SECCIONES (ETIQUETAS)

sábado, 17 de septiembre de 2011

Cosas que llegan

Casi todo llega en esta vida. Casi todo lo que tiene que llegar, claro está. Por ejemplo, la multa que me pusieron hace unos meses, cuatro para ser precisos. Y esta vez tocará pagar, de poco sirve que no molestara a nadie, absolutamente nadie ni que haya por allí kilómetros de zona amarilla que no se respetan. Yo lo puse delante del edificio de los jefes y alguien debió quejarse.

Tenía la esperanza de que se hubiera traspapelado, de que el agente de turno, enrabietado por un acto tan cobarde y traicionero :-D, hubiera dejado un papelito sobre el cristal mientras tiraba la otra copia para que nuestro alcalde no se enterara. Pero no, la multa llegó.

Aproveché las nuevas tecnologías para mirar ese tablón edictal que tanto promocionaron hace unos meses y con un cacofónico nombre, "testra", que anima más a pensar en un malévolo "estestratonto" que en un cariñoso "testraño tanto, cariño mío". Durante varios días e incluso algún mes después, miré a ver si mi sanción aparecía allí. Y para mi gozo entonces y mi pozo ahora, ni aparecía ni aparece. Será, pues, otra web más que nos habrá costado un dineral y que funciona a medias para todas las administraciones o plenamente para algunas de ellas. Pero no, la multa llegó.

Había pensado también en cambiar los neumáticos a pensar de que yo todavía los veo bien y no me dijeran nada en ninguna de las revisiones que el coche ha sufrido estoicamente en el último mes. Había pensado en cambiarlos y luego había pensado en ahorrarme el dinero, al menos hasta que pasen unos meses y los neumáticos sí que lo pidan, aunque no sea a gritos. Pues sí, porque la multa llegó.

De hecho voy a verlo como que el retraso de los neumáticos va a refinanciar la multa, la boda de la semana que viene y los neumáticos que un servidor se va a poner de aquí en adelante cuando salga a correr :-).

Hablando de correr, indescriptible la alegría que derrochaba mi cara el jueves pasado a escasos segundos de comienzo del partido. Yo, usualmente inamovible cual estatua en el lateral izquierdo del terreno de juego (ahí donde estorbo menos) vi que empezábamos muy agazapados a pesar de tener el balón y de que nuestros rivales eran sensiblemente mejores, exceptuando quizás al portero. Bueno, al portero seguro y quizás a uno o dos más, que, aunque son muy buenos, tampoco están en plena forma.

Empecé con la múltiple intención de facilitar la salida del balón por mi lado, de arrastrar a los que atacaban por allí y, a ser posible, causar algo de desconcierto entre las huestes enemigas. Y algo de desconcierto sí que causé, aunque más bien en todas las huestes. En una alegre aunque no desbocada cabalgada, superé pronto el centro del campo y llegué al filo del área, aproximadamente en la misma vertical que marca el centro del campo. Allí alguien sugirió que tuvieran cuidado conmigo. Y muchos supongo que pensaron que para qué, total el balón estaba arriba, junto a todos mis compañeros y yo, solito como Marco sin Amedio, en la punta de ataque.

No detuve mi cabalgada allí y progresé hacia el extremo derecho aprovechando la carencia del defensor que usualmente "detenta" esa demarcación. Y en estas que un alma cándida, con guante de seda por bota, desoyendo críticas propias y ajenas centró milimétricamente hacia donde yo corría. El balón, con efecto, amenazó con irse cerrando y fallar mi testa, el punto al que iba dirigido. Así que yo, reduje mi velocidad hasta casi pararme y, cual experto cabeceador, busqué el balón peinándolo yo a él en vez de él a mí (el diría que era imposible y que por eso me dio casi en la coronilla) y enviándolo sin remisión al segundo palo, ante la mirada incrédula del portero que había salido para intentar evitar lo que, a todas luces, ya era evitable.

Es cierto que durante un par de segundos la duda anidó en mí y pensé que el balón daría en el palo y el gran gol de mi carrera se iría a dormir el sueño de los justos. Así que hice el amago de empezar a correr hacia el segundo palo por si el rebote me fuera favorable a pesar de que justo al lado tenía a un médico de casi dos metros que lo hubiera evitado con poco más que estirar la pierna, que no la pata. Pero afortunadamente no hizo falta y pude cancelar el intento de demarraje y concentrarme en salir corriendo henchido de alegría, dando la mano al único rival que me la ofreció, compañero de fatigas de los sábados y fundiéndome en un abrazo con el dueño de la prodigiosa bota que había obrado gran parte del milagro. Por cierto, la bota es de la misma marca que las mías, pero algo más debe haber porque las mías no pasan ni chutan así.

Como gesto de agradecimiento, la semana que viene le llevaré algo que le había prometido, una de esas cosas que él colecciona y que tiene por miles.

Echando la vista atrás, en los últimos meses ese campo me ha visto marcar desde el centro aprovechando que el sol y el portero no se llevaban muy bien, golpear el larguero en la jugada subsiguiente desde posición similar, marcar un gol olímpico y, ahora, otro de cabeza. En el partido de esta mañana he dicho que es porque, desde que ha vuelto Pepe, me fijo en lo que él hace :-D.

Pero se ve que es muy puntual porque, hoy por ejemplo, he jugado fatal. Aunque también es verdad que ayer doné plasma y que el jugar mal, o al menos no con la intensidad que suelo, era inevitable. En fin, ya llegará el día en que haga un magnífico partido un sábado. Todo llega, como el día en que mi hermano ha traído a su novia a casa. También ha llegado. Todo llega.

Todo llega y pasa en España,
Otrora triste/alegre piel de toro,
Dieron fuerte, dieron caña,
Olvidados Reyes Godos.

Un saludo, Domingo.

jueves, 15 de septiembre de 2011

Llorar con un ojo

Desde el que se queja sin razón hasta el que no se queja y también sin razón, hay una amplia gama de grises, de hombres grises vistiendo brillantes trajes o de brillantes hombres vistiendo grises trajes, pero de grises al fin y al cabo. Tengo, en muchos casos, el honor de conocer a esos brillantes hombres a los que bien la vida, bien su propia brillantez, les ha llevado a donde están ahora. Tengo, en otros, la ocasión de conocer a esos otros a los que en principio yo no valoraría tanto pero, por lo que fuera, en cierto momento sí que han sido valorados.

Y luego estoy yo, quizás en la parte final del pelotón, que no en cabeza, de los primeros. Me releo hace un año y entonces decía ...
http://donmingo-2010.blogspot.com/2010/09/tanto-te-doy-tanto-vales.html

No puedo sino darme la razón. Las cosas este año no han sido muy diferentes. Si acaso sí, en una curiosa circunstancia que tiene a las personas de mi misma categoría trinando porque se consideran víctimas de agravios comparativos que no merecen. Y probablemente así sea. Vamos, es seguro que en muchos casos hay agravios comparativos y también en otros muchos no se merecen. Pero eso es casi secundario. Esas son las reglas del juego, las mismas que había cuando el viento soplaba a tu favor y tu flequillo ondeaba acompañando a los fotones que llegaban ordenadamente, o no tanto, al fondo de tu retina.

Hoy las reglas son otras, algunas al menos. Otras siguen igual, en concreto las que a mí me aplican. Emanan de una decisión que tomé hace tiempo y que sabía que podía perjudicarme en el futuro. Pero era la que tenía que tomar. Tiene, como todo, su lado bueno y su lado malo. El malo podría ser que puedo quejarme tanto o más que los demás. El bueno es que no me quejo. Hasta me ahorro malos ratos. Esta semana por ejemplo me han preguntado varias veces por el hecho en cuestión. Y mi respuesta ha sido la misma, no lo sé, aunque me lo imagino y me extrañaría equivocarme. Finalmente así ha sido.

Llegará un día, muy pronto habida cuenta de cómo pasa el tiempo, que miraré este día con otros ojos. O quizás los mismos ojos pero más grises las sienes o donde quiera que me quede pelo por aquel entonces que probablemente será en todos los sitios menos la cabeza :-). Miraré este día con ojos grises y con el convencimiento de que aquella fue una buena o una mala decisión, una muy buena o una muy mala decisión, incluso una decisión ni buena ni mala porque ya resulta imposible saber qué habría pasado de no haberla tomado (casi tan difícil como saber qué ocurrirá en un futuro, por otro lado). En cualquier caso siempre será la decisión que tomé lo cual la convierte casi inmediatamente (al menos en mi caso) en la decisión que tuve que tomar y, por tanto, la buena.

Pero para eso falta todavía mucho y a la vez poco tiempo así que ahora mismo me dedicaré a seguir cumpliendo con mi deber, haciendo lo que debo hacer, cuidando o tratando, por ejemplo, a las personas que tengo bajo mi responsabilidad como siempre quise que lo hicieran conmigo. Me gusta pensar que yo sí creo en que las personas son lo realmente importante y no solo recursos o activos más o menos materiales o inmateriales. Los demás mientras, si quieren, que lloren con un ojo.

Un saludo, Domingo.

sábado, 10 de septiembre de 2011

Reuniones de comunidad

Desde que soy propietario he procurado ir a todas las reuniones de comunidad. Hasta ahora pensaba que había visto más o menos como sería cualquier reunión en cualquier sitio. A partir de ayer ya puedo decir que además de reuniones/gallinero, también he estado en una para la que debían haber cobrado la entrada como se hace en cualquier espectáculo boxístico.

Sí, así como suena. Cinco años después de mi estreno en la otrora pujante teleserie "Aquí no hay quien viva" http://donmingo2005-2006.blogspot.com/2006/06/aqu-no-hay-quien-viva.html#comments
vuelven las reuniones de comunidad al blog. A ver, el caso creo que es bastante sencillo de resumir. En una comunidad de unos 30 vecinos que llevan conviviendo más de 15 años hace tiempo que surgieron rencillas aparentemente irresolubles. Uno lo intuía por algún que otro comentario pero lo de esta vez ha sido ya demasiado. Uno de los implicados, en su afán por fastidiar a los otros (no le veo otra explicación) demanda  a diestro y siniestro. En realidad demanda a tres personas, una de las cuales soy yo. En mi caso pide la retirada de un toldo que es muy parecido al que aprobó la comunidad en 2006 (unos tres meses antes de que yo escribiera aquella entrada en el blog, curiosamente) pero que no es el modelo exacto. Y no es el modelo exacto porque los que los instalaban (ocurrió con dos instaladores diferentes, de hecho) dijeron que el modelo ese ya no se fabricaba. Y claro, en vez de preguntar por todas las tiendas de fabricantes de toldos por si el instalador hubiera mentido (o simplemente se hubiera equivocado), nos limitamos a instalar el más parecido posible.

En cualquier caso, la reunión iba por los cauces normales, todo el mundo hablando a la vez, claro está, cuando saltó la chispa. La persona en cuestión, no dudo que muy cabreada por motivos muy justificables, no tuvo otra cosa que hacer sino lanzarse a por la otra a agredirla ... ¡¡¡por algo que pasó hace un mes!!!. Como digo, lo que pasó, si es tal como me lo han comentado, no es justificable, es absolutamente criticable pero en cualquier caso debería haberse resuelto cuando ocurrió o en los días subsiguientes, no nada más llegar tú a una reunión de comunidad empezada, delante de todo el mundo y sin mediar ningún tipo de provocación en ese preciso instante.

Esa es la idea general. Los detalles no son interesantes ni importantes. Lo realmente importante, para mí no es ya si tendré que cambiar el toldo o no, si llevo razón o no, si los que se están peleando llevan razón o no. Lo realmente importante es que, aparentemente, vivo (y supongo que a todo el mundo que no viva solo en una casa en el campo le pasará) en la misma comunidad de varias personas que pierden la cabeza de una forma remarcadamente inusual, al menos para mí. Y, sinceramente, no pude sino pensar en otro hecho, mucho más luctuoso que pasó en Torremolinos hace un par de días cuando un hombre de 70 años (en un principio dijeron que 80) descerrajó un tiro de escopeta en la cabeza a otro de 79. Me imaginé que una situación parecida se pudiera repetir allí y me entraron las siete cosas.

Definitivamente, mi suegro tiene mucha razón cuando dice que las comunidades son cosas de pobres. Muy probablemente cuando la gente abandonaba los pueblos para ir a la ciudad a labrarse (curiosa palabra en esta situación) un futuro lo hacía porque era más pobre que rica. Y tenía que compartir ciertos servicios (al principio en los patios de comunidad hasta los servicios básicos, ahora más bien hablaríamos de patios, piscinas, pistas de pádel, etc) con otras personas. El que se ganaba bien la vida en el campo, no sufría esos problemas. Así pues, los ricos, o los que no viven en comunidad, tendrán otros problemas pero desde luego nadie les puede criticar el tono de color elegido para un toldo, una puerta o lo que sea.

Un saludo, Domingo.

Vivir cien años

Esta semana leí un artículo curioso (como muchos de los que leo):
http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2011/09/110906_mujer_tatuaje_noresucitar_en.shtml#
Para quien no lo quiera/pueda leer, en el mismo se cuenta cómo una venerable anciana se ha hecho tatuar en el pecho que no quiere ser resucitada en el caso de que la encuentren desvanecida, desvaída o incluso dormida ... y no despierte sola, claro está. Dice haber vivido 80 buenos años y darle miedo, si no pavor, llegar a cumplir los 100. Para una persona como yo, que siempre ha defendido que hay que intentar vivir lo máximo posible y nunca rendirse, este mensaje despierta sentimientos contradictorios.

Por un lado, quiero pensar que yo no lo haría, yo querría seguir viviendo. Quizás podríamos afinar un poco más y decir que querría seguir viviendo mientras tuviera la cabeza bien o incluso mientras que no fuera una carga para mis familiares, pero eso es lo de menos. Pero por otro lado comprendo a esta señora, soberanamente lúcida, que sabe que con el paso del tiempo lo normal es empeorar, no mejorar. Misterioso sería decir poco, casi místico es el proceso de envejecimiento de una célula y tirando a mágico el de una persona.

Nacemos y empezamos una batalla en la que vamos por un lado construyendo un cuerpo, un sistema inmunitario, un cerebro y casi no damos abasto para nada. Supongo que por eso los niños enferman con cierta frecuencia. Después llega el momento en que todo se estabiliza y empiezan las "pequeñas mejoras" o lo que en una obra llamaríamos los "remates". Esa fase, iniciada pasada la adolescencia, dura una serie de años y culmina, suavemente, en un punto álgido definido como el máximo de alguna desconcertante ecuación que tiene en cuenta todos los componentes tanto físicos como psíquicos de los que estamos compuestos.

En este punto quizás sería conveniente aclarar que el momento en que se llega a "la cima personal" no tiene necesariamente que coincidir ni estar cercano al momento en que se alcanza la "cima celular". Sin ir más lejos, es mi caso. Incluyendo los esporádico-frecuentes problemas de rodillas, tobillos, etc, físicamente estoy mucho mejor ahora que hace diez años, aunque eso tampoco quite que ya, como le ocurre a todo el mundo, haya empezado mi declive. Declive que acabará, Dios mediante, conmigo teniendo 80 años y, con suerte, estando tan lúcido como esta mujer. O como está mi abuela ahora con 91 años, a pesar de que la edad no perdona y como comentaba la semana pasada padece los achaques típicos de la edad.

Sin embargo, el pensamiento de una persona enferma de Alzheimer, que ni siente ni padece ni aporta nada a la familia aparte de saber que estás haciendo lo que debes, o lo que piensas que debes por una persona a la que posiblemente has querido mucho pero de la que ya solo queda el cuerpo es un pensamiento aterrador. Por eso mismo, comprendo perfectamente o al menos empatizo con esta mujer. Lo cual me lleva a otras noticias que leí recientemente y que hablaban de la criogenización.

Parece ser que lo de Walt Disney criogenizado no es más que un bulo. Pero lo que no es un bulo es que hay personas, muchas, que pagan por que congelen su cuerpo o su cabeza. En teoría confían en que algún nano-tratamiento repare en sus células los daños que la congelación ha producido. E imagino que de paso confían en que les aumenten la masa muscular, fortalezcan su corazón, les hagan una liposucción y salgan del álgido sueño como Rafa Nadal con 25 años que deben ser los que tiene ahora. Eso hasta me lo creo que puedan conseguirlo, donde veo más problema es a la hora de "rejuvenecer" un cerebro. Porque sinceramente, para que me despierten de nuevo con el cuerpo de Rafa Nadal y la cabeza de Marujita Díaz, casi que mejor que no me despierten. Por no hablar de que dudo mucho muchísimo que se pudieran recuperar los recuerdos. Y, en ese caso, qué diferencia habría entre eso y nacer de nuevo. Para eso casi que prefiero creer en la reencarnación y que puedas recordar tus vidas pasadas mediante hipnosis :-D.


En fin, tras lo serio, la tontería de la semana.

Buenas tardes. Aquí Cenutrio Liante desde el MEquipo Arena donde vamos a aprovechar la extremadísima amabilidad del presidente y la obligatoriedad de atender a la prensa para hacerle una rápida entrevista de esas que después salen en los programas estilo "La batidora". 


P: Hola presidente, ¿qué tal lleva usted estos momentos iniciales?.
R: Pues muy bien, estos derbys son de lo más gratificante, el hermanamiento de peñas entre equipos de Andalucía no ha sido siempre ejemplar, solo hay que recordar cuando el Sevilla visita Málaga, Cádiz o Huelva, por ejemplo. Sin embargo, en el mundo hattrickero, afortunadamente, todo es muy diferente.


P: ¿Y cómo ha visto usted al equipo?.
R: El equipo, como siempre. Saben que es complicado pero se muestran confiados de conseguir los tres puntos. Posiblemente tres de los puntos más importantes que nos quedan habida cuenta de la dificultad que siempre supone un derby.


P: ¿Y si no se consiguieran?
R: No es un escenario que ahora mismo contemplemos, sin embargo, er jacktrick e asín y puede ocurrir cualquier cosa. En caso de que ocurra, estoy totalmente convencido de que la profesionalidad de nuestros jugadores conseguirá que acabemos la temporada sin excesivas preocupaciones.


P: Habla usted de la profesionalidad de sus jugadores, algo de lo que nadie duda, sin embargo ¿qué dice del hecho de no tener ningún canterano ahora mismo en el equipo?.
R: Esa ha sido siempre la filosofía del equipo. Nosotros tenemos una mentalidad mercantilista y el socio lo asumió cuando nos confió a un equipo desahuciado en octava división. Desde entonces, tras unos titubeantes inicios, quedó claro que la cantera es muy importante, no en vano invertimos 20.000 euros semanales en ella, sin embargo, no es sino parte de un proyecto mucho más complejo.


P: Suena interesante, ¿puede comentarnos algo más al respecto?.
R: Sí, claro, no es ningún secreto. Nosotros tenemos una cantera excelente, la cuidamos y mimamos siempre a la búsqueda del nuevo Messi. Sin embargo, una vez descubierto, lo cedemos a otro equipo. Tenemos la firme convicción de que un jugador para convertirse en un auténtico profesional ha tenido que triunfar previamente en al menos otra liga o incluso otro país.


P: Sí, pero normalmente no suelen repescar a esos jugadores ¿o sí?.
R: Pues parte de razón no le falta, hemos tenido muy buenos canteranos que han llegado a convertirse en sensacionales jugadores, sin embargo, por un motivo u otro su perfil no ha entrado dentro de los planes del míster que hubiera en cada momento. Sin embargo, debo comentar que en vacaciones todos se pasan por aquí para charlar con nosotros, dar alguna master class en la cantera y, por supuesto, pasar unos días de sol y playa con la familia.


P: ¿Qué perfil de jugador suele ser el que buscan sus entrenadores?.
R: Pues depende del entrenador y del momento. Ahora, por ejemplo, el entrenador actual quiere ir hibridando todavía más el equipo, que ya lo está parcialmente, porque cree que es el futuro. Hemos comenzado este año con un delantero imprevisible muy completo y a la vez joven al que incluso iremos mejorando con los slots de entrenamiento que queden libres. Eso al menos son los planes del míster, que cuenta con toda el apoyo de la directiva.


P: ¿Y siempre es el entrenador el que decide los fichajes?.
R: Bueno, digamos que casi siempre ...

Un saludo, Domingo.

martes, 6 de septiembre de 2011

Diez años

Diez años han pasado, o casi, del famoso 11-S. Y seis han pasado ya, o casi, desde que yo escribiera esta entrada cortita en el blog: http://donmingo2005-2006.blogspot.com/2005/09/11-s.html#comments

Eso implica también que van ya para siete los años que llevo escribiendo en el blog, algo que tampoco está mal. El caso es que hoy no toca hablar ni de los siete ni de los seis, toca hablar de los diez. Y tampoco toca hablar del 11S, algo que quizás haré la próxima vez. Esta vez simplemente toca echar la vista atrás. Resulta que muchos ex-alumnos de mi colegio se han reunido/reencontrado en Facebook e intentan tener un encuentro (kdd que dirían los modernos) precisamente para recordar viejos tiempos, verse las caras y demás.

Y en estas circunstancias a mí no me ha dado sino por pensar qué he hecho desde que dejé de estudiar y empecé a trabajar, que es más o menos el tiempo que hace que no he visto a ninguno de ellos, salvo alguna rara coincidencia, triste por demás puesto que el caso que recuerdo fue en un funeral. Por este motivo, me he puesto a pensar en qué cosas he hecho en estos últimos once-doce, diez redondeando, años. Y me salen las siguientes cosas, sin que sigan ningún orden específico.


  • Me he casado, evidentemente, y hace relativamente poco en comparación con el resto de cosas de la lista.
  • He perdido más de 25 kilos a base de hacer bastante deporte y mejorar mis hábitos alimenticios. A pesar de todo, todavía debería perder algunos más.
  • Como causa/consecuencia de lo anterior, he hecho mucho deporte, he tenido lesiones benignas, he corrido durante casi dos horas y he jugado al fútbol como los profesionales (contando solo el número de partidos al año).
  • He perdido un año entero en el que lo único que hice fue trabajar y, dormir (el año anterior a que decidiera poner remedio al sobrepeso). A pesar de que fue todo un año, afortunada o desafortunadamente ya son casi momentos perdidos en el tiempo. Aunque alguno habrá que lea el blog y se acuerde de según qué cosas.
  • He conseguido un nivel de inglés bastante bueno que, de haber ido acompañado por una correcta pronunciación hubiera sido el desiderátum.
  • He conseguido chapurrear francés con un nivel suficiente como para comunicarme en Bruselas y que prefieran mi francés a su inglés.
  • Comparto hipoteca con el banco y puedo pagarla. No debería ser noticia pero en las circunstancias actuales la verdad es que es un plus.
  • Tengo un perro cuya cara rivaliza en dureza con el mismísimo diamante.
  • He tenido 3 ordenadores de sobremesa que me costaron 100.000 pesetas el primero (monitor incluido), 100 euros el segundo (de segunda mano por eBay) y 300 euros el tercero, que todavía funciona sobre todo después de que una subida de tensión lo rompiera y fuera remozado, cortesía de Endesa. A esto habría que añadirle los dos monitores planos, el que se rompió y el actual. Pongamos que otros 300 euros. En total, tres ordenadores que han costado menos que el que me compró mi padre hace ya 20 años. ¡¡¡Qué tiempos!!!
  • Igualmente he tenido 3 portátiles, los tres funcionan aunque ahora solo tengo dos y de ellos solo utilizo uno. 
  • He tenido tres móviles y el cuarto tiene menos de un mes y es otro ordenador, ya que los móviles con Android no son otra cosa.
  • He viajado por trabajo a Lausanne, Zurich, Bracknell (90kms de Londres) y Madrid durante periodos muy cortos (una semana). 
  • He vivido, a causa del trabajo 4 meses en Chicago y 5 en Bratislava. Los tiempos de Chicago han sido posiblemente los mejores a nivel estrictamente personal. Y los de Bratislava posiblemente también lo hubieran sido de haberme sucedido unos cuantos años antes. A pesar de todo como experiencia fue también muy positiva.
  • He viajado por placer a Las Vegas, Washington, Philadelphia, Nueva York, San Francisco, Lisboa, Bruselas, Brujas, Gante, Amberes, Lovaina, Barcelona, Londres, Windsord, Cambridge, Oxford, Praga, Budapest, Viena, Roma, Florencia y Dublín.
  • He donado sangre unas 80 veces, llegando a superar la barrera de las 100 donaciones en una fecha que, cuando empecé a hacerlo con 21 años, parecía muy muy lejana, 35 años con 14 de donaciones ininterrumpidas.
Seguro que hay muchas cosas más pero me temo que esto va a ser todo por hoy, porque hoy toca reunión familiar, pero antes tengo cosillas que hacer.

Un saludo, Domingo.

sábado, 3 de septiembre de 2011

Cambios en el blog

Acabo de hacer dos cambios en el blog. El primero ha sido que he puesto anuncios. Dada la escasa audiencia, espero que no siente mal :-P. De hecho, algo curioso es que he tenido que marcar una casilla en la que me comprometía a no pedir en las páginas que se pincharan en los anuncios. Yo voy a hacer todo lo contrario, voy a aconsejar la instalación de algún plugin estilo AD-Block (el que uso yo tanto en Firefox como en Chrome) para ni siquiera verlos. Evidentemente mi intención no es hacer dinero sino simplemente ver cómo funciona eso por si algún día necesitara hacer dinero :-D. Por otro lado, también he puesto un artilugio que muestra mis últimos artículos compartidos en Google Reader, mi principal ventana, junto con Twitter, hacia el resto del mundo, las actualidad, la tecnología, la ciencia, etc. Por eso creo que no pagan así que se puede hacer click perfectamente si se ve algo interesante :-D.

Un saludo, Domingo.

De nuevo, el tiempo

Toca hablar de nuevo del tiempo o de los tiempos. Por un lado está el tiempo/clima (me he decidido por esta opción tras consultar fundéu pero a pesar de todo tengo mis dudas). Por otro lado el tiempo, magnitud fundamental de la física cuya unidad básica según el sistema internacional es el segundo. Un segundo que, por otro lado, no es ni más ni menos que (wikipedia dixit):
Un segundo es la duración de 9 192 631 770 oscilaciones de la radiación emitida en la transición entre los dos niveles hiperfinos del estado fundamental del isótopo 133 del átomo de cesio(133Cs), a una temperatura de 0 K.1

Los que a veces nos pasamos de puntillosos (y otras no llegamos) me temo que agradecemos este tipo de aclaraciones, no vaya a ser que uno se piense que un segundo es lo que marca su reloj de cuarzo marca Casio (mejor dicho, de plástico con maquinaria electrónica que, suministrando corriente a un cristal de cuarzo que vibra de forma muy regular. Sí el típico reloj de Casio de toda la vida que ayudó a identificar a tantos terroristas islámicos no hace mucho y que, quien quiera, puede encontrar por internet a unos precios más que interesantes. Supongo que serán así de baratos por el riesgo que entrañan. Así que yo mejor sigo con el mío del Decathlon cuando hago cosas que pueden estropearlo, el del pulsómetro cuando hago deporte o el normal cuando voy de bonito.

Una vez dicha esta soberana sarta de tonterías que no venían a cuento de nada pero que están muy bien dichas puesto me he divertido escribiéndolas y la única principal misión que tiene este blog es la de divertirme mientras lo ), puedo proceder con el tema que había iniciado. Bueno, procedería de no haber sido porque acabo de usar la fuente esa que tacha la letra para indicar que me lo he pensado mejor y, como quiera que es la primera vez que la utilizo, me tengo que felicitar por ello y me propongo escribir algún día marcando todo lo que escribo y reescribo para que se vea lo ilegible que quedaría todo. Pero bueno, eso sería otro día. Como decíamos ayer, el tiempo está cambiando. Ahora cuando me levanto por la mañana ya hace fresquete. Igualmente, la temperatura máxima de las placas solares ha iniciado su inexorable (aunque todavía lento) declive, bajando desde máximos hasta unos cómodos 60 y tantos grados que no serán más de 30 cuando llegue el crudo invierno andaluz.

Pero más que de este tiempo, me refería al otro, el del Casio. Simbolizado en tantas y tantas cosas. Por ejemplo:

  • Canas. Hace tiempo que las tengo y serían todavía más notables si tuviera pelo o al menos si lo tuviera en cantidad parecida a la de otros seres humanos también llamados "Rockabillies con el tupé". Bueno, eso es lo que le dijeron desde la segunda planta a Rubén, el profe de educación física que tenía todavía menos pelo que yo (claro que también era mayor). Sin embargo, lo raro no es que yo las tenga, lo raro es que hoy ha venido a jugar con nosotros uno de los chavales que lo hacían hace ya más de 5 años y ... él tenía canas. Sigue jugando con la misma clase que antes, su físico todavía en su máximo esplendor no ha empezado siquiera a declinar pero los folículos pilosos de sus sienes sí que han empezado a fallar a la hora de echarle el tinte a la cosa.
  • Abuela. Hoy he ido a recoger a mi abuela, que pronto cumplirá 91 años. Le pregunté si había cogido las medicinas y no me escuchó. Volví a preguntar y entonces me dijo que no las necesitaba porque no se las estaba tomando. Le pedí que se sentara (estaba agitada y cansada) y llamé a mi madre. Ella me dijo que cogiera las que hubiera y por la noche preguntaríamos a ver cuáles se tenía que tomar. Entonces, volví a preguntarle y, mucho más serena, ahora me dijo que estaban en la bolsa, que ya se las había tomado esta mañana y que hasta mañana no tenía que volver a tomarse las siguientes. Uno se asustaría de no ser porque la pobre mujer tiene casi 91 años y casi que demasiado bien está.
  • Físico. Mi otrora estómago de acero ahora se echa a temblar cuando como ciertas cosas. Si son aceitosas o grasientas tengo ardores, si es arroz, leche, plátano o combinaciones de varios me estriñen en mayor o menor medida. Desde luego, antes no me pasaba ninguna de las dos cosas o al menos yo no lo recuerdo.
  • Fallos de memoria: Se dan sobre todo si estoy haciendo varias cosas a la vez o si las hago demasiado deprisa. No tengo del todo claro que solo sean efecto del tiempo, pero sin duda ayuda (o no, según lo miremos). Un caso tonto, tenía que escribir "Quiniela J.8", me equivoqué y escribí "Quiniela J8" (sin el punto). Así que fui a arreglarlo y entonces puse "Jornada J.8", dejando a la pobre quiniela en el ostracismo. Me volví a dar cuenta y entonces ya, a la tercera, sí lo escribí bien. Sin embargo, eso tuvo su lado positivo. Aproveché la broma para hacer como que me había equivocado, al menos aparentemente. Comenté que, para evitar errores, procedería a copiar un texto casi hológrafo (que no holográfico). Digo casi porque en realidad habría salido de mi teclado, no de mi puño y letra, pero bueno. Así pues, en vez de un pequeño escrito sobre fútbol, salió este otro en el que el tiempo también tiene un cierto protagonismo:


Entró en la habitación. De repente un olor agrio impregnó todos sus sentidos. Se extrañó pues no recordaba que oliera así la última vez que estuvo allí, sin embargo, debía reconocer que aquello era más que lógico. Quizás a algún advenedizo le hubieran podido distraer la combinación de sudor con One Million y otra dulzona, indubitablemente femenina. Pero allí olía a algo más, allí olía a sexo; sexo salvaje, sexo frenético, apresurado por el miedo a ser descubiertos por su mujer. Una historia tantas veces contada, pero que no por ello dejaba de tener vigencia. Se acercó al sofá de piel, allí el olor era incluso más intenso. Menos mal que era fácil de limpiar. Y después le tocaría el turno a la cama, la mesa del comedor, la lavadora ... tenía dos horas antes de que su mujer llegara. Estaba tranquilo, le daría tiempo.

Un saludo, Domingo.