SECCIONES (ETIQUETAS)

sábado, 29 de enero de 2011

Una semana curiosa

La verdad es que esta semana ha sido curiosa. Digo curiosa porque tampoco es que haya sido exactamente mala. Es decir, ha habido cosas malas pero como no afectan, en absoluto, a cosas importantes/esenciales de mi vida, pues no pasa nada. Lo peor sin duda ha sido el trabajo donde ahora les ha dado por sobrecargarme del mismo. Pero bueno, se irán haciendo las cosas conforme se puedan y, cuando no se puedan, pues posiblemente tendré que hacer como hice el jueves que me largué de una reunión después de mi hora teórica de salida y quién sabe si desencadenando algún pensamiento secundario en la persona que ha venido siendo mi jefe hasta ahora y que, algo menos, pero lo sigue siendo.

Y encima de eso, llegaron un par de amigos de Bratislava (en realidad de los dos yo solo traté asiduamente con uno de ellos). Se ve que querían pasar unos días en Málaga con un tiempo mejor que el de Bratislava y se encontraron con que el tiempo no era excesivamente malo pero quizás tampoco como el que esperaban. Pues bien, la llegada de estas personas supuso un cúmulo, cirro cúmulo y cúmulo nimbo de reuniones en las que el 80% del tiempo yo no hacía nada mientras las cosas que sí que tenía que hacer se quedaban abajo en mi ordenador esperando.

Pero eso es algo que decida yo así que a reunirse las veces que haga falta. No problemo. Es más, las reuniones pueden ser positivas y hasta enseñarte cosas. Por ejemplo, puedes enfrentarte a ella con una filosofía de aportar lo que tú consideres que debes aportar porque tu profesionalidad así te lo indica pero no porque vayas a recibir nada a cambio de la misma. Así, varias de mis ideas fueron rechazadas sin el más mínimo pestañeo como si fueran tonterías. No sé si con eso se nace o si se aprende pero me resultó divertido. Caben dos posibilidaes o realmente tienen un problema de comunicación y no ven que esa actitud no es, en general, positiva o saben perfectamente lo que hacen y actúan así por un motivo. Fuera cual fuera el hipotético motivo y lo que quisieran conseguir, me da que no lo consiguieron. Y menos cuando alguien pregunta si se puede hacer A, contestas que sí, te responden que cómo lo has sabido, le respondes que por B, intentan desacreditar tu opinión argumentando un aparentemente más que lógico C para encontrarse de bruces con que su aparentemente más que lógico C no es cierto y encima son ellos los desacreditados por sus superiores.

Esto es solo un ejemplo. Pasa más veces, con o sin razón, y el problema principal es que la gente habla absolutamente convencida de lo que dice o aparentando esa absoluto convencimiento. Para un matemático y hasta para Lázaro Carreter esa posición no tiene sentido: hay que dudar al hablar. Pero incluso si no se duda, al menos hay que tener la grandeza de asumirlo y disculparse. Vivimos en un mundo en el que falta gente grande, me da a mí. Por otro lado, el que yo esté "casi" absolutamente convencido de que ninguno de mis jefes es moralmente superior a mí (intelectualmente pudiera ser y no tendría ningún problema en reconocerlo llegado el caso), no dejo de reconocer que el juego de la empresa privada es un juego donde las reglas están más o menos claras y es cuestión tuya decidir si juegas con ellas o no.

La otra opción sería modificar el sistema desde dentro pero para hacerlo posiblemente haría falta tener la capacidad de jugar a ese ajedrez mejor que los demás y, una vez arriba, intentar propiciar el cambio. Dudo mucho que estuviera capacitado para ello y encima no me apetece. Puestos a cambiar cosas desde dentro, me atraen más otras cosas que mi carencia de tiempo libre tras el trabajo me han impedido comenzar hasta el momento.

En otro orden de cosas y dejando las cosas que cualquier cosa pueden significar, tras escribir varias veces de forma deliberada la palabra "cosa" jugándome que me digan cuatro cosas, a otra cosa mariposa. Hoy no ha sido un buen día en Hattrick. Me han lesionado de gravedad a uno de mis vejetes que acababa de recuperarse de una lesión también grave, me han lesionado al portero y he acabado perdiendo el partido, las opciones de ganar la liga y bastantes opciones de seguir adelante en copa. Esta semana alcancé mi récord personal al llegar a décima ronda. Básicamente es que de cada 512 equipos que empezaron el torneo, solo queda uno y el mío es uno de ellos. Esta semana voy a tener un partido complicado que dilucidará si mi equipo pasaba de estar por encima (solo en copa) del 99,8% de los equipos a estarlo del 99,9% de los mismos. A ver si el portero llega ya que quién sabe cuándo se darán las circunstancias para poder repetir gesta :-).

Y quería comentar algo más, aunque no recuerdo qué es. Así que tendrá que esperar a otra ocasión. Bueno sí, ya me acuerdo. Mi aventura quijotesca llega a su fin. Bien mañana, bien pasado, espero acabar el último tomo del último idioma ... por ahora. Todavía no sé qué leeré después pero por lectura no será. Tengo tanta atrasada como para no pensar en comprarme un ebook en muchísimo tiempo :-D.

Un saludo, Domingo.

sábado, 22 de enero de 2011

Richelieu

Me faltan algo más de 100 páginas, unas 150, para acabar el Quijote en francés y, con él, un periplo de unos 11 meses en el que, igual que podía haber hecho otra cosa, he estado (y estoy) leyendo el Quijote. Pero eso ya llegará, ahora mismo solo me sirve de excusa para comentar una frase que me enviaron hará uno o dos meses y que había anotado para comentarla cuando pudiera. Y este es un momento tan bueno como otro cualquiera. En concreto, la frase dice:

Al cardenal Richelieu le pusieron el siguiente epitafio:
Hizo el bien y el mal a partes iguales.
El mal lo hizo bien.
Y el bien lo hizo mal.

No me negará nadie que no es buena. Lo que no sé es si será verdadera o será como tantas cosas que circulan por internet, invención de alguien que se aburre y se divierte pensando que hay gente asumiendo como cierto algo que él ha creado y sintiéndose, imagino, superior a todas esas personas.

Bueno, esta frase me gustó porque es ciertamente muy buena, pero también porque me recuerda cosas. Por ejemplo, cuando era niño escuché un chiste de un hombre al que el médico le había recetado que comiera más verdura. Le dijo que aunque fuera con la carne, procurara comer carne y verdura a partes iguales. El hombre preguntó que si podía comer guisantes. El médico le respondió que sí y glosó todas las propiedades que tenían estos. Y así se quedaron los dos tan contentos. El médico había conseguido que su paciente empezara a comer verdura. El paciente comía bistecs y guisantes a partes iguales, un bistec, un guisante.

Otra cosa que me recordó la frase (de hecho lo del chiste lo he recordado ahora, cuando la leí pensé en un par de cosas completamente diferentes para comentar) fue un juego de lógica. El juego en el que hay dos puertas, una protegida por un ángel que siempre dice la verdad y otra por un demonio que siempre miente. No se sabe cuál de las dos puertas va al cielo, puede estar el ángel en la del cielo invitándote a entrar o en la del infierno desaconsejándotela y lo opuesto con el demonio. Tú solo puedes hacer una pregunta para saber con certeza cuál es la puerta buena. Creo que es el típico acertijo que los matemáticos adoramos.

Lo más probable es que empecemos pensando que no hay respuesta posible pues una única pregunta a cualquiera de los dos no es definitiva. Y tras un tiempo pensando que, imagino, dependerá del matemático, llega el momento en el que deduces que la solución debe pasar por hacer una pregunta que involucre a los dos y para la cual los dos te den una misma respuesta (bien verdadera, bien falsa). Una vez tengas la respuesta ya decidirás tú si tiras por aquí o por allí. Y sí, efectivamente así se resuelve, como hacía Richelieu las cosas. El mal haciéndolo bien y el bien haciéndolo mal. Al demonio le tienes que preguntar qué puerta te va a decir el ángel y al ángel qué puerta te va a decir el demonio. En seguida te das cuenta de que ambos te van a decir la misma ... la del infierno. Y te bastará con escoger la contraria a la que te digan.

Un juego parecido situaba la acción en una isla poblada por zombies y por gente sana. Los zombies siempre mentían y la gente buena, evidentemente no. Pero para hacerlo más interesante, tú no conoces el idioma que se habla en la isla. Solo sabes que las palabras que utilizan para decir "Sí" o "No" son "Da" y "Bai" pero no sabes cuál es cual. El objetivo era encontrar la pregunta para la cual, independienente de lo que signifique "Da" o de lo que signifique "Bai" y de a quien le preguntes, la respuesta sea siempre "Da", por ejemplo.

La solución es la misma, aunque retorciéndola un pelín más, como puede suponerse.

Pero no dejé la frase solo para comentar eso. También la dejé para comentar otra cosa. Para comentar algo que aún no he hecho pero que cada vez estoy más convencido de hacer. Algo que durante mucho tiempo pensé que no haría porque no quería tener que arrepentirme en un futuro. Ahora puede que lo haga precisamente porque no me gustaría tener que arrepentirme en un futuro. Evidentemente no es nada malo, o no necesariamente malo. El futuro dirá, sobre todo si al final acabo haciéndolo, claro está :-D. Por ahora los sigo en Twitter, el resto ... otro día.

Un saludo, Domingo.

Más Inception

Pensé en añadir esto como una postdata al final de la entrada correspondiente pero luego me dije que no, que como una aparte quedaría mejor. El caso es que ayer me desperté ... algo afortunadamente no muy extraño. Me desperté pero todavía era temprano para ir al trabajo así que tocaba seguir durmiendo. Pero a diferencia de otros días, este no me quedé dormido. Bueno, dormido sí, pero no profundamente. Al igual que me pasó hace unos años, me quedé entre el sueño y la vigilia y era consciente de ello. Sabía que estaba soñando e incluso de vez en cuando miraba el reloj y confirmaba que todavía era temprano.

¿El contenido del sueño?. Pues la verdad es que no lo recuerdo muy bien del todo. Vamos, la verdad es que no recuerdo nada. Sí que recuerdo lo que pasó después. Y es que estaba yo tan tranquilo (o tan despierto) soñando y decidí que era hora de despertarme pues el sueño no era del todo de mi agrado. No creo que fuera malo, en absoluto, pero sí debía carecer de interés. Y total, como sabía que estaba soñando, decidí despertarme ... y lo conseguí. Me desperté en mi cama, con mi mujer a mi lado, durmiendo plácidamente. Pero no sé muy bien cómo ni por qué, se dio la vuelta. Y de repente ya no era mi mujer, era ¡¡¡mi abuela!!!. Supongo que como por la noche había hablado con ella y le había dicho que comiera o si no le llevaba una tarta entera para ella, de alguna forma ese pensamiento había quedado en mi subsconciente. Igual que había quedado en mi subsconciente (aunque no sabía que de forma tan fuerte) la película de Inception y por eso estaba soñando (eso sí lo tenía meridianamente claro) que soñaba dentro de mi sueño. De hecho, creo que eso es lo único que tenía claro porque, visto con perspectiva ¿quién me dice que la primera vez que me desperté o la hora que había en el reloj no eran también soñadas? :-).

Un saludo, Domingo.

sábado, 15 de enero de 2011

Inception: Me lo tendré que currar más

¿Y qué tendré que currarme más?. Pues muy sencillo, mi novela. Hace unos meses estuve planteándome qué tipo de novela me gustaría escribir algún día si tenía la oportunidad (discutible) y el talento (todavía más discutible) de escribir una. Llegué a la conclusión de que el tema principal sería el siguiente: sueños dentro de sueños. Evidentemente me faltaba todo, pero me gustaba la idea. Me gustaba mucho. Ya se sabe que me gustan los libros y las películas que tratan sobre viajes en el tiempo, pero esa temática me parece ya más agotada y casi cualquier cosa que pensara no me parecería original. Igualmente, películas estilo Matrix con diferentes niveles de realidades también me gustan mucho, pero también resultaría complicado que no resultara un semiplagio.

En cambio, de sueños dentro de sueños, sueños recursivos y hasta recurrentes no me sonaba haber visto ni haber leído nada. Hasta el domingo pasado. El domingo pasado vi "Inception", también titulada aquí "El Origen". La vi porque me habían dicho que era del director de Memento (otro tipo de historia que me encantaría poder escribir si no fuera porque ya está escrita). Y cuando la vi se me cayeron los palos del sombrajo ... habrá que ir pensando en otra idea o al menos refinando esta. Porque la verdad es que la idea se puede refinar. La película está bien si se admiten ciertas cosas como licencias y se queda uno con la idea general. La película está hasta muy bien en según qué cosas. Sin embargo, creo que todavía puede haber algo de campo ahí para hacer una historia que me guste escribir porque me gustara leerla.

Mientras tanto, seguiremos con el Quijote. Con un poco de suerte, este mes lo acabo. Habrá sido una experiencia bastante completa (si acaso debería estar usando el diccionario para la versión en francés con lo que hubiera aprendido muchísimo más) de casi un año de duración. Un año, posiblemente el tiempo que lleva escribir una buena novela si te dedicas solo a eso. Al menos es lo que dice Pérez Reverte que le ha llevado la última historia del Capitán Alatriste.

Un saludo, Domingo.

Pepe-Trofeo

La semana pasada me reincorporé al fútbol, mejor dicho, nos reincorporamos al fútbol de los sábados. Y ocurrió algo muy simpático que, por premura, no pude reflejar en el blog. Ocurrió algo parecido a lo siguiente:

Si los cuatro incondicionales que jugamos al fútbol nos apropiamos de la idea de Dumas y nos autodenominamos los Tres (aunque seamos cuatro, al revés de lo que pasa con los cuartetos en los carnavales) Mosqueteros, yo sería el menor, el D'Artagnan del grupo. Pues bien, ligeramente a mis espaldas, confabulando se podría decir, uno de los mosqueteros le dice a otro que un tercero (yo) iba a tener un hijo. El mosquetero mayor, todavía herido en el orgullo por cierta botella que, por arte de birlibirloque, apareció en su nevera portátil, se ofrece voluntario para darme una sorpresa. Así, en total connivencia, ambos aparecen el sábado con unos maleteros preñados de comida y bebida (única preñez real que allí había).

Comienza el juego y se empiezan a suceder bromas de un gusto cuestionable ante las cual yo me voy mostrando cada vez más ofendido. Entre ellas, empiezan con los juegos de palabras, van pidiendo que me traten bien, como a un PADRE, celebraban los goles como lo hiciera Bebeto en el mundial del 94 y hasta me tocan la barriga en un gesto que dejaba lugar a pocas dudas. Viendo ya de qué iba aquello, dejé de hacerles caso y seguí jugando hasta cuajar al final una actuación más que aceptable.

En estas que acaba el partido. Bueno, no acaba, nosotros lo damos por acabado cuando nos da la gana, normalmente a las 2-3 horas de empezar y cuando Pepe ya ha dado buena muestra de que, con 71 años casi cumplidos, sigue siendo mejor que muchos de nosotros. Nos vamos para la banda, nos empezamos a cambiar y ... ¡¡¡Oh sorpresa!!! Pepe aparece con la nevera de playa y una mesa plegable: Se masca la tragedia. Aparecen también el resto de viandas y me sacan lo que aparenta ser un regalo.

Visto el cariz que para entonces han tomado las cosas, me niego a aceptar los regalos. Tanto me niego que el pobre Pepe se ve obligado a abrir el mayor de ellos y se encuentra con ... un trofeo, mezcla entre el balón de oro y la copa del mundo :-O. Esto empieza a no cuadrar con el guión establecido, debió pensar. En estas, el trofeo viene con una placa y una dedicación que, como mosquetero más joven y con mejor vista, me ofrezco a leer yo: "A, Pepe. Más de 10 años después y todavía seguimos aprendiendo de ti.". (Sí, es "A, Pepe" con la coma en medio, cortesía de los grabadores).

En estas que el mosquetero mayor se empieza a emocionar cuando aparecen el resto de presentes. En particular, una tarjeta que había hecho el tercer mosquetero donde se puede ver una caricatura del susodicho Pepe. Mejor dicho, una magnífica caricatura del susodicho Pepe. La caricatura, manual, cortesía del mismo mosquetero que había hecho la tarjeta. Y dentro de la tarjeta, unos versillos cortesía de D'Artagnan.

Los versos formaban un acrónimo del nombre, apellidos y apelativo cariñoso del primer mosquetero y los cuatro últimos decían así:

Preciso al tirar el caño,
Elegante en el regate,
Poderoso en el remate,
Es más duro que el estaño.

Tras eso, dos o tres vídeos e innumerables fotos que, una vez subidos a Dropbox, ocupaban casi 300 megas. Fue un gran día y todos tuvimos la sensación de que se lo había pasado en grande. Yo algo menos ya que pude ver con mis propios ojos cómo habían conspirado para gastarme una broma. Bueno, tampoco es que me afectara mucho porque al fin y al cabo conocía muy bien al que había ideado todo aquello :-D.

Así que, ordenando un poco más las ideas y siguiendo el orden que debería haber seguido de no poder conmigo mi alma gamberra, todo va sucediendo de la siguiente forma:
Última semana de 2010, voy paseando por la calle con mi mujer y los dos perros camino de una cristalería.  Entra ella para recoger un cuadro enmarcado y, mientras, yo desde fuera intento apaciguar el imperioso deseo de las fieras de entrar. En estas que me fijo en el escaparate y veo un precioso trofeo de fútbol de color plateado y con un balón arriba. No es la copa del mundo pero servirá: ¡¡¡Para Pepe!!! dije en ese momento. Salió mi mujer, se lo dije, entré, la señora de la tienda me lo saca, lo veo y lo compro. Quedo con ella en que ya la llamaré para darle el texto a inscribir o, incluso mejor, ya lo llevará mi mujer. Al final podríamos haber llamado porque total, los signos de puntuación que usaron no notaron la diferencia.

Ese mismo día llamo al segundo mosquetero y le cuento lo que se me ha ocurrido. Intentaremos conseguir que Pepe lleve los aperos para una sorpresa que acabará siendo la suya. ¿El motivo?, el más viejo del mundo: la venganza. Y es que una botella que aparece de la nada y el consiguiente cachondeíto nunca se olvidan :-). Poco después primer y segundo mosqueteros hablarían y la razón para dar la sorpresa cambia, ya no es venganza sino que es la alegría por la llegada de un bebé que, que yo sepa, todavía no va a llegar.

Pasan los últimos días del año, empieza este en el que estamos y las cosas siguen su rumbo natural. Yo llamo al tercer mosquetero y, antes de decir nada, él dice ... "Me apunto". Le cuento lo del trofeo, lo de la broma que se vuelve en tu contra y que había pensado en una tarjeta. Sobre todo si él tiene más tiempo, lo mismo podría encargarse él de buscarla o ... pintarla que es lo que él me sugiere. Me dice que hace mucho tiempo que no hace caricaturas pero que cree que le saldrá. Y que, en el peor de los casos, siempre está la posibilidad de comprarla. Yo quedo con él en intentar escribir algo para que vaya en la tarjeta, tarjeta que luego tendríamos que dedicar y firmar todos (esto la verdad es que estaba muy bien pero se nos pasó totalmente). De igual forma, el mosquetero dos, iba a intentar hacer un videomontaje con todas las fotos que hemos ido sacando durante estos años, incluyendo las últimas fotos y vídeos que se realizaran aquel día.

Por la noche escribí los versos. Al principio quería que fueran un soneto donde las palabras finales fueran esdrújulas (no por nada, simplemente porque me resulta bonito), pero no había forma. No solo eso, quería mezclar eso con un acrónimo de 14 letras con su nombre. Algo del estilo de "Pepe te queremos". Pero ninguna me convencía. Ahora mismo no recuerdo si este tan sencillo de "Pepe te queremos" se me ocurrió o no porque, por un lado, quería intentar que los cortes fueran más significativos y por otro no quería resultar demasiado lacrimógeno sabiendo como sabía que Pepe, a pesar de su fortaleza física, tiene sus problemillas de salud. Al final se me ocurrió una idea que, a pesar de no ser un soneto, me gustó más. Eran cuatro estrofas de 4-6-6-4 versos cada una con rima consonante e iguales entre sí las que tenían un mismo número de versos. Pero lo mejor de todo es que, si los cuatro últimos versos se correspondían con "PEPE", cada una de las estrofas anteriores se correspondía con el nombre y los dos apellidos de Pepe.

El lector avispado ya habrá deducido que los primeros cuatro se correspondían, por tanto, con "JOSÉ", incluyendo la tilde. Por cierto, es curioso cómo recuerdo los apellidos de Pepe a pesar de que solo los he escuchado unas pocas veces y leído otras pocas y se me han olvidado ya los de tantos y tantos compañeros de estudios o trabajo.

Al final, las rimas, sobre todo las del segundo apellido no me salieron tan redondas como me hubiera gustado pero tampoco estaban mal (en el primer apellido había varias referencias muy graciosas a la furgoneta del segundo mosquero así como al "Nabo Americano" (ver blog del 2010, si es que lo enlazo un día de estos). Así que se las envié a nuestro experto en dibujo y photoshop. Parece ser que le gustaron y que empezó a desconfiar de que yo fuera realmente matemático. En cualquier caso, ya estaba casi todo listo para nuestro Inocente Inocente particular. Ese casi todo incluía el trofeo que había recogido ese mismo día o recogí al día siguiente.

El sábado por la mañana, metí la bolsa con la ropa en el coche, metí la bolsa con el trofeo (que dejé hábilmente en la furgoneta sin que nadie me viera) y empezó el espectáculo. A cada uno que llegaba el segundo mosquetero les iba aleccionando en privado para que se metieran conmigo (yo ya les había dicho que parecía que habría sorpresas pero no les había dicho nada más). Entraron al trapo, ¡¡¡son tan nobles!!!. Al final éramos 8 personas. 8 personas sabían que habría una sorpresa. De ellas, solo 4 personas habíamos participado en la sorpresa y, de esas 4, solo 3 sabíamos que la auténtica sorpresa no era mi futura paternidad sino un sincero y cariñoso homenaje al mosquetero original: Pepe.

Pero no todas son buenas noticias. El jueves, tan solo 5 días después de la sorpresa, los sorprendidos fuimos nosotros. Acababa el partido cuando el tercer y el cuarto mosquetero vimos a Pepe charlando con otras dos personas, incluyendo el segundo de a bordo. Llegamos y le dije : Pepe, ¡¡que sepas que todavía no se me ha pasado el cabreo del sábado!!  (obvia decirlo pero me sentó fatal que una persona con la que había compartido tantos momentos confabulara con terceras personas para darme una sorpresa ¡¡eso no se hace, Pepe!!). Y entonces fue cuando nos dio la sorpresa de verdad. No sabe cuándo lo operarán pero se supone que será pronto (con eso contábamos) y, lo peor de todo, dice que va a tomarse unas vacaciones de los partidos de los sábados. Los cuatro que estábamos allí nos quedamos con el cuerpo cortado.

Esa sensación no desapareció ni esa noche ni al día siguiente. De repente, anoche, un pensamiento me asaltó y pensé que lo mismo quería devolvérmela. Durante unos minutos lo vi claro. Luego me di cuenta de que había demasiadas cosas que no cuadraban y que, ojalá fuera así, pero no iba a serlo. Hoy hemos jugado, por primera vez, con el conocimiento de que posiblemente haya empezado otra era y con el deseo de que en un par de semanas (o un par de meses) Pepe esté al máximo de sus posibilidades tanto física como anímicamente y vuelva.

Y no solo eso, también azota mi mente otro pensamiento: Es una lástima tener que montar una sorpresa de este tipo para una persona con la que juegas al fútbol y que te dobla la edad y no poder hacerlo para tu padre porque sigue empeñado en no moverse y fumar como un descosido. Hoy seguía despotricando contra el gobierno por la ley del tabaco, sin un ápice de autocrítica, ni de pensar siquiera en dejarlo o en perder peso. Pero bueno, siempre hay que quedarse con lo positivo y lo positivo es que, por ahora, tengo la intención de cuidarme para llegar a la vejez como Pepe y no como mi padre. Y no solo eso sino la intención de inculcar en mis hijos, cuando los tenga, cuál es el camino correcto. ¡¡¡Ojalá pueda jugar yo con ellos al fútbol cuando yo tenga 70 años!!!.

Un saludo, Domingo.

sábado, 8 de enero de 2011

Feliz 2011

Feliz 2011, Año Seminuevo, con poco uso o de reestreno. La segunda de las tres fórmulas es la que utilizó Giovanni para felicitarme, me gustó y yo añadí las demás. Otra fórmula original con la que me han felicitado este año vino por SMS y decía algo así como:
"Las autoridades competentes han declarado el final del Simulacro Anual de Paz y Amor. Recojan los langostinos, insulten a sus cuñados y ..."

Por lo demás, la Navidad muy tranquila. Demasiado, diría yo. Entre la lluvia y los días de fiesta en sábado, al final la cosa quedó en una semana de descanso (y me puedo sentir afortunado pues otros ni siquiera llegaron a eso), dos o tres comilonas, nada de deporte y aproximadamente un kilo más que cuando empezaron. Un balance altamente positivo salvo por lo del deporte. Pero bueno, para eso ya nos hemos desquitado hoy :-).

Por otro lado, hay que mantener las costumbres. Año Nuevo, Blog Nuevo y archivado del antiguo. Este acabo de crearlo así que todavía es probable que falten alguna que otra cosilla por ahí, enlaces sobre todo. Al menos, la opción de importar facilita el jaleo que había que liar con las plantillas hace unos años. Y poco más para esta primera entrada del año. Creo que si acaso, explicar la coletilla del blog. Tras unos años en los que Matrix con sus "Reloaded y Revolutions" me dieron la inspiración, en 2009 me dispuse a luchar "contra la crise", comprando la casa y aprendiendo francés. Tras eso, en 2010 seguimos simplemente adelante dando el paso hasta ahora más importante de mi vida y en el 2011 ... ¿quién sabe?.

La verdad es que el 2011, por ahora, se presenta de forma un tanto misteriosa. Ummm ... esto me hace pensar que no ha habido balance oficial del 2010 en el blog. Me lo anoto y continuamos con el 2011. Como decía, por ahora todo se presenta de forma un tanto misteriosa. Bueno, misteriosa no. Un misterio según la primera acepción de la RAE es
1. m. Cosa arcana o muy recóndita, que no se puede comprender o explicar.


Y no, el 2011 no se presenta de forma misteriosa (aunque parece que haya gente en la familia que se dedica a esos asuntos). Más bien se presenta de forma incierta. Se presenta de forma incierta a nivel económico europeo/español. A ver si es verdad eso de que este año se empieza a salir de la crisis que desde el 2009 que yo luché contra ella, ya es hora. Se presenta de forma incierta a nivel laboral porque este año otra vez se repetirá el tipo de trabajo que tuvimos en 2008. A ver qué tal va la cosa. Y, por supuesto, se presenta incierta por otras cosas, por ejemplo si me podré apuntar a la escuela de idiomas :-). Pero todas esas se irán desvelando.

Por último, una demostración matemática de que este 2011 va a ser especial ;-)
2011 = (11+11-11/11-11/11)*(11-11/11)*(11-11/11) + 11

Un saludo, Domingo.