Pensé en añadir esto como una postdata al final de la entrada correspondiente pero luego me dije que no, que como una aparte quedaría mejor. El caso es que ayer me desperté ... algo afortunadamente no muy extraño. Me desperté pero todavía era temprano para ir al trabajo así que tocaba seguir durmiendo. Pero a diferencia de otros días, este no me quedé dormido. Bueno, dormido sí, pero no profundamente. Al igual que me pasó hace unos años, me quedé entre el sueño y la vigilia y era consciente de ello. Sabía que estaba soñando e incluso de vez en cuando miraba el reloj y confirmaba que todavía era temprano.
¿El contenido del sueño?. Pues la verdad es que no lo recuerdo muy bien del todo. Vamos, la verdad es que no recuerdo nada. Sí que recuerdo lo que pasó después. Y es que estaba yo tan tranquilo (o tan despierto) soñando y decidí que era hora de despertarme pues el sueño no era del todo de mi agrado. No creo que fuera malo, en absoluto, pero sí debía carecer de interés. Y total, como sabía que estaba soñando, decidí despertarme ... y lo conseguí. Me desperté en mi cama, con mi mujer a mi lado, durmiendo plácidamente. Pero no sé muy bien cómo ni por qué, se dio la vuelta. Y de repente ya no era mi mujer, era ¡¡¡mi abuela!!!. Supongo que como por la noche había hablado con ella y le había dicho que comiera o si no le llevaba una tarta entera para ella, de alguna forma ese pensamiento había quedado en mi subsconciente. Igual que había quedado en mi subsconciente (aunque no sabía que de forma tan fuerte) la película de Inception y por eso estaba soñando (eso sí lo tenía meridianamente claro) que soñaba dentro de mi sueño. De hecho, creo que eso es lo único que tenía claro porque, visto con perspectiva ¿quién me dice que la primera vez que me desperté o la hora que había en el reloj no eran también soñadas? :-).
Un saludo, Domingo.
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