Reina del Sur si no recuerdo mal. Sin embargo, han sido sus artículos semanales de Patente de Corso,sobre todo al principio algún que otro artículo suelto que me reenviaban, los que me hicieron forjarme una idea del personaje que no era real tal como él ha comentado alguna que otra vez. A causa de esa impostura en los artículos yo decía que perdía mucha de la razón que tenía en el fondo, por las formas.

Sin embargo, desde hace unos meses, en concreto desde que dijo que un ministro debía salir de casa llorado, empecé a seguirlo por Twitter. Y me encontré con que era más como el fondo y muchísimo menos como las formas. Gracias a Twitter (y también a Google Reader), ahora sí que leo sus artículos semanalmente e incluso reenvío alguno que otro. Reconozco que si se hubiera presentado para la presidencia del gobierno hubiera dudado mucho entre él y Rosa Díez. Pero bueno, lo de las elecciones mejor dejarlo para otra entrada y ahora nos centramos en el escritor que, con motivo de la publicación de su último libro, respondió preguntas de forofos (fósforos que diría Carlos Herrera). El listado de preguntas y respuestas es el siguiente:


http://www.elmundo.es/elmundo/encuentros/invitados/2011/11/02/el-capitan-alatriste/index.html

Mantuve la página a medio leer durante varios días, casi diría que semanas, hasta que al final terminé de leerlo y me decidí a tomar nota de las frases que más me llamaron la atención y, si procede, comentarlas.
  • También nos une la certeza de que en la vida se aprende demasiado tarde y se muere demasiado pronto.Aparte de que la frase ya de por sí impresiona, no dudo ni por un ápice que sea cierto. Eso sí, me causa una cierta desazón pensar que alguien como él que ha visto muchas guerras y ha estado en situaciones límite con 20 ó 30 años (ahora va a cumplir 60), diga que en la vida se aprende demasiado tarde. No quiero ni pensar lo que tardaré en aprender yo y, sobre todo, lo que tardaremos en aprender todas las personas de nuestra maltrecha España, sobre todo los nacionalistas, nacionalistas españoles incluidos.
  • En la guerra se envejece pronto y a veces hasta no se envejece. Relacionada con la anterior y con recuerdos muy frescos que ahora mismo pululan por mi mente. También para ser ampliada en una entrada aparte pero al menos sí que me gustaría comentar que hace unos días se conmemoró el aniversario de la muerte del periodista de guerra Julio Fuentes.El artículo que Pérez Reverte escribió al respecto también es altamente aconsejable.
  • Lealtad a uno mismo y a aquellos pocos en los que todavía cree. Las banderas nunca me inspiraron nada extraordinario, excepto un inmenso respeto por los hombres que se hicieron matar creyendo de buena fe en ellas.Esto me recuerda dos cosas, la primera es que el infierno está lleno de buenas intenciones y la segunda que andamos escasitos de buena fe hoy en día. Al menos por mi comunidad de vecinos.
  • Tanto en mi tiempo como en el de ustedes, somos lo que somos porque fuimos lo que fuimos. Siglos de Historia no transcurren en balde. Lo grave es desconocer esa Historia y, por tanto, desconocer las causas del presente. Creo. Me asombra ver cómo vamos repitiendo errores una y otra vez. En algunos casos lo puedo entender, uno se deja llevar por la dinámica, compra un piso que se revaloriza mucho, luego otro hace lo mismo, el banco que te mete el crédito por los ojos, la gente sin dos dedos de luces que se endeuda mucho más de lo aconsejable ... no debería ser pero hasta lo puedo entender. Lo que no puedo entender es que en un mundo donde deberíamos estar desdibujando fronteras, las cuestiones identitarias y el egoísmo estén tan presente.
  • A la vida se sale llorado. Bueno, supongo que es más fácil decirlo si eres un excorresponsal de guerra. Los que no lo hemos sido (afortunadamente) puede ser que derramemos alguna lágrima, hasta en público. Que llore un ministro no me parece tan mal, ni aunque sean lágrimas socialdemócratas como las del libro de Santiago González.
  • No veo que haya más orgullo en ser soldado español que en ser soldado francés o soldado de lo que ustedes llaman ahora Principado de Mónaco. Una cosa es ser del Madrid porque siempre has sido del Madrid pero eso no quita para pensar que el resto de personas no están equivocados simplemente por pensar distinto y, mucho menos, a reconocer cuando los demás lo hacen bien, aunque sea el Barcelona. Incluso es más que positivo desear que gane el Barcelona si es que lo ha hecho mejor que el Madrid durante los últimos años. Otra cosa será cuando empiece el partido, entonces se te puede escapar un "lástima" cuando el rival del Barcelona falla pero bueno, eso es parte del deporte. 
  • Ser mujer en mi tiempo era recibir malos naipes de la baraja. En los nuestros, evidentemente, la cosa ha mejorado mucho. Sin embargo, todavía siguen llevándose alguna que otra carta mala.
  • Hay un libro extraordinario donde el lector perspicaz aprende lucidez, aprende coraje y aprende sobre todo a encajar la derrota con una sonrisa triste y comprensiva. Ese libro, que me acompañó en varias guerras, es El Quijote del buen Don Miguel de Cervantes. Que fue pobre, fue honrado y fue soldado.No se puede añadir absolutamente nada. Impecable punto y final. Por cierto, he empezado el "préstamo" que me hicieron, "El hereje" de Miguel Delibes y hasta ahora me ha gustado mucho. Al igual que "el prestamista", coincido en que nunca antes había encontrado un libro en español con un vocabulario tan amplio, como mínimo en palabras desconocidas para mí :-).
Un saludo, Domingo.

sábado, 19 de noviembre de 2011

Elecciones

Tras la intenta reflexión de la entrada anterior, un mensaje que no sé si es legal en este día porque puede ser visto como apología de un acto tan vandálico y criminal como puede ser el del robo con premeditación y alevosía y, si puede ser, con intimidación y escalo: Ojalá mañana cobre todavía más sentido el juego de palabras que hay por Twitter donde a Rosa Díez le roban una tilde.

Un saludo, Domingo.

Mala Semana

Pues sí, no ha sido excesivamente buena la semana actual. Y el caso es que no empezó mal, al menos no mal del todo. Durante lunes y martes impartí un curso en el trabajo; el de siempre. La verdad es que no me había preparado en absoluto el curso pero a pesar de todo iba mucho mejor que otras veces porque al menos esta vez sí ya lo conocía. Era el mismo que habré dado tres o cuatro veces antes, a razón de dos por año y en el que básicamente comento a los asistentes que hay que tener mucho cuidadito con lo que se hace o lo que se dice; sobre todo con lo que se dice/escribe a un cliente.

El curso dura dos días pero a los 5 minutos de empezar ya saben qué es lo importante que deben sacar de él, lo que acabo de comentar o, como también lo llamo, la versión reducida del mismo. El resto pues nada, dar el temario y sobre todo al final reírnos de la gran profundidad de las secciones que se habían añadido con respecto al del año pasado. En concreto, a gente que lleva más o al menos en torno a 10 años trabajando en el mundo de la informática había que enseñarles las cosas básicas de la Suite Ofimática Microsoft Office, con especial atención a Microsoft Word y a Microsoft Powerpoint. Como decía una de las alumnas, su hija de nueve años podría impartir un curso con esos contenidos.

Lamentablemente, justo antes de experimentar el deleite de alinear varios elementos en Powerpoint, recibí una llamada de la mujer de un amigo, Jose. El fatal desenlace que tanto temíamos desde fuera cuando le preguntábamos por la salud de su padre, se había producido. Una muerte dolorosa, como todas las muertes, pero además de estas de ... "tras una larga batalla contra la enfermedad". Los últimos tiempos han sido complicados en esa familia y, aunque esté mal decirlo, al menos ahora descansan ellos y descansa él.

Al salir de trabajo me pasé por el tanatorio donde estuve un rato acompañando a la familia. Él, dependiendo del momento, estaba más sereno en cambio en otros se mostraba profundamente afectado como por otra parte es más que comprensible. Hoy ha jugado, según parece su padre siempre le decía que viniera a jugar, y tras unos cuantos remates infortunados, por fin ha marcado. Evidentemente era el momento que estaba esperando para levantar el dedo al cielo y dedicarlo junto con un beso. La verdad es que ha sido muy emocionante, al menos para mí.

El miércoles por la mañana asistí al funeral. El sacerdote, bastante mejorable, al menos a mi juicio. Tampoco es que lo hiciera mal pero no sé si los mensajes que lanzaba eran los mas idóneos. Tras acabar, se produjo el momento de la despedida antes de que se lo llevaran y procedieran a la cremación. Ese momento es siempre el más complicado, claro está. Bueno, en caso de incineración, en caso de entierro creo que es cuando te vas dejando el cuerpo que antes reconocías como a una persona y ahora sabes que es poco más que un montón de átomos de carbono, oxígeno, hidrógeno, etc, debidamente ordenados de forma que parezcan igualitos igualitos a esa persona que tanto amaste y de la cual te toca despegarte, para siempre, en ese justo momento. Ya lo dice, cruelmente, el refranero español, el muerto al hoy y el vivo a su casa.

Miércoles y jueves fueron más o menos normales en el trabajo, con una cantidad moderada del mismo. Sin embargo el jueves, no era, ni iba a ser un jueves normal. Por lo pronto no jugaba al fútbol porque había reunión de comunidad. Reunión que, iluso de mí, creía que acabaría con la dichosa polémica del toldo.

Llegué a casa, me duché y salí al patio. La cosa empezó bien, con el presidente, hipócrita presidente añadiría, pidiendo perdón por lo ocurrido en la ocasión anterior y manifestando que en absoluto tenía nada contra nadie. El principio desde luego fue conciliador y me daba esperanzas para el punto clave de la reunión. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. Con un cinismo y una impudicia comparables a los mejores momentos de la segunda legislatura de Rodríguez Zapatero en los que día sí, día también se nos hablaba de brotes verdes, salieron todos a una a defender su postura que no era más que la de fastidiar a quien querían fastidiar, independientemente de quien pudiera caer por el camino.

La razón oficial es que el número de cambios no autorizados por la comunidad se ha desmadrado y hay que poner pie en pared. Pero curiosamente no demandan a todos aquellos que puedan ser objeto de demanda, solo demandan a los que decidieron demandar originalmente que no éramos más que los que pensaron que hacía falta para demandar a la que querían demandar. La verdad es que no voy a perder mucho tiempo en comentar la reunión pero al menos sí lo haré con dos momentos muy esclarecedores. El primero fue cuando comenté que por coherencia se debía actuar contra todos aquellos que tuvieran algo "ilegal". Por supuesto la callada fue la única respuesta y como ese no estaba en los puntos del día, ni me molesté en reiterarlo. No en vano ya habían conseguido lo que querían, por un muy escaso margen, 8 a favor, 7 en contra y 3 abstenciones. Lo de las abstenciones sinceramente no lo entendí muy bien pero bueno, es algo respetable.

Lo que no fue respetable fue el compadreo y las risitas al ganar la votación y al denegar luego, cuando llegó otro vecino, que pudiera votar y forzara así un empate. Las pocas dudas que pudieran quedar de que aquello era algo personal se esclarecieron en aquel momento con alguna que otra frase "curiosa".

Por lo demás, cosas con las que me quedo de la reunión:
  • No me esperaba la cobardía de algunos que dieron su voto al secretario, entiendo que con la única intención de no dar la cara pues la reunión se comunicó hace ya un tiempo y mucha casualidad es que las dos personas de la casa tengan una cita ineludible a las 9 de la noche.
  • Hacía frío pero con aquella demostración de desfachatez se me cortó el cuerpo y ya tiritaba. Pasé mucho frío, sobre todo hasta el final.
  • En otra ocasión hubiera intentado razonar pero en aquella era tan obvio que las motivaciones de los instigadores eran sentimentales, que cualquier tipo de raciocinio estaba descartado. Eso además se pudo comprobar poco después porque, alguien a quien ya había calado en las reuniones anteriores volvió a demostrar que solo él puede llevar razón. Así, evidentemente, no merece la pena ni molestarse. 
  • Por diferentes motivos la reunión es más que susceptible de poder ser impugnada, en parte o incluso en todo. Veremos qué pasa y, en caso de ser impugnada, veremos qué pasa cuando se vuelva a votar.
Con todo, eso carece de la menor importancia en comparación con la conclusión principal: La decepción. Por todo, por el trato recibido casi como si fuéramos delincuentes, por la desfachatez, la cobardía y hasta la baja calidad personal de personas con las que no solo no teníamos ningún problema sino que nos llevábamos (o eso pensábamos) bien con ellos. Ahora te queda la duda de cómo va a cambiar tu forma de comportarte. Personalmente no voy a negar el saludo a nadie pero tampoco voy a perder un minuto en estar con alguien que merece tan poco la pena y que no es ni capaz de decirte las cosas a la cara. Eso en cuanto a lo personal, en cuanto a lo colectivo, creo que en las reuniones intentaré dejar de pensar en el bien de la comunidad y pensar solo en mi bien propio. Según parece lo otro ya no se lleva.

Y, claro está, también la conclusión secundaria. Ellos pierden más que yo. Yo, a lo sumo, solo perderé dinero, a pesar de que ya he dicho al compañero con el que como en el trabajo que si el lunes no aparezco es porque me han llevado al trullo por no cambiar el toldo :-D.

Un saludo, Domingo.

sábado, 12 de noviembre de 2011

Cosas que se aprenden

Cuando somos niños aprendemos mucho y olvidamos poco. O para ser más justos, aprendemos muchísimo y olvidamos mucho. Ese "delta", esa diferencia entre las cosas que aprendes y las que olvidas imagino que seguirá algún tipo de curva, quizás estrictamente creciente al principio, pero seguro que decreciente a partir de un momento. Y no solo eso, llega el momento en el que olvidas más de lo que apredes, llegando a olvidar cosas que habías aprendido y que han estado contigo durante casi toda la vida o al menos durante muchísimos años.

Un ejemplo sería mi abuela paterna. Con 91 años, evidentemente ya hace algún tiempo que apenas retiene recuerdos nuevos, al menos no de forma duradera y sí que va olvidando cosas. El otro día le dijo a mi madre que no le gustaba comer, ni nunca le había gustado, cosas que siempre le habían gustado. Es triste, pero por otro lado es la vida, simplemente la vida. Curiosamente ella dice con cierta frecuencia cosas como "todavía no he perdido la cabeza, vamos yo creo que todavía razono". Y tiene razón, todavía no ha perdido la cabeza, todavía razona. Sin embargo, también es cierto que ya no es la que era y ella simplemente no se da cuenta de ello. Sí que se da cuenta de sus nuevas limitaciones físicas y quizás también es consciente de vez en cuando de que olvida cosas. Pero posiblemente también olvida que las olvida.

Otro ejemplo, con algo menos de edad en algunos casos y con mucha menos en otros, son los políticos. Ellos también olvidan pronto sus errores o los aciertos ajenos. Incluso (la memoria tiene esas cosas y la selectiva más) convierten en propios los éxitos ajenos y en ajenos los fracasos propios. Pero no, hoy no voy a hablar de políticos, aunque la política sí que me va a servir como hilo conductor. Por lo pronto, no sé cómo quedará esta entrada pero espero que no como la anterior. Probablemente dejó traslucir un gran desencanto con nuestra clase dirigente pero la verdad es que no era esa su intención. En principio solo quería comentar algunas cosas que me habían llamado la atención, sin ninguna otra pretensión. Sin embargo, una cosa llevó a la otra y ... ya se sabe.

Pues bien, lo que quería comentar hoy está sobre todo relacionado con un antiguo compañero de trabajo a quien reencontré en Twitter. De la naturaleza de su trabajo así como de la de los tuits que envía deduzco que tiene contactos en un partido político que no se las promete muy felices a pesar de lo que diga su exdeportista candidato. Y también de la naturaleza de su trabajo y de los contactos deduzco que su sueldo lo paga el ayuntamiento por lo que también es lógico que él esté agradecido, sobre todo si la otra alternativa era el ser el parado número cinco millones uno.

De nuevo, de la naturaleza de su trabajo puedo plantearme si es más o menos necesario o más o menos productivo. Y si me lo planteo probablemente la respuesta es que, como tantas cosas públicas, dependerá de cómo se haga. Bien realizado puede dinamizar la economía de un pueblo o al menos generar algún que otro puesto de trabajo. Por otro lado también existe la posibilidad de que más que una inversión sea un gasto, no sabemos si más o menos superfluo porque tampoco sabemos la realidad de la zona.

En cualquier caso, se trata de una persona vehemente en sus defensas y en sus llamadas a la votación del candidato que él considera mejor. Y esto me llama la atención porque entiendo que habrá muchas personas como él, trabajando para el partido o no, pidiendo el voto. Y me llama la atención porque estas personas, al menos en los mensajes que he visto, solo plantean lo malo que es o puede llegar a ser el rival y lo buena que es la opción propia. Ni siquiera se puede leer algo como ... mi candidato y sus amigos lo han hecho mal, muy mal, pero confío en que han aprendido y en cualquier caso confío en que el peor gobierno de los míos siempre será mejor que el mejor de los otros. Algo así le dijo Zapatero a Rajoy hace 4 años, pero refiriéndose al paro, en una de las frases que más recordaremos durante los próximos años.

Bueno, que más recordaremos algunos porque a otros ya se les ha olvidado. Es curiosa la memoria. Si un deportista de élite puede estar en activo hasta los 35-40 años, me planteo hasta cuándo puede estar a máximo nivel nuestra memoria. O nuestras capacidades intelectuales en general. Suponiendo que estoy viviendo ahora mis mejores momentos físicos (lo cual es cierto) y suponiendo que pueda estirar mis capacidades hasta los 45, me quedarían 10 años para aprender una de la cosas más importantes de mi vida. ¿Trabajando de qué me quiero jubilar?. Sin duda, esa es una de las cosas, muchas cosas, que todavía me quedan por aprender.

Un saludo, Domingo.

sábado, 5 de noviembre de 2011

Tienda de campaña

Me imagino a nuestros políticos como al "Último superviente/Ultimate Survivor (aunque la traducción al español sea errónea)" durante esta campaña electoral. Él decía que cuando rodaban en un sitio y  tenían cerca el "hotel" (podía ser hotel, albergue, tienda de campaña o cualquier tipo de alojamiento) para los acompañantes, no dormía en una cómoda cama sino que dormía en la negrura y la espesura del bosque o lo que es lo mismo, poco y mal. De él me cabe la duda acerca de si lo hacía o no. En cualquier caso, estaba claro lo que era, una recreación más o menos fidedigna de cómo se podría vivir/sobrevivir ahí afuera o, si me apuras, de cómo vivían/sobrevivían nuestros ancestros no hace tantos años.

Como decía, de este hombre me caben las dudas, de los que no tengo dudas es de nuestros políticos actuales, al menos de aquellos que casi con toda probabilidad van a gobernarnos durante los próximos cuatro años después de habernos "desgobernado" durante los últimos casi 30. No dudo que una campaña no sea dura, muchos eventos, mucha responsabilidad, mucho lo que sea. Pero sinceramente cuanto más escucho a los candidatos y a los que los secundan cada vez me pasmo más. Debe ser que he sido tonto durante mucho tiempo y ahora empiezo a ver lo que tan claro era. O quizás no, quizás es solo la edad. O quizás tampoco, los cambios que se han sucedido durante los últimos años eran necesarios pero ahora es igual de necesario deshacerlos. ¿Quién sabe?.

En cualquier caso, me han llamado la atención las siguientes cosas que he escuchado/leído últimamente:

  1. Una cuña de radio del gobierno animando a la gente a hacerse autónomos. Está bien pero es una lástima que llegue 5 millones de parados tarde. Bueno y lo de está bien, con matices. Lo escuchas y parece el aquel del Tío SAM reclamándote para el ejército. Lástima también no solo que hayan pasado 5 millones de parados sino que nunca, a ningún gobierno, les han importado. Mi padre lo fue durante muchos años y, tras ver ese ejemplo, decidí que, salvo que pudiera evitarlo o lo viera muy claro, yo no lo sería.
  2. Entrevistaban en la radio a responsables de campaña a nivel local de Andalucía. Los mensajes, los de siempre. Los unos no han tenido la culpa a pesar de gobernar durante 13+8 años, bueno sí, pero muy poquito y mucha más culpa los otros que dejaron una herencia neocon/ladrillesca envenenada. En cualquier lugar da igual porque son una opción mucho mejor y confían en dar la vuelta a las funestas previsiones. El por qué de las funestas previsiones ... bueno, eso para otro día. A estos no es que tuviera claro que no iba a votarles, es que parece claro que solo los votarán familiares y amigos ( con esto no quiero decir que sean pocos, serán al menos un 30% de los votantes, supongo)
    Los otros van a asumir el problema cuando lleguen y al igual que hicieron en el 96 llegarán y nos salvarán a base de arremangarse y sacrificios (esto de arremangarse y los sacrificios es mío, ellos no hablan de eso no vaya a ser que se les escape un voto). Por supuesto no hablan de por qué sus comunidades tienen los mismos problemas que las que están fatal porque hasta ahora las gobernaba el otro. Decidí que no iba a votarles desde el primer día que se dedicaron no a no hacer propuestas como decía el gobierno (algo completamente falaz porque la responsabilidad era suya, no de la oposición) sino a dejar pasar el tiempo para que la crisis les llevara camino a la Moncloa.
  3. Alemania ha levantado una alfombra y se ha encontrado 55.000 millones de euros. Dicen que no, que no ha sido la alfombra sino que se habían equivocado con el excel, le dieron dos veces al Ctrl+V y pusieron dos filas con 55.000 millones de pérdidas en vez de una. Resulta sospechoso, sospechoso además de haber hecho trampas en su solitario y que ahora en vez de deuda sea cualquier otra cosa mala que no compute como deuda. Pero bueno, son alemanes por lo que lo mismo es verdad que se encontraron el billete de 55.000 millones de euros bajo la alfombra sin necesidad de que el billete sea falso.
    Por otro lado, Irlanda ha tomado ejemplo y también ha levantado su alfombra. En este caso ha salido calderilla, no sé si 3 ó 4 mil millones, nada comparado con los 55 de su prima alemana pero bueno, que tampoco estorban. Así que visto lo visto, me permito aconsejar a alemanes e irlandeses que revisen todas las alfombras de la casa, aunque con mucho cuidado no vaya a ser que las alfombras sean griegas y esto sea pan para hoy y hambre, mucha, para mañana.
    Eso sí, lo de levantar las alfombras que lo hagan en Alemania y en Italia, aquí en España que no lo hagan que me da miedo lo que pueda haber. Ojos que no ve ...
  4. Ayer fui a ver una obra de teatro. Es la primera de un ciclo que empieza ahora y que durará hasta finales de mes. El ciclo lo publicitaron el mismo día a través de la Diputación. No caí ayer pero hoy me llamó la atención tanta premura. Eso y que, estando suscrito al boletín de la diputación para este tipo de actos, hiciera tiempo que ya no llegara ninguno. Y llegó justo ayer que empezaba esto, que en realidad no es suyo sino que está cofinanciado por ellos (los precios son realmente muy buenos) y, sobre todo, que la duración sea durante el mes de Noviembre. ¿Otra forma más de campaña electoral?. Léase con el conocido soniquete infantil:
    Qué buenos son alcalde y concejales,
    qué buenos son, nos llevan al teatro de excursión
Y ya para acabar, para ligarlo todo, se me ha ocurrido hacerme autónomo y dedicarme a escribir discursos de políticos, cualquiera de ellos. Creo que podría ser un buen negocio. El problema, el de siempre, no valdrá con que seas bueno, te tendrá que enchufar alguien del partido. Bueno, eso y el inherente a ser autónomo, claro está. Conclusión, si tuviera 10 años menos y fuera libre como el viento, me iba a Alemania; pero sin pestañear y sin mirar, bueno un poquito sí pero a amigos y familia, hacia atrás.

Un saludo, Domingo.

sábado, 29 de octubre de 2011

Tecnología y futuro

Hace unos años, pongamos veinte, algunos si no muchos eran los que decían que los ordenadores eran el futuro. Hace unos años, pongamos diez, mucha gente decían que los ordenadores eran el futuro. Desde entonces alguna vez me lo han dicho y yo he contestado que no, que ya eran el presente. Hoy en día no es concebible una oficina, de nada, sin un ordenador. Creo que Punset en alguno de sus libros hablaba también de "nativos digitales" para referirse a los niños para los que un ordenador es algo mucho más común que una vaca, por ejemplo.

Hará también un par de semanas me enviaron un vídeo en el que se veía un niño, niña quiero recordar, manejando un iPad y viendo con toda normalidad cómo este respondía a sus dedos. En cambio, luego le daban una revista de papel y le cambiaba completamente la expresión. Pasaba una y otra vez el dedo pero las imágenes no se movían. A lo más que llegaba era a pasar página lo cual dejaba otro "iPad inservible" ante ella.

Creo que ese vídeo, y muchas cosas más pero en particular ese vídeo, simboliza lo que diré a partir de ahora. Los ordenadores ya no son el futuro, ya son el pasado. No es solo que yo ya tenga claro (todo lo claro que se pueda tener) que ya no me compraré un ordenador de sobremesa sino que en el mejor de los casos será otro portátil como han sido los últimos tres ordenadores "convencionales" que he comprado. Pero es que al ritmo que va la tecnología dudo que vaya siquiera a comprarme otro portátil. Lo más seguro es que el próximo portátil que sustituya al que compramos a principios de año sea un tablet o incluso un móvil que se conecte por HDMI al televisor (que será el monitor) y al que añada ratón y teclado inalámbricos.

De hecho ya estoy empezando a modificar mis hábitos de consumo de información digital. Si bien es cierto que sigo leyendo noticias en el ordenador, cada vez más las leo en el tablet o en el móvil. Hoy por ejemplo me he tumbado en la cama a descansar pero como no tenía sueño, cogí el móvil y mientras escuchaba la grabación del programa de radio que suelo escuchar en el coche al volver del trabajo, iba quitando, una a una, todas las noticias que tenía almacenadas en Google Reader. Además, durante esta semana he mejorado alguna de las suscripciones que tenía en Google Reader con el uso de FeedRinse por lo que ya hay un menor número de elementos que no me interesaban y la experiencia es mucho mejor.

Por otro lado me pica el gusanillo de trastear con el móvil e incluso instalar alguna versión de Android que no sea la oficial con el único objetivo de quitarme todas esas aplicaciones inútiles que vienen instaladas y que las operadoras no te dejan desinstalar. Aunque bueno, ya veremos cuál es la vida del gusanillo. Lo mismo se trata de un gusanillo de vida corta y sin mucho futuro.

Y precisamente hablando de futuro, retomo mi idea general de esta entrada. Una vez dicho que los ordenadores son el pasado, que el presente son las tabletas y los móviles y el futuro no sé muy bien cómo será pero pueden ser materiales con propiedades maravillosas propias de ciencia ficción a los que se les hable (ahí está el SIRI de Apple), me interesa saber cómo será el mío no en vano, como decía Woody Allen, es donde voy a pasar el resto de mi vida.

Por supuesto que no lo tengo claro y no sé si es el momento de tenerlo pero quizás sí que es el momento de pensar en él. Por ejemplo, la directora de mi banco me envió un correo el otro día para que me abriera un plan de pensiones. Me pasé toda la tarde informándome sobre las ventajas y desventajas de los Planes de Pensiones, los PPA o simplemente quitar cuota de la hipoteca. Me hice una hoja excel y simulé decenas de casos. Los resultados podían variar según la elección (o según cómo saliera la elección) en 100.000 euros por ejemplo. Cuando ya tenía claro que lo mejor posiblemente era el Plan de Pensiones o PPA pero que implicaba una inseguridad/riesgo que quizás no merecía la pena, llegué a otra página donde  hablaban de las cosas que no te cuentan cuando contratas el producto. Y ahí ya dejé de hacer cuentas.

Ayer me volvieron a preguntar desde el banco por el producto. Les pedí que me informaran sobre todo lo que importa y que curiosamente en la web (donde me habían dicho que mirara) no aparecía o al menos no de forma evidente. Me emplazaron a ir a la sucursal a que me lo explicaran. No puedo, no tengo tiempo, mi horario no acompaña y además tengo mis dudas acerca de si me lo explicarán bien, o al menos como a mí me gustaría. Entre otras cosas de poder hacerlo imagino que me podían haber informado por correo, que para eso está la tecnología, para facilitar la vida, no para yo tener que llegar un día tarde porque me han estado explicando cómo funciona el plan de pensiones y las diferentes comisiones que existen.

Un saludo, Domingo.
P.D.: Hoy he enviado un tuit a @UPyD y a @pinedaandalucia, el candidato de UPyD por la provincia de Málaga. Les he sugerido que no se opongan a que a los políticos les paguen el ADSL y los iPhones. En vez de eso que lo promuevan, que hagan videoconferencias y nos ahorremos las dietas. Seguro que los pobres contribuyentes nos ahorramos muchísimo.

domingo, 23 de octubre de 2011

15 años después (II)

Una entradita rápida para comentar las experiencias vividas aquella noche. La verdad es que, al igual que hubo momentos (sobre todo los iniciales cuando apenas había nadie de mi promoción) en los que ni fu ni fa, hubo otros en los que lo pasé muy bien viendo cómo afloraban antiguos recuerdos tanto en mí como en otras personas, recuerdos que en muchos casos eran absolutamente complementarios porque trataban de cosas que el otro no recordaba en absoluto. Como puntos principales:

Hubo más de 150 personas y ya están pensando en la próxima porque hubo mucha gente que no pudo asistir. A mi juicio, tiene más sentido hacerlas en plan americano, por promoción porque es verdad que allí no conocíamos al 80% ó el 90% de la gente.

Mi  opinión es que todo se preparó con muy buena fe pero con éxito relativo. Eché de menos un programa (o adherirse a él si es que lo hubo), un sitio con mejor acústica y algo más formal en plan mini-conferencias de 10 minutos que permitieran a la gente ponerse al día de muchas cosas. Que conste que es lógico que no sea así, al menos en la primera ocasión que se hace en 20 años y que conste también que prepararlo podría quitarle naturalidad pero lo contrario tiene sus desventajas como que la gente no se reconoce o tenga  que contar  la misma historia varias veces.

Yo mismo fui testigo, mejor dicho, protagonista de una metedura de pata por no reconocer a mi interlocutora. En concreto había visto a una chica bajita que me resultó ligeramente conocida pero que supuse que estaría en la clase de al lado a la mía. Todo lo contrario, era de mi misma clase y me llevaba muy bien con ella. Al menos a ella le pasó lo mismo conmigo, no me reconoció pero sí que tuvo el desparpajo de preguntar a las amigas :-). Por cierto, esta chica estuvo contando alguna de sus desventuras culinarias, desventuras que no voy a contar aquí porque no es plan de decir que usó lo que no era para hacer aquello :-). El caso es que era tan divertido que le pedí permiso para contárselo a mi mujer y que la pobre viera que alguna de las cosas que a ella le han pasado tampoco son tan graves :-).

Entre las cosas  negativas, la ausencia de muchos de los chicos (solo dos fuimos) incluyendo aquellos que eran mis mejores amigos en la infancia. La verdad es que el contacto que mantenemos es prácticamente nulo por no decir completamente nulo, pero hubiera estado bien que hubieran podido asistir.

Y entre las cosas positivas, sin duda, el reencuentro con la Señorita Manoly quien me pidió que no la llamara de Usted y a quien, con todo el dolor de mi corazón (tampoco fue tanto) le dije que no podía ser, que son costumbres muy arraigadas y eso no se podía cambiar. No se lo dije porque no tuve la ocasión pero le iba a decir también algo que probablemente me enseño ella: hay que llamar de Usted a las personas que nos superan en edad, conocimiento o posición social y en esta ocasión se cumplían las tres.

Resumiendo, la fiesta estuvo muy bien. Creo que establecer la costumbre de repetirla de  forma anual no estaría mal aunque el hacerla con mayor frecuencia (tal como algunos sugieren) podría provocar que la gente se harte y se olvide pronto.

Por último, casualidades de la vida, este jueves me encontré cuando entraba al pabellón de Carranque con mi antiguo profesor de Educación Física del instituto: Rubén. Lo reconocí al instante y él también me reconoció. Hablamos durante unos minutos, resultó que conocía o era conocido por alguno de mis compañeros de fútbol y me preguntó por mis compañeros de instituto. Le dije que no sabía nada de prácticamente ninguno de ellos y que además ahora no vivía en Málaga. De nuevo otra casualidad de la vida, también resulta que él vive por aquí.

De él recuerdo varias cosas, por ejemplo que uno se tomó un trippy (o eso dijo) y estuvo haciendo tonterías en su clase. También que siempre nos decía que teníamos que correr a la velocidad que nos permitiera hablar con el compañero de al lado, algo que me sirvió mucho la primera vez que perdí peso a base de correr mi horita diaria. Y por último, cuando desde la segunda planta alguien se dirigió a él (con la cabeza aproximadamente tan llena de pelos como la mía) de la siguiente forma:

¡¡¡Ay rockabillie con el tupé!!!

No echo de menos esos tiempos pero, ciertamente, sí que resulta agradable recordarlos.

Un saludo, Domingo.

Colores de cristales

Mucho se ha escrito en estos últimos días, primero sobre la famosa Conferencia rebautizada por algunos como el Festival de San Sebastián (incluyendo el número circense del tragafuegos entre el presidente de los socialistas de Euskadi y el de todos los vascos) y luego sobre la todavía mucho más famosa declaración que unos terroristas encapuchados enviaron, como dicta su modus operandi, a la BBC. No me he puesto a mirar qué dije en la anterior tregua pero supongo que no cambiará mucho de lo que voy a decir ahora, incluyendo por supuesto un recuerdo a la memoria de Miguel Ángel Blanco (no es probable que una víctima de ETA lea esto y si lo hace espero que no se moleste porque no es más que una expresión de un sentimiento muy personal y es que a mí, personalmente, ningún otro caso me ha impactado como lo hizo este.

Pero volviendo a la actualidad, el otro día en Twitter alguien preguntaba:
¿En qué clase de país vivimos en el que tienes que EXPLICAR por qué es bueno que una banda terrorista deje la violencia?

Y mi respuesta fue la siguiente:
Uno en el que no es lo mismo DECIR que CUMPLIR lo que se dice. Ojalá esta vez sí cumplan lo que dicen.

Yo doy por sentado que todos queremos lo mismo, los que retuiteaban el mensaje original y los que no lo hicimos y hasta respondimos. La diferencia está en el grado de escepticismo con el que nos tomamos una noticia hasta ahora inaudita. Unos (con lógica) ven circunstancias completamente nuevas (Bildu en las instituciones, ausencia aparente de actividad desde hace un tiempo y diferente lenguaje en los comunicados) y otros (también con lógica) recuerdan "circunstancias nuevas" del pasado en las que al final nuestro gozo quedó en un pozo, recuerdan robos de coches con policías franceses asesinados, etc.

En este sentido me han resultado particularmente reveladoras las declaraciones de Rosa Díez que no voy a repetir aquí. Quien quiera buscarlas no tendrá el más mínimo problema en hacerlo y además en encontrarlas. Pero aunque me parezca esa postura la más acertada, tampoco puedo reprochar la actuación pública del actual presidente y probable futuro presidente haciendo lo que todos los presidentes anteriores y yo mismo si me correspondiera, haría.

Otra cosa es que Rodríguez Zapatero siempre ha tenido una cierta fijación por ser el presidente que acabara con ETA. Así lo prometió en la campaña electoral del 2004 cuando dijo que acabaría con ETA en una legislatura. En esa legislatura, ETA lo engañó (y él a nosotros, por cierto, pero tampoco creo que sea relevante para mi argumento).
En la segunda, cuando la percepción general (justa o injusta, me da igual) es que va a dejar el país hecho unos zorros, comprendería que al menos quisiera irse llevándose la medalla de haber sido él quién acabó con la banda terrorista.

Ahora diría que ojalá ETA no vuelva a engañarlo ni a él ni a todas esas personas de buena voluntad que han guardado los periódicos del 20 de Octubre y desde entonces se sienten más seguras, háyanse sentido antes delante o detrás de unas pistolas. Si es cierto el interés genuino de ETA por dejar de matar sin ningún tipo de contrapartidas, quiera Dios que el próximo gobierno (del PP muy probablemente) no lo fastidie.

En cualquier caso, ahora mismo no sé quiénes tienen la razón, si los que se alegran y dan por descontada la rendición de la banda, la entrega de las armas y el final de la violencia (exceptuando quizás algún grupúsculo al estilo IRA Auténtico), aquellos que presuponen que no es más que otra jugarreta más de la misma o la de los que no tenemos ni idea de cuál es la realidad. Solo el tiempo dará y quitará razones y, por el beneficio de todos, espero que dentro de un año (o tres o cuatro) pueda decir que mis dudas eran infundadas, lógicas, pero infundadas.

Un saludo, Domingo.

sábado, 15 de octubre de 2011

15 años después

Unos 15 años hará de la última vez que vi a muchos de mis antiguos compañeros de colegio. Hoy, con la facilidad que dan las redes sociales, volveremos a vernos. La verdad es que tampoco espero mucho de la cita pero por poco que sea siempre está bien volver a ver a la gente con la que compartíamos nuestras vidas cuando nuestra (mi) única preocupación era tener una letra ilegible, o casi, me veía en un futuro como un científico en un laboratorio o como un juez y no como matemático o informático y cuando no cabía en mi cabeza que las amistades de la niñez no duraran toda la vida.

Y en concreto tengo particulares ganas de ver a la "Señorita Manoly", sin duda, una de las grandes influencias de mi niñez y, por tanto, de mi vida. En el grupo de Facebook donde empezó todo escribí hace unas semanas lo siguiente:


Severo Ochoa te dicen,
En amigos tú piensas,
Veinte anos más quince,
Engrasan ya la cuenta.
Refléjase en los aprendices,
Orfebre hábil, la maestra.
 
Orquídeas mecidas, suave viento, 
Cicerón y alumnos, todos juntos, 
Horticultores del conocimiento 
Otrora niños, ahora adultos, 
Aquellos son nuestros cimientos.  
 
Un saludo, Domingo.

sábado, 8 de octubre de 2011

Clase magistral de economía en seis tuits

Pues eso mismo es lo que pretendo, solucionar el problema que trae de cabeza a tanta y tanta gente que cobra sueldos millonarios de nuestros impuestos y, de paso, el de varios millones de personas. Como propina, además, resuelvo gratis el de Alemania/Francia con Grecia, Italia e incluso Irlanda aunque por allí parece que ya no llueve tanto.

Todo empieza hace dos o tres días cuando, no sé muy bien por qué motivo, me encontraba pensando acercas de las medidas que se quieren tomar, que se dicen que se van a tomar o que se dicen que se tendrían o no se tendrían que tomar, dependiendo de quién hable. Había influido en mi persona una entrevista al coordinador general de Izquierda Unida en Andalucía, Diego Valderas en la que, por supuesto, decía que la salida de la crisis habría de pasar por la creación de empleo público que incentivara el consumo y tirara a su vez del sector privado. Receta compartida por entre el 30% y el 40% de los españoles. Enfrente, con otro tanto apoyándola (y yo entre ellos), la idea de que debe ser la iniciativa privada y, añado yo, la pequeña y mediana empresa, la que va a sacar al país del atolladero, como siempre (eso también lo añado yo).

Sin embargo esta vez en vez de pensar en que las ideas de Valderas eran erróneas, me dio por pensar que la crisis es global y afecta a gobiernos con carga positiva o negativa, cojeando de la pierna derecha o de la izquierda o tuerto de cualquiera de los dos ojos. Y me dio por pensar que un sistema no es ni bueno ni malo sino simplemente un sistema. No solo eso, un gobierno de izquierdas o derechas de un país nórdico posiblemente será mucho mejor que un gobierno de derechas o izquierdas de un país mediterráneo. No es casualidad que la Italia de Berlusconi y la España de Zapatero se den la mano en cuanto a problemas económicos pero por sus políticos no por sus políticas. La solución sería aplicar medidas de sentido común en las que todo el mundo estuviera de acuerdo. Por ejemplo, un asunto sobre el que también se habla bastante últimamente a raíz de las medidas tomadas por el gobierno de Esperanza Aguirre. Yo soy el primero que dice que la educación nos debe sacar de aquí. Sin embargo creo que eso no es incompatible con recortes.

Más de uno conocerá a algún profesor incompetente que, tras aprobar sus oposiciones se dedica a sestear, a echar el culo para afuera y a criticar todo lo criticable. De igual forma, todos conocemos profesores comprometidos que llegan los primeros, se van los últimos y se llevan trabajo para casa. Un recorte en el sueldo es igual de injusto para los primeros que para los segundos. Para los segundos porque no se merecen en recorte, para los primeros porque no se merecen el sueldo. A esos no habría que recortarles nada, habría que localizarlos y ponerlos de patitas en la calle. Y he aquí el problema, la localización de estas personas.

Problema además extrapolable a toda persona que pertenezca al cuerpo de funcionarios. De hecho, los funcionarios se quejan, y con razón, porque cuando uno habla de funcionarios solo piensa en la persona que está tras una ventanilla trabajando de 8 a 15, de cara al público de 9 a 14 por lo que se sospecha que al final el horario real será de 9 a 14 y que desayuna en una hora, si es que además no aprovecha para salir a hacer la compra o para echarle un casquete al vecino o a la vecina de turno. Aprovecho para decir que alguna de esas cosas son inventadas y otras me las han contado funcionarios de los que no se merecen los recortes. Por tanto, es injusto que se generalice (esto ya lo sabíamos) pero es todavía más injusto cuando el colectivo es bastante amplio. Pero el problema es que generalizar es fácil, muy fácil. Tan fácil como decir: 5% de bajada de sueldo a todos los funcionarios.

Y andaba yo pensando en cosas como esas, sobre todo en lo de la detección, cuando se me ocurrió intentar expresarme, en vez de como lo hago usualmente con una relación de palabras por contenido relativamente alta, con los 140 caracteres que te impone Twitter. Y esto fue lo que me salió (y publiqué en Twitter), aunque como después me avisaron, fallé al elegir algunos conceptos pues es cierto que la distinción entre derecha/izquierda, conservador/progresista, liberal/conservador y liberal en el genuino sentido de la palabra lleva a que algún tuit pueda no resultar tan claro como yo quería:

Hubo un primer tuit que quería haber usado a modo de resumen pero que no envié y que tampoco he usado para titular la entrada porque me pareció más divertido el que he usado:

  • De la crisis no se sale ni con políticas de izquierda ni con políticas de derecha. 

Y, a continuación, los seis en los que resumí (o intenté) todo:

  • Cada vez más convencido de que no importan que las recetas anticrisis sean liberales o conservadoras, lo que tienen que ser son buenas.
  • Mi opinión: deberían tener parte conservadora, recortar todo lo malo del sistema y parte liberal progresista, un estado para donde no llega lo privado 
  • Solo iniciativa privada o solo iniciativa pública no bastaría. Sobre todo si alguno de ellos o los dos están viciados. 
  • Por eso son tan importantes los "recortes", para quitar esos vicios. El problema es que cada uno solo ve los de los que no piensan como uno. 
  • Los recortes son como la quimio. El problema no es en sí el recorte sino distinguir las células cancerosas de las sanas. 
  • Total, el problema de la economía es el de la quimio. Sencillo de entender pero muy difícil y traumático. Al menos por ahora. 


Un saludo, Domingo.

Steve Jobs

Sin duda esta ha sido la semana del fallecimiento de Steve Jobs y en multitud de programas de radio y en miles de webs, blogs, mensajes de Twitter y similares se han oído/leído frases como la siguiente:

Siempre le recodaremos como el hombre que cambió la forma de reproducir música (iPod), de usar el teléfono (iPhone), de crear una necesidad que no existía y ahora casi todos parecen necesitar (iPad) y, por supuesto, cambiar la informática con sus Mac y versiones de OSX.

Algo que, por supuesto, es absolutamente cierto. Yo mismo tengo ahora un móvil táctil Android inspirado, sin la más mínima duda, en los primeros iPhone y estoy muy contento con él porque, entre otras cosas, me permite rellenar el paseo desde el aparcamiento hasta el trabajo y viceversa con algo más que mis propios pensamientos. De igual forma, he pasado parte de la tarde tumbado en mi antigua cama descansando mientras mi tablet (también Android) me informaba de las noticias en Google Reader o veía como Hattrick sigue dando pequeños pasos hacia su desaparición con constantes errores. Hoy dicen que algo relacionado con los firewall, haciendo añicos mi esperanza de que por lo menos hubiera sido un ataque de denegación de servicio de Anonymous que ensayaba de cara al asalto a Facebook :-D.

Ciertamente, Jobs creó la forma de hacer cosas y creó necesidades que antes no existían. En este punto no puedo sino recordar aquella charla con Jesús precisamente acerca de si algo que te creaba una necesidad era bueno o no. Aunque recuerdo la charla pero no mi postura porque ni siquiera ahora tengo claro qué diría. Y eso que solo he caído en dos de cuatro, teléfono y tablet, pero ni en la música ni en el portátil. Sin embargo es suficiente, más que suficiente. Cuando tenía 20 años soñaba con no necesitar tener que solicitar una hipoteca, no llevar tarjetas de crédito y no usar un móvil. Las veía precisamente como necesidades creadas que, si bien te facilitaban una serie de servicios, también era cierto que en cierta forma te esclavizaban. Veía llevar el móvil encima como algo similar a fumar o beber socialmente. Curioso ¿no?.

Sin embargo, eso es una cosa y hablar de que ha sido el único genio que hayamos visto en vida es probablemente otra muy distinta. Para mí un genio es otra cosa aunque la verdad es que comprendo a aquellos que lo ven como tal. Yo no termino de tenerlo del todo claro porque creo que "solo" fue capaz de dar con productos muy buenos que, por alguna razón no terminaban de despegar, reinventarlos con el símbolo de la manzana y todo lo que ello implicaba en tanto a estándares de usabilidad, calidad,etc. Evidentemente había que hacerlo y hasta entonces nadie lo había hecho. Por no hablar de que las grandes empresas tecnológicas en cuanto ven algo que tiene potencial lo fagocitan o al menos lo intentan. Hoy en día no paramos de escuchar que si Microsoft compra a tal o Google a cual o Apple tiene más dinero disponible que el tesoro de los EEUU y previsión de beneficios de 100.000 millones de dólares al año con los que poder comprar lo que quieran.

Por mi forma de ser, el genio lo veo más en el que construyó el sistema que te permitía jugar a la videoconsola analizando tus movimientos con una webcam que a Microsoft que compra esa empresa o a Apple que lo intenta antes pero con acuerdos tan leoninos que hace que los israelíes acaben firmando en Redmon en vez de en Palo Alto. Por no hablar de que el precio de la genialidad ya está demasiado alto. Ya no es como cuando la ciencia estaba en pañales y un auténtico genio (que quien sabe a lo que llegaría en la actualidad o si simplemente se quedaría por el camino) hacía progresos ingentes en más de una disciplina.

No solo eso, tengo la sensación de que la valoración de los inventos de Jobs está más en la marca Apple que en los productos en sí. De hecho, considero que no sabremos si es un auténtico genio hasta dentro de por lo menos diez años. ¿Por qué?. Muy simple, igual que hace diez años había aparatos para escuchar música, teléfonos móviles y ordenadores y en estos 10 años Apple se ha marcado muy buenos tantos (por supuesto podemos prescindir de los fracasos porque entre otras cosas no son más que parte del éxito), cabe la posibilidad de que dentro de 10 años los aparatos para escuchar música sean implantes cocleares, los teléfonos móviles también y los ordenadores vayan en nuestros guantes. Y entonces habrá que ver si estos éxitos se ven matizados o incluso engrandecidos porque resulta que parte de esas nuevas invenciones ya están en los laboratorios de Apple.

A pesar de todo, como digo, reconozco todas esas características que los "fanboys" y los no tanto le adjudican. Si acaso dejémoslo en que discrepamos en un matiz de intensidad. En lo que sí que discrepamos más es en el sentimiento que el fallecimiento de Jobs provocó. De muchas, muchísimas personas leí que era como si hubieran perdido a alguien conocido. Una especie de pérdida personal. Yo ahí sí que disiento. Por hacer una comparación, mi sentimiento no fue muy distinto al que he sentido en otras ocasiones cuando ha fallecido un personaje público. Ahora mismo me viene a la cabeza el de Michael Jackson. Y mira que entonces estuve un par de horas pegado a la televisión y al portátil mientras que se confirmaba o no. Esta vez me enteré por la mañana, al escuchar la radio y te da la pena que te da que se muera cualquier persona, sobre todo si es joven y ha sido víctima de un cáncer como ha ocurrido en mi propia familia.

En lo que seguro que no vamos a discrepar es otra de las cosas que se ha difundido como la pólvora en los últimos días, un vídeo. El vídeo lo vi hará dos o tres años, me impresionó mucho y guardo lo esencial en mi memoria. Sin embargo, probablemente lo vuelva a ver en los próximos días. Ahora no porque tengo otra entrada que escribir :-).
http://www.youtube.com/watch?v=6zlHAiddNUY

Un saludo, Domingo.

sábado, 1 de octubre de 2011

Lavar los cristales

Bueno, tras un pequeño paréntesis motivado por diversas celebraciones familiares (propias y ajenas) aquí estamos de vuelta con una pequeña reflexión sobre el beneficio de la duda. Yo, no sé si por formación, por forma de ser o por ambas suelo dar el beneficio de la duda. No solo eso, me comentan a veces (y con razón) que siempre intento justificar a todo el mundo cuando hace algo ya sea para bien o para mal (normalmente para mal, de ahí la justificación).

Por otro lado, hace ya tiempo que tengo claro que, para según qué cosas, las segundas oportunidades no deben existir. Por tanto, si alguien ha hecho algo mal a la primera, es inútil buscar justificación como si con ella consideráramos que la pelota ha tocado la red en el saque y hay que volver a sacar de nuevo.

Creo que ambas posturas son compatibles aunque hay veces que te entran más ganas que otras de poner a la gente a lavar cristales. Lo de lavar cristales viene por un chiste que he leído hoy y que creo que ya había leído con anterioridad. Quien tenga curiosidad lo puede ver aquí:
http://www.slideshare.net/erickeduproducciones/sabanas-sucias-26141

Sábanas sucias, beneficio de la duda o paja en el ojo ajeno, creo que todas son luces que parten de una misma farola. Farola a la cual nos abrazamos todos, y yo el primero, pensando en cuán diferentes somos de todos aquellos que, por algún motivo, no son sino abrazafarolas al más puro estilo José María García. Hoy en el partido de fútbol me he encontrado un caso. Claro que la cosa no es nueva. Han sido ya muchos partidos juntos para saber de qué pie cojea e incluso puede que haya referido algo en el blog hace ya bastantes años. Pero como mi memoria ya no es lo que era, pues nada, a despotricar aquí y ahora :-).

Lo ocurrido es que estaba un compañero con indudable más técnica que yo, con indudable más calidad pero capaz de acabar un partido con una camiseta impoluta a pesar de que también es más obeso que yo. Ya pasaba así cuando yo pensaba 20 ó 30 kilos más. Yo corría hacia arriba en el ataque y hacia abajo a ayudar a la defensa. A la velocidad que pudiera, pero corría. Él solo corría hacia arriba, cuando corría. Todo sigue siendo igual, claro está. Yo soy de los que opina que la gente cambia, y me pongo como ejemplo. Pero también de los que opina que no es precisamente fácil y que el españolito medio, el común de los mortales (como si yo no lo fuera), no lo hace y no lo hará.

Pues bien, llevaba él hoy el balón y un par de metros detrás un rival, de tampoco excesiva velocidad pero que sí que es más de los míos, evidenciaba las ganas de ir hacia él con la flamígera intención de robarle la cartera e incendiar nuestra área con un más que probable contragolpe. Así pues, le grité que tuviera cuidado que iban por detrás. No me oyó (o yo pensé que no me oyó) y con el rival a un metro, le volví a gritar que tuviera cuidado por detrás. Tampoco me oyó esta vez y le robaron la cartera. No recuerdo cómo acabó la jugada, si marcaron, si abortamos la ocasión o qué pasó. El caso es que casi sin esperar se dirige hacia mí y me insta a avisarlo la próxima vez que ocurra algo parecido.

Le explico que le he avisado (me callo el asombro que me provoca que quiera echarme la culpa a mí) y me dice que sí pero que cuando ya le habían empujado. Le explico que no, que le avisé dos veces y que bueno, pensé que simplemente no me había escuchado. Él insiste en que sí me había escuchado pero que lo hice cuando recibió el empujón (que tampoco había sido tal). Y ahí quedó la cosa. La explicación más plausible es que su cerebro estuviera ocupado pensando en qué "magnífica jugada" (una lástima que no funcione por aquí la ironía) iba a crear y mis voces (cierto es que yo tampoco tengo un torrente de voz como para sacar a alguien de un estado contemplativo) quedaron archivadas con la etiqueta: "no leído". Cuando le metieron el cuerpo y le sacaron el balón, el cerebro se dio cuenta de que no tenía sentido seguir construyendo bellas jugadas sin un balón en que apoyarse y pasó a leer el correo retrasado. Justo en lo alto del montón de correos que tuviera, se encontró los míos y pensó "¡¡Coño!!, a buenas horas. Ya podía haberme avisado antes de que me quitaran el balón."

Pero no, no creo que eso se le pasara por la cabeza. Al menos tampoco lo demostró luego en otra jugada de ataque enemigo en el que yo llegaba tarde a defender y como no me daba tiempo a defender al que tenía la pelota, me puse junto al portero a tapar portería. El rival, probablemente a conciencia, tiró hacia donde no estaba el portero pero con la mala suerte de que estaba yo y pude despejar. Tras conjurar el equipo y en un estado agudo de satisfacción propia por haber evitado el gol, de repente escucho a quien no había defendido ni bajado a ayudar aconsejarme que la próxima vez vaya a por el delantero en vez de ponerme en la portería.

Me limité a contestar "He sacado la pelota", esperando que se diera cuenta de que si lo había hecho era por algo y, no solo eso, sino que además había sido efectivo. Me faltó decirle algo así como: "te agradezco tus comentarios constructivos pero por favor guárdalos para cuando haya pasado algo por mi culpa en vez de no haber pasado nada gracias a mí". Evidentemente no se lo dije. Pero volvió, al igual que la vez anterior, a insistir en que la próxima vez debía hacer lo que él decía en vez de lo que yo había hecho. Y ahí volvió a quedar todo hasta que vi el chiste. Posiblemente es que tuviera las gafas sucias y necesite ... lavar los cristales. ¿Qué ocurrirá el día que eso acontezca?. No lo sabemos, es un misterio. Al igual que es otro misterio el por qué yo tiendo a justificar a la gente (este caso es solo un ejemplo), pensando que no me han oído, por ejemplo mientras que los demás simplemente dan por sentado que yo he fallado, independientemente de que lo haya hecho o no. Puede que sean formación y forma de ser a partes iguales. No sé.

Y así vamos a dejarlo todo por hoy. Había previsto "escribir algo" sobre otro "algo" que precisamente he "escrito" y que tiene relación con la famosa reunión de comunidad de hace unas semanas. Pero eso posiblemente será otro día.

Un saludo, Domingo.

sábado, 17 de septiembre de 2011

Cosas que llegan

Casi todo llega en esta vida. Casi todo lo que tiene que llegar, claro está. Por ejemplo, la multa que me pusieron hace unos meses, cuatro para ser precisos. Y esta vez tocará pagar, de poco sirve que no molestara a nadie, absolutamente nadie ni que haya por allí kilómetros de zona amarilla que no se respetan. Yo lo puse delante del edificio de los jefes y alguien debió quejarse.

Tenía la esperanza de que se hubiera traspapelado, de que el agente de turno, enrabietado por un acto tan cobarde y traicionero :-D, hubiera dejado un papelito sobre el cristal mientras tiraba la otra copia para que nuestro alcalde no se enterara. Pero no, la multa llegó.

Aproveché las nuevas tecnologías para mirar ese tablón edictal que tanto promocionaron hace unos meses y con un cacofónico nombre, "testra", que anima más a pensar en un malévolo "estestratonto" que en un cariñoso "testraño tanto, cariño mío". Durante varios días e incluso algún mes después, miré a ver si mi sanción aparecía allí. Y para mi gozo entonces y mi pozo ahora, ni aparecía ni aparece. Será, pues, otra web más que nos habrá costado un dineral y que funciona a medias para todas las administraciones o plenamente para algunas de ellas. Pero no, la multa llegó.

Había pensado también en cambiar los neumáticos a pensar de que yo todavía los veo bien y no me dijeran nada en ninguna de las revisiones que el coche ha sufrido estoicamente en el último mes. Había pensado en cambiarlos y luego había pensado en ahorrarme el dinero, al menos hasta que pasen unos meses y los neumáticos sí que lo pidan, aunque no sea a gritos. Pues sí, porque la multa llegó.

De hecho voy a verlo como que el retraso de los neumáticos va a refinanciar la multa, la boda de la semana que viene y los neumáticos que un servidor se va a poner de aquí en adelante cuando salga a correr :-).

Hablando de correr, indescriptible la alegría que derrochaba mi cara el jueves pasado a escasos segundos de comienzo del partido. Yo, usualmente inamovible cual estatua en el lateral izquierdo del terreno de juego (ahí donde estorbo menos) vi que empezábamos muy agazapados a pesar de tener el balón y de que nuestros rivales eran sensiblemente mejores, exceptuando quizás al portero. Bueno, al portero seguro y quizás a uno o dos más, que, aunque son muy buenos, tampoco están en plena forma.

Empecé con la múltiple intención de facilitar la salida del balón por mi lado, de arrastrar a los que atacaban por allí y, a ser posible, causar algo de desconcierto entre las huestes enemigas. Y algo de desconcierto sí que causé, aunque más bien en todas las huestes. En una alegre aunque no desbocada cabalgada, superé pronto el centro del campo y llegué al filo del área, aproximadamente en la misma vertical que marca el centro del campo. Allí alguien sugirió que tuvieran cuidado conmigo. Y muchos supongo que pensaron que para qué, total el balón estaba arriba, junto a todos mis compañeros y yo, solito como Marco sin Amedio, en la punta de ataque.

No detuve mi cabalgada allí y progresé hacia el extremo derecho aprovechando la carencia del defensor que usualmente "detenta" esa demarcación. Y en estas que un alma cándida, con guante de seda por bota, desoyendo críticas propias y ajenas centró milimétricamente hacia donde yo corría. El balón, con efecto, amenazó con irse cerrando y fallar mi testa, el punto al que iba dirigido. Así que yo, reduje mi velocidad hasta casi pararme y, cual experto cabeceador, busqué el balón peinándolo yo a él en vez de él a mí (el diría que era imposible y que por eso me dio casi en la coronilla) y enviándolo sin remisión al segundo palo, ante la mirada incrédula del portero que había salido para intentar evitar lo que, a todas luces, ya era evitable.

Es cierto que durante un par de segundos la duda anidó en mí y pensé que el balón daría en el palo y el gran gol de mi carrera se iría a dormir el sueño de los justos. Así que hice el amago de empezar a correr hacia el segundo palo por si el rebote me fuera favorable a pesar de que justo al lado tenía a un médico de casi dos metros que lo hubiera evitado con poco más que estirar la pierna, que no la pata. Pero afortunadamente no hizo falta y pude cancelar el intento de demarraje y concentrarme en salir corriendo henchido de alegría, dando la mano al único rival que me la ofreció, compañero de fatigas de los sábados y fundiéndome en un abrazo con el dueño de la prodigiosa bota que había obrado gran parte del milagro. Por cierto, la bota es de la misma marca que las mías, pero algo más debe haber porque las mías no pasan ni chutan así.

Como gesto de agradecimiento, la semana que viene le llevaré algo que le había prometido, una de esas cosas que él colecciona y que tiene por miles.

Echando la vista atrás, en los últimos meses ese campo me ha visto marcar desde el centro aprovechando que el sol y el portero no se llevaban muy bien, golpear el larguero en la jugada subsiguiente desde posición similar, marcar un gol olímpico y, ahora, otro de cabeza. En el partido de esta mañana he dicho que es porque, desde que ha vuelto Pepe, me fijo en lo que él hace :-D.

Pero se ve que es muy puntual porque, hoy por ejemplo, he jugado fatal. Aunque también es verdad que ayer doné plasma y que el jugar mal, o al menos no con la intensidad que suelo, era inevitable. En fin, ya llegará el día en que haga un magnífico partido un sábado. Todo llega, como el día en que mi hermano ha traído a su novia a casa. También ha llegado. Todo llega.

Todo llega y pasa en España,
Otrora triste/alegre piel de toro,
Dieron fuerte, dieron caña,
Olvidados Reyes Godos.

Un saludo, Domingo.

jueves, 15 de septiembre de 2011

Llorar con un ojo

Desde el que se queja sin razón hasta el que no se queja y también sin razón, hay una amplia gama de grises, de hombres grises vistiendo brillantes trajes o de brillantes hombres vistiendo grises trajes, pero de grises al fin y al cabo. Tengo, en muchos casos, el honor de conocer a esos brillantes hombres a los que bien la vida, bien su propia brillantez, les ha llevado a donde están ahora. Tengo, en otros, la ocasión de conocer a esos otros a los que en principio yo no valoraría tanto pero, por lo que fuera, en cierto momento sí que han sido valorados.

Y luego estoy yo, quizás en la parte final del pelotón, que no en cabeza, de los primeros. Me releo hace un año y entonces decía ...
http://donmingo-2010.blogspot.com/2010/09/tanto-te-doy-tanto-vales.html

No puedo sino darme la razón. Las cosas este año no han sido muy diferentes. Si acaso sí, en una curiosa circunstancia que tiene a las personas de mi misma categoría trinando porque se consideran víctimas de agravios comparativos que no merecen. Y probablemente así sea. Vamos, es seguro que en muchos casos hay agravios comparativos y también en otros muchos no se merecen. Pero eso es casi secundario. Esas son las reglas del juego, las mismas que había cuando el viento soplaba a tu favor y tu flequillo ondeaba acompañando a los fotones que llegaban ordenadamente, o no tanto, al fondo de tu retina.

Hoy las reglas son otras, algunas al menos. Otras siguen igual, en concreto las que a mí me aplican. Emanan de una decisión que tomé hace tiempo y que sabía que podía perjudicarme en el futuro. Pero era la que tenía que tomar. Tiene, como todo, su lado bueno y su lado malo. El malo podría ser que puedo quejarme tanto o más que los demás. El bueno es que no me quejo. Hasta me ahorro malos ratos. Esta semana por ejemplo me han preguntado varias veces por el hecho en cuestión. Y mi respuesta ha sido la misma, no lo sé, aunque me lo imagino y me extrañaría equivocarme. Finalmente así ha sido.

Llegará un día, muy pronto habida cuenta de cómo pasa el tiempo, que miraré este día con otros ojos. O quizás los mismos ojos pero más grises las sienes o donde quiera que me quede pelo por aquel entonces que probablemente será en todos los sitios menos la cabeza :-). Miraré este día con ojos grises y con el convencimiento de que aquella fue una buena o una mala decisión, una muy buena o una muy mala decisión, incluso una decisión ni buena ni mala porque ya resulta imposible saber qué habría pasado de no haberla tomado (casi tan difícil como saber qué ocurrirá en un futuro, por otro lado). En cualquier caso siempre será la decisión que tomé lo cual la convierte casi inmediatamente (al menos en mi caso) en la decisión que tuve que tomar y, por tanto, la buena.

Pero para eso falta todavía mucho y a la vez poco tiempo así que ahora mismo me dedicaré a seguir cumpliendo con mi deber, haciendo lo que debo hacer, cuidando o tratando, por ejemplo, a las personas que tengo bajo mi responsabilidad como siempre quise que lo hicieran conmigo. Me gusta pensar que yo sí creo en que las personas son lo realmente importante y no solo recursos o activos más o menos materiales o inmateriales. Los demás mientras, si quieren, que lloren con un ojo.

Un saludo, Domingo.

sábado, 10 de septiembre de 2011

Reuniones de comunidad

Desde que soy propietario he procurado ir a todas las reuniones de comunidad. Hasta ahora pensaba que había visto más o menos como sería cualquier reunión en cualquier sitio. A partir de ayer ya puedo decir que además de reuniones/gallinero, también he estado en una para la que debían haber cobrado la entrada como se hace en cualquier espectáculo boxístico.

Sí, así como suena. Cinco años después de mi estreno en la otrora pujante teleserie "Aquí no hay quien viva" http://donmingo2005-2006.blogspot.com/2006/06/aqu-no-hay-quien-viva.html#comments
vuelven las reuniones de comunidad al blog. A ver, el caso creo que es bastante sencillo de resumir. En una comunidad de unos 30 vecinos que llevan conviviendo más de 15 años hace tiempo que surgieron rencillas aparentemente irresolubles. Uno lo intuía por algún que otro comentario pero lo de esta vez ha sido ya demasiado. Uno de los implicados, en su afán por fastidiar a los otros (no le veo otra explicación) demanda  a diestro y siniestro. En realidad demanda a tres personas, una de las cuales soy yo. En mi caso pide la retirada de un toldo que es muy parecido al que aprobó la comunidad en 2006 (unos tres meses antes de que yo escribiera aquella entrada en el blog, curiosamente) pero que no es el modelo exacto. Y no es el modelo exacto porque los que los instalaban (ocurrió con dos instaladores diferentes, de hecho) dijeron que el modelo ese ya no se fabricaba. Y claro, en vez de preguntar por todas las tiendas de fabricantes de toldos por si el instalador hubiera mentido (o simplemente se hubiera equivocado), nos limitamos a instalar el más parecido posible.

En cualquier caso, la reunión iba por los cauces normales, todo el mundo hablando a la vez, claro está, cuando saltó la chispa. La persona en cuestión, no dudo que muy cabreada por motivos muy justificables, no tuvo otra cosa que hacer sino lanzarse a por la otra a agredirla ... ¡¡¡por algo que pasó hace un mes!!!. Como digo, lo que pasó, si es tal como me lo han comentado, no es justificable, es absolutamente criticable pero en cualquier caso debería haberse resuelto cuando ocurrió o en los días subsiguientes, no nada más llegar tú a una reunión de comunidad empezada, delante de todo el mundo y sin mediar ningún tipo de provocación en ese preciso instante.

Esa es la idea general. Los detalles no son interesantes ni importantes. Lo realmente importante, para mí no es ya si tendré que cambiar el toldo o no, si llevo razón o no, si los que se están peleando llevan razón o no. Lo realmente importante es que, aparentemente, vivo (y supongo que a todo el mundo que no viva solo en una casa en el campo le pasará) en la misma comunidad de varias personas que pierden la cabeza de una forma remarcadamente inusual, al menos para mí. Y, sinceramente, no pude sino pensar en otro hecho, mucho más luctuoso que pasó en Torremolinos hace un par de días cuando un hombre de 70 años (en un principio dijeron que 80) descerrajó un tiro de escopeta en la cabeza a otro de 79. Me imaginé que una situación parecida se pudiera repetir allí y me entraron las siete cosas.

Definitivamente, mi suegro tiene mucha razón cuando dice que las comunidades son cosas de pobres. Muy probablemente cuando la gente abandonaba los pueblos para ir a la ciudad a labrarse (curiosa palabra en esta situación) un futuro lo hacía porque era más pobre que rica. Y tenía que compartir ciertos servicios (al principio en los patios de comunidad hasta los servicios básicos, ahora más bien hablaríamos de patios, piscinas, pistas de pádel, etc) con otras personas. El que se ganaba bien la vida en el campo, no sufría esos problemas. Así pues, los ricos, o los que no viven en comunidad, tendrán otros problemas pero desde luego nadie les puede criticar el tono de color elegido para un toldo, una puerta o lo que sea.

Un saludo, Domingo.

Vivir cien años

Esta semana leí un artículo curioso (como muchos de los que leo):
http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2011/09/110906_mujer_tatuaje_noresucitar_en.shtml#
Para quien no lo quiera/pueda leer, en el mismo se cuenta cómo una venerable anciana se ha hecho tatuar en el pecho que no quiere ser resucitada en el caso de que la encuentren desvanecida, desvaída o incluso dormida ... y no despierte sola, claro está. Dice haber vivido 80 buenos años y darle miedo, si no pavor, llegar a cumplir los 100. Para una persona como yo, que siempre ha defendido que hay que intentar vivir lo máximo posible y nunca rendirse, este mensaje despierta sentimientos contradictorios.

Por un lado, quiero pensar que yo no lo haría, yo querría seguir viviendo. Quizás podríamos afinar un poco más y decir que querría seguir viviendo mientras tuviera la cabeza bien o incluso mientras que no fuera una carga para mis familiares, pero eso es lo de menos. Pero por otro lado comprendo a esta señora, soberanamente lúcida, que sabe que con el paso del tiempo lo normal es empeorar, no mejorar. Misterioso sería decir poco, casi místico es el proceso de envejecimiento de una célula y tirando a mágico el de una persona.

Nacemos y empezamos una batalla en la que vamos por un lado construyendo un cuerpo, un sistema inmunitario, un cerebro y casi no damos abasto para nada. Supongo que por eso los niños enferman con cierta frecuencia. Después llega el momento en que todo se estabiliza y empiezan las "pequeñas mejoras" o lo que en una obra llamaríamos los "remates". Esa fase, iniciada pasada la adolescencia, dura una serie de años y culmina, suavemente, en un punto álgido definido como el máximo de alguna desconcertante ecuación que tiene en cuenta todos los componentes tanto físicos como psíquicos de los que estamos compuestos.

En este punto quizás sería conveniente aclarar que el momento en que se llega a "la cima personal" no tiene necesariamente que coincidir ni estar cercano al momento en que se alcanza la "cima celular". Sin ir más lejos, es mi caso. Incluyendo los esporádico-frecuentes problemas de rodillas, tobillos, etc, físicamente estoy mucho mejor ahora que hace diez años, aunque eso tampoco quite que ya, como le ocurre a todo el mundo, haya empezado mi declive. Declive que acabará, Dios mediante, conmigo teniendo 80 años y, con suerte, estando tan lúcido como esta mujer. O como está mi abuela ahora con 91 años, a pesar de que la edad no perdona y como comentaba la semana pasada padece los achaques típicos de la edad.

Sin embargo, el pensamiento de una persona enferma de Alzheimer, que ni siente ni padece ni aporta nada a la familia aparte de saber que estás haciendo lo que debes, o lo que piensas que debes por una persona a la que posiblemente has querido mucho pero de la que ya solo queda el cuerpo es un pensamiento aterrador. Por eso mismo, comprendo perfectamente o al menos empatizo con esta mujer. Lo cual me lleva a otras noticias que leí recientemente y que hablaban de la criogenización.

Parece ser que lo de Walt Disney criogenizado no es más que un bulo. Pero lo que no es un bulo es que hay personas, muchas, que pagan por que congelen su cuerpo o su cabeza. En teoría confían en que algún nano-tratamiento repare en sus células los daños que la congelación ha producido. E imagino que de paso confían en que les aumenten la masa muscular, fortalezcan su corazón, les hagan una liposucción y salgan del álgido sueño como Rafa Nadal con 25 años que deben ser los que tiene ahora. Eso hasta me lo creo que puedan conseguirlo, donde veo más problema es a la hora de "rejuvenecer" un cerebro. Porque sinceramente, para que me despierten de nuevo con el cuerpo de Rafa Nadal y la cabeza de Marujita Díaz, casi que mejor que no me despierten. Por no hablar de que dudo mucho muchísimo que se pudieran recuperar los recuerdos. Y, en ese caso, qué diferencia habría entre eso y nacer de nuevo. Para eso casi que prefiero creer en la reencarnación y que puedas recordar tus vidas pasadas mediante hipnosis :-D.


En fin, tras lo serio, la tontería de la semana.

Buenas tardes. Aquí Cenutrio Liante desde el MEquipo Arena donde vamos a aprovechar la extremadísima amabilidad del presidente y la obligatoriedad de atender a la prensa para hacerle una rápida entrevista de esas que después salen en los programas estilo "La batidora". 


P: Hola presidente, ¿qué tal lleva usted estos momentos iniciales?.
R: Pues muy bien, estos derbys son de lo más gratificante, el hermanamiento de peñas entre equipos de Andalucía no ha sido siempre ejemplar, solo hay que recordar cuando el Sevilla visita Málaga, Cádiz o Huelva, por ejemplo. Sin embargo, en el mundo hattrickero, afortunadamente, todo es muy diferente.


P: ¿Y cómo ha visto usted al equipo?.
R: El equipo, como siempre. Saben que es complicado pero se muestran confiados de conseguir los tres puntos. Posiblemente tres de los puntos más importantes que nos quedan habida cuenta de la dificultad que siempre supone un derby.


P: ¿Y si no se consiguieran?
R: No es un escenario que ahora mismo contemplemos, sin embargo, er jacktrick e asín y puede ocurrir cualquier cosa. En caso de que ocurra, estoy totalmente convencido de que la profesionalidad de nuestros jugadores conseguirá que acabemos la temporada sin excesivas preocupaciones.


P: Habla usted de la profesionalidad de sus jugadores, algo de lo que nadie duda, sin embargo ¿qué dice del hecho de no tener ningún canterano ahora mismo en el equipo?.
R: Esa ha sido siempre la filosofía del equipo. Nosotros tenemos una mentalidad mercantilista y el socio lo asumió cuando nos confió a un equipo desahuciado en octava división. Desde entonces, tras unos titubeantes inicios, quedó claro que la cantera es muy importante, no en vano invertimos 20.000 euros semanales en ella, sin embargo, no es sino parte de un proyecto mucho más complejo.


P: Suena interesante, ¿puede comentarnos algo más al respecto?.
R: Sí, claro, no es ningún secreto. Nosotros tenemos una cantera excelente, la cuidamos y mimamos siempre a la búsqueda del nuevo Messi. Sin embargo, una vez descubierto, lo cedemos a otro equipo. Tenemos la firme convicción de que un jugador para convertirse en un auténtico profesional ha tenido que triunfar previamente en al menos otra liga o incluso otro país.


P: Sí, pero normalmente no suelen repescar a esos jugadores ¿o sí?.
R: Pues parte de razón no le falta, hemos tenido muy buenos canteranos que han llegado a convertirse en sensacionales jugadores, sin embargo, por un motivo u otro su perfil no ha entrado dentro de los planes del míster que hubiera en cada momento. Sin embargo, debo comentar que en vacaciones todos se pasan por aquí para charlar con nosotros, dar alguna master class en la cantera y, por supuesto, pasar unos días de sol y playa con la familia.


P: ¿Qué perfil de jugador suele ser el que buscan sus entrenadores?.
R: Pues depende del entrenador y del momento. Ahora, por ejemplo, el entrenador actual quiere ir hibridando todavía más el equipo, que ya lo está parcialmente, porque cree que es el futuro. Hemos comenzado este año con un delantero imprevisible muy completo y a la vez joven al que incluso iremos mejorando con los slots de entrenamiento que queden libres. Eso al menos son los planes del míster, que cuenta con toda el apoyo de la directiva.


P: ¿Y siempre es el entrenador el que decide los fichajes?.
R: Bueno, digamos que casi siempre ...

Un saludo, Domingo.