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sábado, 26 de noviembre de 2011

Qué pechá más tonta

Pues sí, qué pechá de llorar más tonta el otro día. La verdad es que la segunda mitad de noviembre no está siendo particularmente buena. Hay cosas serias, aunque afortunadamente no me toquen de lleno, como la muerte del padre de un amigo. Hay cosas secundarias como que se te rompa una cerradura y tengas que cambiarla. Bueno yo no, porque a la hora que llego a casa no es cuestión de ponerse a armar ruido taladrando. Así que hay que pedir ayuda a la familia. Y hay otras que simplemente demuestran lo cruel que es, en la mayoría de casos, la existencia y cuán artificial es nuestra vida actual.

Hace unos años murió atropellado Kite, un gato de poco más de un año. Dos años después, la vida sigue sin ser sencilla y los gatos siguen naciendo y muriendo. Uno de ellos Dexter, un gatito callejero,de uno o dos meses, que ha formado parte, muy brevemente, de nuestra familia. Llegó lleno de pulgas y enfermo, aunque con la vitalidad que le daba el tener que tener que vivir en la calle. Lo adoptamos con la intención de salvarlo de una muerte segura y al par de días parecía que lo habíamos conseguido pues si bien durante el primer y segundo día estuvo muy apagado, poco a poco empezó a coger confianza, a moverse y hasta a ir a su caja de arena para hacer sus cosas.

Sin embargo, su debilidad, los parásitos que tenía y quién sabe si algo que hubiéramos hecho mal, aunque tampoco lo veo muy probable, hicieron que recayera. Este lunes pasado mi mujer lo llevó al veterinario y le dijeron que estaba muy mal, sus heces infestadas de huevos de lombrices y con una temperatura que no llegaba ni a los 35º cuando lo normal en en un gato son 38º. Le suministraron antibióticos y vitaminas con la esperanza de que pudiera llegar hasta el día siguiente y, si estaba algo mejor, intentar desparasitarlo.

Lo pusimos en el salón, en una camita, tapado y con una bolsa de gel calentito para que le diera algo del calor que él no parecía ser capaz de generar. Por la mañana, mi mujer lo encontró, quién sabe guiado por qué motivación, fuera de su camita, en la alfombra, aterido de frío, agonizando. Lo volvió a poner, a calentar la bolsa, a intentar darle algo de suero ... pero en vano. Cuando bajé yo, todavía respiraba, con esfuerzo pero respiraba. Sin embargo, cada minuto que pasaba, la frecuencia bajaba. Creo que lo vi morir.

Como le dije a mis compañeros de trabajo cuando se lo conté y dando título a esta entrada ... qué pechá de llorar tan tonta. Y eso que yo no había tratado tanto con él como mi mujer, apenas lo había cogido o acariciado un par de veces, pero sí que le había puesto el nombre y, por supuesto, le había cogido cariño. Y además de eso uno está acostumbrado a un mundo en el que las mascotas viven muchos años, nosotros apenas enfermamos y cuando lo hacemos nos dan tres pastillas y listos, pareciera que vamos a vivir cien años en pleno uso de nuestras facultades y todo ello no es sino una parte muy pequeña de lo que pasa en este planeta nuestro. Aquí, a unos cuantos miles, si no cientos de kilómetros, la vida es como la de los gatos y las personas rara vez lloran porque se muere un gatito. Primum vivere, deinde filosofare. En esos sitios, las personas son los "gatos".

Eso, por supuesto, no quita para que la muerte de Dexter me diera mucha pena.

Un saludo, Domingo.

Elecciones II

Una mini entrada para valorar el resultado de las elecciones. Más o menos lo que esperaba. Si acaso, un castigo al PSOE mayor de lo esperado y la transfusión de votos hacia casa y otros partidos mayor de lo que esperaba. Los del PP más o menos igual que lo esperado. Quizás esperaba alguno más, en torno a los 190 y al final se han quedado a 4 pero bueno, no creo que les importe. Y la alegría y la decepción del día fueron los 5 concejales de UPyD pero "solo" con un 4,7% del voto, lo cual no le da directamente grupo parlamentario. El hecho de que otros partidos, en particular el PP, querrán mostrar su cara amable, imagino que hará que le den el tan traído y llevado grupo parlamentario.

Como reflexión final, UPyD está recogiendo firmas para que se modifique la ley electoral y todos los votos cuenten exactamente lo mismo. Con la cuarta parte de votos, los filoterroristas han sacado dos parlamentarios más, que manda ... Sin embargo, yo no la he firmado. Creo que hay que modificar la ley electoral pero no necesariamente a "un hombre-un voto". Posiblemente sí que habría que redefinir las circunscripciones. El motivo es que el injusto sistema actual tiene una bondad y es la de facilitar la formación de mayorías. Actualmente es relativamente fácil que un partido consiga mayoría absoluta o que quede a un par de pactos de conseguirla. Un reparto impolutamente proporcional haría que, bien PP, bien PSOE, necesitaran pactar con una pléyadede partidos menores que intentarían imponer cada uno sus condiciones. Es difícil de imaginar pero podría ser hasta más nocivo que la actual extorsión soberanista.

Una última pincelada. En Twitter alguien comentó que ya había votado y que ya podría decir con tranquilidad que el gobierno resultante no le representaría. Eso no es así, ¿si te conviene sí te representa y si no te conviene no?. Pues no, te representarán igualmente, al igual que a mí me ha representado Rodríguez Zapatero durante los últimos casi ocho años, por más que yo no estuviera de acuerdo con muchas de sus decisiones. Lo que está claro es que si voy a Merkel y le digo en alemán que me trate mejor porque Zapatero no me representaba, probablemente se quedaría de piedra porque yo no hablo alemán.

Perdón, la anterior no era la última pincelada sino la penúltima, aprovechando que el Pisuerga pasa por Alemania. Hasta hace unos meses la idea de los eurobonos me seducía. Sin embargo, tras ver cómo han mentido todos (o la mayoría de) los gobiernos mediterráneos, de eurobonos nada hasta que cada país haya puesto orden dentro. Una vez todos tratemos nuestras finanzas nacionales tal como haríamos (o deberíamos hacer) con las de nuestra casa, entonces hablamos de eurobonos.

Un saludo, Domingo.

domingo, 20 de noviembre de 2011

Pérez Reverte

Conocí a Pérez Reverte, imagino que como casi todos, como corresponsal de guerra. Tras eso, llegó el programa Código Uno, hace ya casi 20 años. Tras eso, leí algún que otro libro, aunque no se puede decir que sea muy fan porque solo habrán sido tres o cuatro. Creo que cuatro. La tabla de Flandes, La piel del Tambor, uno de Alatriste, creo, y la Reina del Sur si no recuerdo mal. Sin embargo, han sido sus artículos semanales de Patente de Corso,sobre todo al principio algún que otro artículo suelto que me reenviaban, los que me hicieron forjarme una idea del personaje que no era real tal como él ha comentado alguna que otra vez. A causa de esa impostura en los artículos yo decía que perdía mucha de la razón que tenía en el fondo, por las formas.

Sin embargo, desde hace unos meses, en concreto desde que dijo que un ministro debía salir de casa llorado, empecé a seguirlo por Twitter. Y me encontré con que era más como el fondo y muchísimo menos como las formas. Gracias a Twitter (y también a Google Reader), ahora sí que leo sus artículos semanalmente e incluso reenvío alguno que otro. Reconozco que si se hubiera presentado para la presidencia del gobierno hubiera dudado mucho entre él y Rosa Díez. Pero bueno, lo de las elecciones mejor dejarlo para otra entrada y ahora nos centramos en el escritor que, con motivo de la publicación de su último libro, respondió preguntas de forofos (fósforos que diría Carlos Herrera). El listado de preguntas y respuestas es el siguiente:


http://www.elmundo.es/elmundo/encuentros/invitados/2011/11/02/el-capitan-alatriste/index.html

Mantuve la página a medio leer durante varios días, casi diría que semanas, hasta que al final terminé de leerlo y me decidí a tomar nota de las frases que más me llamaron la atención y, si procede, comentarlas.
  • También nos une la certeza de que en la vida se aprende demasiado tarde y se muere demasiado pronto.Aparte de que la frase ya de por sí impresiona, no dudo ni por un ápice que sea cierto. Eso sí, me causa una cierta desazón pensar que alguien como él que ha visto muchas guerras y ha estado en situaciones límite con 20 ó 30 años (ahora va a cumplir 60), diga que en la vida se aprende demasiado tarde. No quiero ni pensar lo que tardaré en aprender yo y, sobre todo, lo que tardaremos en aprender todas las personas de nuestra maltrecha España, sobre todo los nacionalistas, nacionalistas españoles incluidos.
  • En la guerra se envejece pronto y a veces hasta no se envejece. Relacionada con la anterior y con recuerdos muy frescos que ahora mismo pululan por mi mente. También para ser ampliada en una entrada aparte pero al menos sí que me gustaría comentar que hace unos días se conmemoró el aniversario de la muerte del periodista de guerra Julio Fuentes.El artículo que Pérez Reverte escribió al respecto también es altamente aconsejable.
  • Lealtad a uno mismo y a aquellos pocos en los que todavía cree. Las banderas nunca me inspiraron nada extraordinario, excepto un inmenso respeto por los hombres que se hicieron matar creyendo de buena fe en ellas.Esto me recuerda dos cosas, la primera es que el infierno está lleno de buenas intenciones y la segunda que andamos escasitos de buena fe hoy en día. Al menos por mi comunidad de vecinos.
  • Tanto en mi tiempo como en el de ustedes, somos lo que somos porque fuimos lo que fuimos. Siglos de Historia no transcurren en balde. Lo grave es desconocer esa Historia y, por tanto, desconocer las causas del presente. Creo. Me asombra ver cómo vamos repitiendo errores una y otra vez. En algunos casos lo puedo entender, uno se deja llevar por la dinámica, compra un piso que se revaloriza mucho, luego otro hace lo mismo, el banco que te mete el crédito por los ojos, la gente sin dos dedos de luces que se endeuda mucho más de lo aconsejable ... no debería ser pero hasta lo puedo entender. Lo que no puedo entender es que en un mundo donde deberíamos estar desdibujando fronteras, las cuestiones identitarias y el egoísmo estén tan presente.
  • A la vida se sale llorado. Bueno, supongo que es más fácil decirlo si eres un excorresponsal de guerra. Los que no lo hemos sido (afortunadamente) puede ser que derramemos alguna lágrima, hasta en público. Que llore un ministro no me parece tan mal, ni aunque sean lágrimas socialdemócratas como las del libro de Santiago González.
  • No veo que haya más orgullo en ser soldado español que en ser soldado francés o soldado de lo que ustedes llaman ahora Principado de Mónaco. Una cosa es ser del Madrid porque siempre has sido del Madrid pero eso no quita para pensar que el resto de personas no están equivocados simplemente por pensar distinto y, mucho menos, a reconocer cuando los demás lo hacen bien, aunque sea el Barcelona. Incluso es más que positivo desear que gane el Barcelona si es que lo ha hecho mejor que el Madrid durante los últimos años. Otra cosa será cuando empiece el partido, entonces se te puede escapar un "lástima" cuando el rival del Barcelona falla pero bueno, eso es parte del deporte. 
  • Ser mujer en mi tiempo era recibir malos naipes de la baraja. En los nuestros, evidentemente, la cosa ha mejorado mucho. Sin embargo, todavía siguen llevándose alguna que otra carta mala.
  • Hay un libro extraordinario donde el lector perspicaz aprende lucidez, aprende coraje y aprende sobre todo a encajar la derrota con una sonrisa triste y comprensiva. Ese libro, que me acompañó en varias guerras, es El Quijote del buen Don Miguel de Cervantes. Que fue pobre, fue honrado y fue soldado.No se puede añadir absolutamente nada. Impecable punto y final. Por cierto, he empezado el "préstamo" que me hicieron, "El hereje" de Miguel Delibes y hasta ahora me ha gustado mucho. Al igual que "el prestamista", coincido en que nunca antes había encontrado un libro en español con un vocabulario tan amplio, como mínimo en palabras desconocidas para mí :-).
Un saludo, Domingo.

sábado, 19 de noviembre de 2011

Elecciones

Tras la intenta reflexión de la entrada anterior, un mensaje que no sé si es legal en este día porque puede ser visto como apología de un acto tan vandálico y criminal como puede ser el del robo con premeditación y alevosía y, si puede ser, con intimidación y escalo: Ojalá mañana cobre todavía más sentido el juego de palabras que hay por Twitter donde a Rosa Díez le roban una tilde.

Un saludo, Domingo.

Mala Semana

Pues sí, no ha sido excesivamente buena la semana actual. Y el caso es que no empezó mal, al menos no mal del todo. Durante lunes y martes impartí un curso en el trabajo; el de siempre. La verdad es que no me había preparado en absoluto el curso pero a pesar de todo iba mucho mejor que otras veces porque al menos esta vez sí ya lo conocía. Era el mismo que habré dado tres o cuatro veces antes, a razón de dos por año y en el que básicamente comento a los asistentes que hay que tener mucho cuidadito con lo que se hace o lo que se dice; sobre todo con lo que se dice/escribe a un cliente.

El curso dura dos días pero a los 5 minutos de empezar ya saben qué es lo importante que deben sacar de él, lo que acabo de comentar o, como también lo llamo, la versión reducida del mismo. El resto pues nada, dar el temario y sobre todo al final reírnos de la gran profundidad de las secciones que se habían añadido con respecto al del año pasado. En concreto, a gente que lleva más o al menos en torno a 10 años trabajando en el mundo de la informática había que enseñarles las cosas básicas de la Suite Ofimática Microsoft Office, con especial atención a Microsoft Word y a Microsoft Powerpoint. Como decía una de las alumnas, su hija de nueve años podría impartir un curso con esos contenidos.

Lamentablemente, justo antes de experimentar el deleite de alinear varios elementos en Powerpoint, recibí una llamada de la mujer de un amigo, Jose. El fatal desenlace que tanto temíamos desde fuera cuando le preguntábamos por la salud de su padre, se había producido. Una muerte dolorosa, como todas las muertes, pero además de estas de ... "tras una larga batalla contra la enfermedad". Los últimos tiempos han sido complicados en esa familia y, aunque esté mal decirlo, al menos ahora descansan ellos y descansa él.

Al salir de trabajo me pasé por el tanatorio donde estuve un rato acompañando a la familia. Él, dependiendo del momento, estaba más sereno en cambio en otros se mostraba profundamente afectado como por otra parte es más que comprensible. Hoy ha jugado, según parece su padre siempre le decía que viniera a jugar, y tras unos cuantos remates infortunados, por fin ha marcado. Evidentemente era el momento que estaba esperando para levantar el dedo al cielo y dedicarlo junto con un beso. La verdad es que ha sido muy emocionante, al menos para mí.

El miércoles por la mañana asistí al funeral. El sacerdote, bastante mejorable, al menos a mi juicio. Tampoco es que lo hiciera mal pero no sé si los mensajes que lanzaba eran los mas idóneos. Tras acabar, se produjo el momento de la despedida antes de que se lo llevaran y procedieran a la cremación. Ese momento es siempre el más complicado, claro está. Bueno, en caso de incineración, en caso de entierro creo que es cuando te vas dejando el cuerpo que antes reconocías como a una persona y ahora sabes que es poco más que un montón de átomos de carbono, oxígeno, hidrógeno, etc, debidamente ordenados de forma que parezcan igualitos igualitos a esa persona que tanto amaste y de la cual te toca despegarte, para siempre, en ese justo momento. Ya lo dice, cruelmente, el refranero español, el muerto al hoy y el vivo a su casa.

Miércoles y jueves fueron más o menos normales en el trabajo, con una cantidad moderada del mismo. Sin embargo el jueves, no era, ni iba a ser un jueves normal. Por lo pronto no jugaba al fútbol porque había reunión de comunidad. Reunión que, iluso de mí, creía que acabaría con la dichosa polémica del toldo.

Llegué a casa, me duché y salí al patio. La cosa empezó bien, con el presidente, hipócrita presidente añadiría, pidiendo perdón por lo ocurrido en la ocasión anterior y manifestando que en absoluto tenía nada contra nadie. El principio desde luego fue conciliador y me daba esperanzas para el punto clave de la reunión. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. Con un cinismo y una impudicia comparables a los mejores momentos de la segunda legislatura de Rodríguez Zapatero en los que día sí, día también se nos hablaba de brotes verdes, salieron todos a una a defender su postura que no era más que la de fastidiar a quien querían fastidiar, independientemente de quien pudiera caer por el camino.

La razón oficial es que el número de cambios no autorizados por la comunidad se ha desmadrado y hay que poner pie en pared. Pero curiosamente no demandan a todos aquellos que puedan ser objeto de demanda, solo demandan a los que decidieron demandar originalmente que no éramos más que los que pensaron que hacía falta para demandar a la que querían demandar. La verdad es que no voy a perder mucho tiempo en comentar la reunión pero al menos sí lo haré con dos momentos muy esclarecedores. El primero fue cuando comenté que por coherencia se debía actuar contra todos aquellos que tuvieran algo "ilegal". Por supuesto la callada fue la única respuesta y como ese no estaba en los puntos del día, ni me molesté en reiterarlo. No en vano ya habían conseguido lo que querían, por un muy escaso margen, 8 a favor, 7 en contra y 3 abstenciones. Lo de las abstenciones sinceramente no lo entendí muy bien pero bueno, es algo respetable.

Lo que no fue respetable fue el compadreo y las risitas al ganar la votación y al denegar luego, cuando llegó otro vecino, que pudiera votar y forzara así un empate. Las pocas dudas que pudieran quedar de que aquello era algo personal se esclarecieron en aquel momento con alguna que otra frase "curiosa".

Por lo demás, cosas con las que me quedo de la reunión:
  • No me esperaba la cobardía de algunos que dieron su voto al secretario, entiendo que con la única intención de no dar la cara pues la reunión se comunicó hace ya un tiempo y mucha casualidad es que las dos personas de la casa tengan una cita ineludible a las 9 de la noche.
  • Hacía frío pero con aquella demostración de desfachatez se me cortó el cuerpo y ya tiritaba. Pasé mucho frío, sobre todo hasta el final.
  • En otra ocasión hubiera intentado razonar pero en aquella era tan obvio que las motivaciones de los instigadores eran sentimentales, que cualquier tipo de raciocinio estaba descartado. Eso además se pudo comprobar poco después porque, alguien a quien ya había calado en las reuniones anteriores volvió a demostrar que solo él puede llevar razón. Así, evidentemente, no merece la pena ni molestarse. 
  • Por diferentes motivos la reunión es más que susceptible de poder ser impugnada, en parte o incluso en todo. Veremos qué pasa y, en caso de ser impugnada, veremos qué pasa cuando se vuelva a votar.
Con todo, eso carece de la menor importancia en comparación con la conclusión principal: La decepción. Por todo, por el trato recibido casi como si fuéramos delincuentes, por la desfachatez, la cobardía y hasta la baja calidad personal de personas con las que no solo no teníamos ningún problema sino que nos llevábamos (o eso pensábamos) bien con ellos. Ahora te queda la duda de cómo va a cambiar tu forma de comportarte. Personalmente no voy a negar el saludo a nadie pero tampoco voy a perder un minuto en estar con alguien que merece tan poco la pena y que no es ni capaz de decirte las cosas a la cara. Eso en cuanto a lo personal, en cuanto a lo colectivo, creo que en las reuniones intentaré dejar de pensar en el bien de la comunidad y pensar solo en mi bien propio. Según parece lo otro ya no se lleva.

Y, claro está, también la conclusión secundaria. Ellos pierden más que yo. Yo, a lo sumo, solo perderé dinero, a pesar de que ya he dicho al compañero con el que como en el trabajo que si el lunes no aparezco es porque me han llevado al trullo por no cambiar el toldo :-D.

Un saludo, Domingo.

sábado, 12 de noviembre de 2011

Cosas que se aprenden

Cuando somos niños aprendemos mucho y olvidamos poco. O para ser más justos, aprendemos muchísimo y olvidamos mucho. Ese "delta", esa diferencia entre las cosas que aprendes y las que olvidas imagino que seguirá algún tipo de curva, quizás estrictamente creciente al principio, pero seguro que decreciente a partir de un momento. Y no solo eso, llega el momento en el que olvidas más de lo que apredes, llegando a olvidar cosas que habías aprendido y que han estado contigo durante casi toda la vida o al menos durante muchísimos años.

Un ejemplo sería mi abuela paterna. Con 91 años, evidentemente ya hace algún tiempo que apenas retiene recuerdos nuevos, al menos no de forma duradera y sí que va olvidando cosas. El otro día le dijo a mi madre que no le gustaba comer, ni nunca le había gustado, cosas que siempre le habían gustado. Es triste, pero por otro lado es la vida, simplemente la vida. Curiosamente ella dice con cierta frecuencia cosas como "todavía no he perdido la cabeza, vamos yo creo que todavía razono". Y tiene razón, todavía no ha perdido la cabeza, todavía razona. Sin embargo, también es cierto que ya no es la que era y ella simplemente no se da cuenta de ello. Sí que se da cuenta de sus nuevas limitaciones físicas y quizás también es consciente de vez en cuando de que olvida cosas. Pero posiblemente también olvida que las olvida.

Otro ejemplo, con algo menos de edad en algunos casos y con mucha menos en otros, son los políticos. Ellos también olvidan pronto sus errores o los aciertos ajenos. Incluso (la memoria tiene esas cosas y la selectiva más) convierten en propios los éxitos ajenos y en ajenos los fracasos propios. Pero no, hoy no voy a hablar de políticos, aunque la política sí que me va a servir como hilo conductor. Por lo pronto, no sé cómo quedará esta entrada pero espero que no como la anterior. Probablemente dejó traslucir un gran desencanto con nuestra clase dirigente pero la verdad es que no era esa su intención. En principio solo quería comentar algunas cosas que me habían llamado la atención, sin ninguna otra pretensión. Sin embargo, una cosa llevó a la otra y ... ya se sabe.

Pues bien, lo que quería comentar hoy está sobre todo relacionado con un antiguo compañero de trabajo a quien reencontré en Twitter. De la naturaleza de su trabajo así como de la de los tuits que envía deduzco que tiene contactos en un partido político que no se las promete muy felices a pesar de lo que diga su exdeportista candidato. Y también de la naturaleza de su trabajo y de los contactos deduzco que su sueldo lo paga el ayuntamiento por lo que también es lógico que él esté agradecido, sobre todo si la otra alternativa era el ser el parado número cinco millones uno.

De nuevo, de la naturaleza de su trabajo puedo plantearme si es más o menos necesario o más o menos productivo. Y si me lo planteo probablemente la respuesta es que, como tantas cosas públicas, dependerá de cómo se haga. Bien realizado puede dinamizar la economía de un pueblo o al menos generar algún que otro puesto de trabajo. Por otro lado también existe la posibilidad de que más que una inversión sea un gasto, no sabemos si más o menos superfluo porque tampoco sabemos la realidad de la zona.

En cualquier caso, se trata de una persona vehemente en sus defensas y en sus llamadas a la votación del candidato que él considera mejor. Y esto me llama la atención porque entiendo que habrá muchas personas como él, trabajando para el partido o no, pidiendo el voto. Y me llama la atención porque estas personas, al menos en los mensajes que he visto, solo plantean lo malo que es o puede llegar a ser el rival y lo buena que es la opción propia. Ni siquiera se puede leer algo como ... mi candidato y sus amigos lo han hecho mal, muy mal, pero confío en que han aprendido y en cualquier caso confío en que el peor gobierno de los míos siempre será mejor que el mejor de los otros. Algo así le dijo Zapatero a Rajoy hace 4 años, pero refiriéndose al paro, en una de las frases que más recordaremos durante los próximos años.

Bueno, que más recordaremos algunos porque a otros ya se les ha olvidado. Es curiosa la memoria. Si un deportista de élite puede estar en activo hasta los 35-40 años, me planteo hasta cuándo puede estar a máximo nivel nuestra memoria. O nuestras capacidades intelectuales en general. Suponiendo que estoy viviendo ahora mis mejores momentos físicos (lo cual es cierto) y suponiendo que pueda estirar mis capacidades hasta los 45, me quedarían 10 años para aprender una de la cosas más importantes de mi vida. ¿Trabajando de qué me quiero jubilar?. Sin duda, esa es una de las cosas, muchas cosas, que todavía me quedan por aprender.

Un saludo, Domingo.

sábado, 5 de noviembre de 2011

Tienda de campaña

Me imagino a nuestros políticos como al "Último superviente/Ultimate Survivor (aunque la traducción al español sea errónea)" durante esta campaña electoral. Él decía que cuando rodaban en un sitio y  tenían cerca el "hotel" (podía ser hotel, albergue, tienda de campaña o cualquier tipo de alojamiento) para los acompañantes, no dormía en una cómoda cama sino que dormía en la negrura y la espesura del bosque o lo que es lo mismo, poco y mal. De él me cabe la duda acerca de si lo hacía o no. En cualquier caso, estaba claro lo que era, una recreación más o menos fidedigna de cómo se podría vivir/sobrevivir ahí afuera o, si me apuras, de cómo vivían/sobrevivían nuestros ancestros no hace tantos años.

Como decía, de este hombre me caben las dudas, de los que no tengo dudas es de nuestros políticos actuales, al menos de aquellos que casi con toda probabilidad van a gobernarnos durante los próximos cuatro años después de habernos "desgobernado" durante los últimos casi 30. No dudo que una campaña no sea dura, muchos eventos, mucha responsabilidad, mucho lo que sea. Pero sinceramente cuanto más escucho a los candidatos y a los que los secundan cada vez me pasmo más. Debe ser que he sido tonto durante mucho tiempo y ahora empiezo a ver lo que tan claro era. O quizás no, quizás es solo la edad. O quizás tampoco, los cambios que se han sucedido durante los últimos años eran necesarios pero ahora es igual de necesario deshacerlos. ¿Quién sabe?.

En cualquier caso, me han llamado la atención las siguientes cosas que he escuchado/leído últimamente:

  1. Una cuña de radio del gobierno animando a la gente a hacerse autónomos. Está bien pero es una lástima que llegue 5 millones de parados tarde. Bueno y lo de está bien, con matices. Lo escuchas y parece el aquel del Tío SAM reclamándote para el ejército. Lástima también no solo que hayan pasado 5 millones de parados sino que nunca, a ningún gobierno, les han importado. Mi padre lo fue durante muchos años y, tras ver ese ejemplo, decidí que, salvo que pudiera evitarlo o lo viera muy claro, yo no lo sería.
  2. Entrevistaban en la radio a responsables de campaña a nivel local de Andalucía. Los mensajes, los de siempre. Los unos no han tenido la culpa a pesar de gobernar durante 13+8 años, bueno sí, pero muy poquito y mucha más culpa los otros que dejaron una herencia neocon/ladrillesca envenenada. En cualquier lugar da igual porque son una opción mucho mejor y confían en dar la vuelta a las funestas previsiones. El por qué de las funestas previsiones ... bueno, eso para otro día. A estos no es que tuviera claro que no iba a votarles, es que parece claro que solo los votarán familiares y amigos ( con esto no quiero decir que sean pocos, serán al menos un 30% de los votantes, supongo)
    Los otros van a asumir el problema cuando lleguen y al igual que hicieron en el 96 llegarán y nos salvarán a base de arremangarse y sacrificios (esto de arremangarse y los sacrificios es mío, ellos no hablan de eso no vaya a ser que se les escape un voto). Por supuesto no hablan de por qué sus comunidades tienen los mismos problemas que las que están fatal porque hasta ahora las gobernaba el otro. Decidí que no iba a votarles desde el primer día que se dedicaron no a no hacer propuestas como decía el gobierno (algo completamente falaz porque la responsabilidad era suya, no de la oposición) sino a dejar pasar el tiempo para que la crisis les llevara camino a la Moncloa.
  3. Alemania ha levantado una alfombra y se ha encontrado 55.000 millones de euros. Dicen que no, que no ha sido la alfombra sino que se habían equivocado con el excel, le dieron dos veces al Ctrl+V y pusieron dos filas con 55.000 millones de pérdidas en vez de una. Resulta sospechoso, sospechoso además de haber hecho trampas en su solitario y que ahora en vez de deuda sea cualquier otra cosa mala que no compute como deuda. Pero bueno, son alemanes por lo que lo mismo es verdad que se encontraron el billete de 55.000 millones de euros bajo la alfombra sin necesidad de que el billete sea falso.
    Por otro lado, Irlanda ha tomado ejemplo y también ha levantado su alfombra. En este caso ha salido calderilla, no sé si 3 ó 4 mil millones, nada comparado con los 55 de su prima alemana pero bueno, que tampoco estorban. Así que visto lo visto, me permito aconsejar a alemanes e irlandeses que revisen todas las alfombras de la casa, aunque con mucho cuidado no vaya a ser que las alfombras sean griegas y esto sea pan para hoy y hambre, mucha, para mañana.
    Eso sí, lo de levantar las alfombras que lo hagan en Alemania y en Italia, aquí en España que no lo hagan que me da miedo lo que pueda haber. Ojos que no ve ...
  4. Ayer fui a ver una obra de teatro. Es la primera de un ciclo que empieza ahora y que durará hasta finales de mes. El ciclo lo publicitaron el mismo día a través de la Diputación. No caí ayer pero hoy me llamó la atención tanta premura. Eso y que, estando suscrito al boletín de la diputación para este tipo de actos, hiciera tiempo que ya no llegara ninguno. Y llegó justo ayer que empezaba esto, que en realidad no es suyo sino que está cofinanciado por ellos (los precios son realmente muy buenos) y, sobre todo, que la duración sea durante el mes de Noviembre. ¿Otra forma más de campaña electoral?. Léase con el conocido soniquete infantil:
    Qué buenos son alcalde y concejales,
    qué buenos son, nos llevan al teatro de excursión
Y ya para acabar, para ligarlo todo, se me ha ocurrido hacerme autónomo y dedicarme a escribir discursos de políticos, cualquiera de ellos. Creo que podría ser un buen negocio. El problema, el de siempre, no valdrá con que seas bueno, te tendrá que enchufar alguien del partido. Bueno, eso y el inherente a ser autónomo, claro está. Conclusión, si tuviera 10 años menos y fuera libre como el viento, me iba a Alemania; pero sin pestañear y sin mirar, bueno un poquito sí pero a amigos y familia, hacia atrás.

Un saludo, Domingo.