La verdad es que esta semana ha sido curiosa. Digo curiosa porque tampoco es que haya sido exactamente mala. Es decir, ha habido cosas malas pero como no afectan, en absoluto, a cosas importantes/esenciales de mi vida, pues no pasa nada. Lo peor sin duda ha sido el trabajo donde ahora les ha dado por sobrecargarme del mismo. Pero bueno, se irán haciendo las cosas conforme se puedan y, cuando no se puedan, pues posiblemente tendré que hacer como hice el jueves que me largué de una reunión después de mi hora teórica de salida y quién sabe si desencadenando algún pensamiento secundario en la persona que ha venido siendo mi jefe hasta ahora y que, algo menos, pero lo sigue siendo.
Y encima de eso, llegaron un par de amigos de Bratislava (en realidad de los dos yo solo traté asiduamente con uno de ellos). Se ve que querían pasar unos días en Málaga con un tiempo mejor que el de Bratislava y se encontraron con que el tiempo no era excesivamente malo pero quizás tampoco como el que esperaban. Pues bien, la llegada de estas personas supuso un cúmulo, cirro cúmulo y cúmulo nimbo de reuniones en las que el 80% del tiempo yo no hacía nada mientras las cosas que sí que tenía que hacer se quedaban abajo en mi ordenador esperando.
Pero eso es algo que decida yo así que a reunirse las veces que haga falta. No problemo. Es más, las reuniones pueden ser positivas y hasta enseñarte cosas. Por ejemplo, puedes enfrentarte a ella con una filosofía de aportar lo que tú consideres que debes aportar porque tu profesionalidad así te lo indica pero no porque vayas a recibir nada a cambio de la misma. Así, varias de mis ideas fueron rechazadas sin el más mínimo pestañeo como si fueran tonterías. No sé si con eso se nace o si se aprende pero me resultó divertido. Caben dos posibilidaes o realmente tienen un problema de comunicación y no ven que esa actitud no es, en general, positiva o saben perfectamente lo que hacen y actúan así por un motivo. Fuera cual fuera el hipotético motivo y lo que quisieran conseguir, me da que no lo consiguieron. Y menos cuando alguien pregunta si se puede hacer A, contestas que sí, te responden que cómo lo has sabido, le respondes que por B, intentan desacreditar tu opinión argumentando un aparentemente más que lógico C para encontrarse de bruces con que su aparentemente más que lógico C no es cierto y encima son ellos los desacreditados por sus superiores.
Esto es solo un ejemplo. Pasa más veces, con o sin razón, y el problema principal es que la gente habla absolutamente convencida de lo que dice o aparentando esa absoluto convencimiento. Para un matemático y hasta para Lázaro Carreter esa posición no tiene sentido: hay que dudar al hablar. Pero incluso si no se duda, al menos hay que tener la grandeza de asumirlo y disculparse. Vivimos en un mundo en el que falta gente grande, me da a mí. Por otro lado, el que yo esté "casi" absolutamente convencido de que ninguno de mis jefes es moralmente superior a mí (intelectualmente pudiera ser y no tendría ningún problema en reconocerlo llegado el caso), no dejo de reconocer que el juego de la empresa privada es un juego donde las reglas están más o menos claras y es cuestión tuya decidir si juegas con ellas o no.
La otra opción sería modificar el sistema desde dentro pero para hacerlo posiblemente haría falta tener la capacidad de jugar a ese ajedrez mejor que los demás y, una vez arriba, intentar propiciar el cambio. Dudo mucho que estuviera capacitado para ello y encima no me apetece. Puestos a cambiar cosas desde dentro, me atraen más otras cosas que mi carencia de tiempo libre tras el trabajo me han impedido comenzar hasta el momento.
En otro orden de cosas y dejando las cosas que cualquier cosa pueden significar, tras escribir varias veces de forma deliberada la palabra "cosa" jugándome que me digan cuatro cosas, a otra cosa mariposa. Hoy no ha sido un buen día en Hattrick. Me han lesionado de gravedad a uno de mis vejetes que acababa de recuperarse de una lesión también grave, me han lesionado al portero y he acabado perdiendo el partido, las opciones de ganar la liga y bastantes opciones de seguir adelante en copa. Esta semana alcancé mi récord personal al llegar a décima ronda. Básicamente es que de cada 512 equipos que empezaron el torneo, solo queda uno y el mío es uno de ellos. Esta semana voy a tener un partido complicado que dilucidará si mi equipo pasaba de estar por encima (solo en copa) del 99,8% de los equipos a estarlo del 99,9% de los mismos. A ver si el portero llega ya que quién sabe cuándo se darán las circunstancias para poder repetir gesta :-).
Y quería comentar algo más, aunque no recuerdo qué es. Así que tendrá que esperar a otra ocasión. Bueno sí, ya me acuerdo. Mi aventura quijotesca llega a su fin. Bien mañana, bien pasado, espero acabar el último tomo del último idioma ... por ahora. Todavía no sé qué leeré después pero por lectura no será. Tengo tanta atrasada como para no pensar en comprarme un ebook en muchísimo tiempo :-D.
Un saludo, Domingo.
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