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sábado, 8 de octubre de 2011

Steve Jobs

Sin duda esta ha sido la semana del fallecimiento de Steve Jobs y en multitud de programas de radio y en miles de webs, blogs, mensajes de Twitter y similares se han oído/leído frases como la siguiente:

Siempre le recodaremos como el hombre que cambió la forma de reproducir música (iPod), de usar el teléfono (iPhone), de crear una necesidad que no existía y ahora casi todos parecen necesitar (iPad) y, por supuesto, cambiar la informática con sus Mac y versiones de OSX.

Algo que, por supuesto, es absolutamente cierto. Yo mismo tengo ahora un móvil táctil Android inspirado, sin la más mínima duda, en los primeros iPhone y estoy muy contento con él porque, entre otras cosas, me permite rellenar el paseo desde el aparcamiento hasta el trabajo y viceversa con algo más que mis propios pensamientos. De igual forma, he pasado parte de la tarde tumbado en mi antigua cama descansando mientras mi tablet (también Android) me informaba de las noticias en Google Reader o veía como Hattrick sigue dando pequeños pasos hacia su desaparición con constantes errores. Hoy dicen que algo relacionado con los firewall, haciendo añicos mi esperanza de que por lo menos hubiera sido un ataque de denegación de servicio de Anonymous que ensayaba de cara al asalto a Facebook :-D.

Ciertamente, Jobs creó la forma de hacer cosas y creó necesidades que antes no existían. En este punto no puedo sino recordar aquella charla con Jesús precisamente acerca de si algo que te creaba una necesidad era bueno o no. Aunque recuerdo la charla pero no mi postura porque ni siquiera ahora tengo claro qué diría. Y eso que solo he caído en dos de cuatro, teléfono y tablet, pero ni en la música ni en el portátil. Sin embargo es suficiente, más que suficiente. Cuando tenía 20 años soñaba con no necesitar tener que solicitar una hipoteca, no llevar tarjetas de crédito y no usar un móvil. Las veía precisamente como necesidades creadas que, si bien te facilitaban una serie de servicios, también era cierto que en cierta forma te esclavizaban. Veía llevar el móvil encima como algo similar a fumar o beber socialmente. Curioso ¿no?.

Sin embargo, eso es una cosa y hablar de que ha sido el único genio que hayamos visto en vida es probablemente otra muy distinta. Para mí un genio es otra cosa aunque la verdad es que comprendo a aquellos que lo ven como tal. Yo no termino de tenerlo del todo claro porque creo que "solo" fue capaz de dar con productos muy buenos que, por alguna razón no terminaban de despegar, reinventarlos con el símbolo de la manzana y todo lo que ello implicaba en tanto a estándares de usabilidad, calidad,etc. Evidentemente había que hacerlo y hasta entonces nadie lo había hecho. Por no hablar de que las grandes empresas tecnológicas en cuanto ven algo que tiene potencial lo fagocitan o al menos lo intentan. Hoy en día no paramos de escuchar que si Microsoft compra a tal o Google a cual o Apple tiene más dinero disponible que el tesoro de los EEUU y previsión de beneficios de 100.000 millones de dólares al año con los que poder comprar lo que quieran.

Por mi forma de ser, el genio lo veo más en el que construyó el sistema que te permitía jugar a la videoconsola analizando tus movimientos con una webcam que a Microsoft que compra esa empresa o a Apple que lo intenta antes pero con acuerdos tan leoninos que hace que los israelíes acaben firmando en Redmon en vez de en Palo Alto. Por no hablar de que el precio de la genialidad ya está demasiado alto. Ya no es como cuando la ciencia estaba en pañales y un auténtico genio (que quien sabe a lo que llegaría en la actualidad o si simplemente se quedaría por el camino) hacía progresos ingentes en más de una disciplina.

No solo eso, tengo la sensación de que la valoración de los inventos de Jobs está más en la marca Apple que en los productos en sí. De hecho, considero que no sabremos si es un auténtico genio hasta dentro de por lo menos diez años. ¿Por qué?. Muy simple, igual que hace diez años había aparatos para escuchar música, teléfonos móviles y ordenadores y en estos 10 años Apple se ha marcado muy buenos tantos (por supuesto podemos prescindir de los fracasos porque entre otras cosas no son más que parte del éxito), cabe la posibilidad de que dentro de 10 años los aparatos para escuchar música sean implantes cocleares, los teléfonos móviles también y los ordenadores vayan en nuestros guantes. Y entonces habrá que ver si estos éxitos se ven matizados o incluso engrandecidos porque resulta que parte de esas nuevas invenciones ya están en los laboratorios de Apple.

A pesar de todo, como digo, reconozco todas esas características que los "fanboys" y los no tanto le adjudican. Si acaso dejémoslo en que discrepamos en un matiz de intensidad. En lo que sí que discrepamos más es en el sentimiento que el fallecimiento de Jobs provocó. De muchas, muchísimas personas leí que era como si hubieran perdido a alguien conocido. Una especie de pérdida personal. Yo ahí sí que disiento. Por hacer una comparación, mi sentimiento no fue muy distinto al que he sentido en otras ocasiones cuando ha fallecido un personaje público. Ahora mismo me viene a la cabeza el de Michael Jackson. Y mira que entonces estuve un par de horas pegado a la televisión y al portátil mientras que se confirmaba o no. Esta vez me enteré por la mañana, al escuchar la radio y te da la pena que te da que se muera cualquier persona, sobre todo si es joven y ha sido víctima de un cáncer como ha ocurrido en mi propia familia.

En lo que seguro que no vamos a discrepar es otra de las cosas que se ha difundido como la pólvora en los últimos días, un vídeo. El vídeo lo vi hará dos o tres años, me impresionó mucho y guardo lo esencial en mi memoria. Sin embargo, probablemente lo vuelva a ver en los próximos días. Ahora no porque tengo otra entrada que escribir :-).
http://www.youtube.com/watch?v=6zlHAiddNUY

Un saludo, Domingo.

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