La semana después de las elecciones empezó con el sabor agridulce de saber que donde no siguen gobernando los mismos, gobiernan otros que son lo mismo. En general, mi impresión es que, tanto los buenos como los malos resultados, son solo achacables a lo mal que lo ha hecho el partido que está en el gobierno del país pero eso no salva ni condena necesariamente a otros gobiernos regionales o municipales. Sin ir más lejos, escuchaba al presidente del PP de Málaga y parece que futuro presidente de la diputación de Málaga, al señor Elías Bendodo decir, unos días antes de las elecciones, que la reforma laboral del señor Zapatero había causado en Málaga veintitantosmil parados.
Y se quedó tan pancho. Y lo peor fue que nadie le preguntó si eso era bueno o era malo, si suponía un porcentaje superior al de otras ciudades del PP o inferior al de otras ciudades del PSOE, por ejemplo. No dudo de la valía del señor Bendodo cuyo nombre conocí hará casi 10 años cuando era concejal de una de las zonas, distritos o como se llame, de Málaga. Fui a un centro de salud para preguntar por el tipo de asistencia al que tendría derecho mi abuela y, por algún lado, leí un cartel con su nombre. Sin duda es un nombre llamativo y se me quedó. El que fuera un nombre llamativo fue también lo que causó que lo reconociera cuando lo nombraron concejal de festejos y deportes ... o algo así y luego presidente del PP. Por lo poco que había visto, me parecía que era una persona bastante joven; que tuviera dos o tres años más que yo. Y con la carrera que llevaba, tenía pinta de ir ascendiendo rápido en el partido. Si hubiera sido mujer y del PSOE de Zapatero, con menos posiblemente hubiera sido ya ministra.
Pero bueno, concejales aparte, propagandas electorales aparte, los resultados fueron los que habían sido. Y UPyD consiguió un concejal en mi pueblo, gracias, muy parcialmente, a mi voto. Esperemos que se gane la confianza que he depositado en él. Otro concejal suelto que había por ahí fue al final para alguien que cabe la posibilidad de que se las haya arreglado para conseguir un puesto de trabajo bien remunerado ... y en período de crisis. Pero bueno, creo que ya está bien de elecciones, que a todo esto ni siquiera ha empezado la semana :-).
Y es que la semana empezó un lunes, lunes que fue más o menos similar a martes y miércoles, con bastante trabajo pero pudiendo al menos salir a mi hora. No sé si es la edad, que me hacen falta vacaciones o el hartazgo por las cosas que ya sabemos (al menos yo) pero uno cumple (probablemente mucho mejor de lo que debería) sin esperar ningún tipo de recompensa por algo que posiblemente está relacionado con la ética protestante del trabajo. Y eso que no soy protestante. Ni protesto, que es otra. Así pasó media semana y llegó el jueves. Y el jueves fue el acabóse, el non plus ultra, el no pares, sigue, sigue. Porque no paré ni un segundo. Y lo más gracioso de todo fue que me desviví por facilitar el trabajo de Bratislava ya que parecían completamente en fuera de juego.
Pues tras todo esto, tras facilitar en grado sumo su trabajo (analizar unos datos) tras identificar y arreglar errores, tras comentar yo mismo cuáles eran algunos de los errores de bulto que se podían ver, tras todo eso, tuve que escuchar cómo sospechaban que yo me dedicaba a hacer el trabajo de otros, en vez de el que tenía asignado. Reconocí mis fallos allí donde los había tenido, negué fehacientemente las veladas acusaciones y comenté cómo resulta que estoy en medio de todo, pero mientras que personas con trabajos fáciles en Bratislava o Argentina se limitan a hacer el suyo (con mi ayuda), yo tenía que hacer mi trabajo de aquí y además andar facilitándoles al resto todo lo que pudiera serles facilitado.
Mis alegaciones parece que fueron convincentes y, si bien no hubo una disculpa formal, otra de las cosas por las que cada vez me gusta menos ( si ello es posible) este tipo de empresa privada, los siguientes comentarios parecían darme la razón. Y si no me la daban pues eso tienen. Yo tengo la conciencia muy tranquila sabiendo que no es que haga lo que tengo que hacer sino que hago más de lo que tengo que hacer y, como decía antes, sin esperar recompensa. Aquello de la meritocracia queda ya bastante lejos, afortunada o desafortunadamente.
Y tras este episodio, llegaron las peticiones de última hora de Málaga y mis dotes de adivino para saber de dónde vienen las cosas con las que yo nunca o escasa vez he trabajado y conseguir el resultado que tú crees que quieren conseguir. Eso está muy bien pero ... te hace llegar tarde al partido de fútbol. Llegaría 15 ó 20 minutos tarde al partido de fútbol pero al menos ya había dejado el trabajo atrás. Y ahí corrí lo que pude, salvé algún que otro gol, di un par de buenos pases que no fueron aprovechados y también fallé alguno que otro. Algo así como esta mañana, por cierto :-). Y tras el partido de fútbol, a casa, a cenar y a dormir mal (no sé si por el calor, por el cansancio del partido o por qué y a levantarse temprano (tampoco excesivamente pero sí más que de costumbre). Y el viernes fue ya otra cosa, algo más tranquila y, sobre todo, se salía antes :-).
No solo eso, también me aseguraron que nos iba a tocar el euromillón. No me han llamado todavía por lo que solo puedo pensar en dos opciones. La primera es que no nos haya tocado. La segunda es que lo haya hecho pero alguien se haya fugado con el dinero. De ser así, espero que no sea nuestra compañera suiza :-D.
Un saludo, Domingo.
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